Martes 25 de junio, Stage Live, Bilbao.

El martes 25 de junio nos fuimos a la Stage Live para ver a los Beartooth que volvían a Bilbo 5 meses después de su última visita como banda soporte de Architects. Los otros en lisa eran los canadienses, Cancer Bats, que hacía mucho no venían a Euskadi. En estas fechas por las que coinciden un montón de festivales europeos y estatales, mola que ciertas bandas aprovechan los días libres para dar conciertos y alguno siempre cae en el botxo.

Lo curioso de esta cita era que coincidían ambas bandas en una misma fecha ya que cada una de ellas va por separado con su respectivo tour. Una tarde agradable en lo climático que muchos aprovecharon para ir a ver de nuevo a los Beartooth después de su paso por la sala Santana 27, que a mí me pareció flojo, pero por la respuesta de público que tuvieron parece que la banda de Columbus, Ohio ha calado entre los jóvenes que colmaron la Stage Live.

Una media de edad bastante baja, creo que el portero y yo éramos los de más edad en todo el recinto, jejeje. Miraras por donde miraras chavalas y chavales con ganas de pasarlo bien, con dos bandas que prometían poner patas arriaba el garito.

Comenzaba a sonar por los altavoces el "War Pigs" de los Black Sabbath, que los Cancer Bats usan como intro, salían tomaban posiciones y ponian en marcha su coctelera. Arrancando con la enérgica, "Brightest Day", una pieza de su más reciente álbum, 'The Spark That Moves' de 2018, que venían a presentar en sociedad. Seguida de otros trallazos algo más añejos como: "Sorceress" o "Pneumonia Hawk". El frontman Liam Cormier lo daba todo, vaya energía tiene el cabrón. Tampoco paro de bromear y se atrevió a saludar y decir algunas palabras en castellano, para luego contar algunas batallitas y dar las gracias en euskera "Eskerrik Asko", con el que consiguió la ovación de la joven audiencia.

Momento para un tema molón y groovero como "Bricks and Mortar", con el guitarreo de Scott Middleton, con más pintas de militar en alguna banda de metal sureño. Otro tema potente como "Hail Destroyer" removió a la peña que hizo algunos mosh pits. Llegaba otro de los nuevos temas, "Winterpeg", que abre con el bajo de Jaye R. Schwarzer, una línea poderosa, este tipo ademas se encarga de los coros.

Liam recordaba que habían estado hace algunos años en Gasteiz. Tocaron "Road Sick", del álbum 'Dead Set On Living' de 2012. La sabbathica "True Zero", para luego arremeter con "Fear Will Kill Us All", una de las buenas del más reciente lanzamiento. Enorme el batería, Mike Peters, vaya pegada tiene. Bajaron un pelín las revoluciones, pero no los decibelios, con otro tema viejuno, "Lucifer's Rocking Chair".

Fue un concierto muy fluido y cuando nos quisimos dar cuenta ya estamos en la recta final. Otro temón nuevo "Space and Time", en la que me recuerdan un poco a sus paisanos Voivod. No falto su versión de "Sabotage" de los Beastie Boys, que los Cancer Bats grabaron en su álbum, 'Bears, Mayors, Scraps, & Bones' de 2010. Se despedían, no sin antes despachar "Gatekeeper", sin duda la mejor canción del 'The Spark That Moves' de 2018. Perfecto cierre para un intenso concierto. A ver si no tardan tanto en volver a Euskadi.

Tras el cambio de casi todo sobre el escenario salían los Beartooth, el último en aparecer era el frontman Caleb Shomo, una gran ovación de la consolidada base de seguidores que han conseguido por estas tierras y abren con dos piezas de su último trabajo 'Disease', nada más y nada menos que “Bad Listener” y "Beaten In Lips". El frontman Caleb, enfundando en un chándal negro y con gafas, dirigió a tu antojo a la entregada audiencia, que empujo y se dejó llevar por el influjo musical que proponían los cinco músicos de Ohio.

Removieron hormonas juveniles (ya de por si en ebullición) a ritmo de "Aggressive", con ese lado hermoso melódico, Caleb tiene la facilidad de pasar de momentos rabiosos a las más dulces melodías, le ayudan en los coros, el bajista y uno de los guitarras, que no sé cómo se llama, uno que venía enfundado con una camiseta de Watain. Otra de las nuevas, la guitarrera "Enemy" y aprovecho para decir que salvo Caleb el resto de la banda está bastante estática, aunque esta vez se movieron más que en la visita de enero. Al menos el guitarra (Watain) hizo headbanging, eso si el rictus no lo cambio durante todo el bolo.

No hizo falta mucho para echarse al público al bolsillo con el hit "Afterall", cantaron con la banda de principio a fin, buen sonido y las luces van mejorando, aunque las traseras segadoras siguen teniendo el protagonismo. Otra de las ganchudas, la hardcoreta "Always Dead", doble ataque guitarrero y galopadas de la sección rítmica. Por supuesto que se repartieron codazos en el mosh. Todo dios sudando y sin apenas pausa atacan con "The Lines", que también fue muy bien recibida. El chándalizado Caleb continuaba cautivando a los pocos que aún no estaban convencidos.

No faltaron otros temas conocidos del combo como "You Never Know", "Hated" o "I Have a Problem", que la audiencia disfruto a tope. En muchos momentos la conexión fue total, no me extraña que el año que viene les veamos encabezar su propia gira y petar la Santana. Aún quedaban algunas balas en la recamara, por ejemplo "Body Bag", con  una ejecución perfecta, lo mismo que en la montaña rusa de emociones que es "Disease", la pista que da título a su más reciente trabajo.

Yo tuve que marchar a otros compromisos, pero me dijeron que para el final se guardaron, la hímnica "Greatness Or Death" y cerraron su recital con la adictiva y melódica "In Between", imagino a la audiencia cantando con su nuevo ídolo Caleb. Lo que si se, es que dejaron un gran sabor de boca a sus huestes. Seguro que volverán más pronto que tarde.

*Desde Made In Metal, queremos dar las gracias a la promotora Hello Cleveland y a la sala Stage Live por facilitarnos el trabajo.

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