Sala Sonora Erandio
Lunes 26 de Noviembre del 2012

Qué extraño se me sigue haciendo asistir a conciertos los lunes. El último día que a uno se le viene a la cabeza, cuando de planear un bolo se trata,  fue el escogido por Junius para acercarnos un pedazo del Dead Ends Europe Tour. Sin Katatonia ni Alcest en el programa, y con un precio irrisorio de por medio, los de Boston se presentaban por segunda vez en la capital vizcaína con la sencillez como bandera.

Después de que un inesperado problema mecánico, dejase a los cabezas de cartel sin llegar a pisar nuestro país, unos cuantos vimos peligrar la solitaria fecha que se habían guardado los de Boston para el País Vasco, a modo de premio de consolación. Afortunadamente no siempre van a pintar bastos, y gracias a la encomiable labor de la promotora Wombat Booking, que tuvo la visión suficiente como para contratar el evento, y a la profesionalidad que demostró el conjunto norteamericano, todo acabó saliendo rodado.

La escasa representación de aficionados potenciales que nos acercamos hasta la Sala Sonora de Erandio, no tuvimos que aguardar demasiado para tomar posiciones. Era la primera vez que servidor tenia la oportunidad de poner un pie sobre el recinto mencionado, y fue fantástica la impresión que me dejó. Un local completamente nuevo, con aparcamiento a tiro de piedra y la capacidad adecuada como para la clase  de conciertos, que no se pueden encajar en las grandes plazas.

Cordura

A los pocos minutos de haber comenzado nuestra visita a la Sonora, Cordurase subían a las tablas ante unas cuantas decenas de espectadores. Salieron con ganas de demostrar que merecían cada minuto que les habían adjudicado, y en todo momento creyeron en sus posibilidades. Para los que no les sean familiares, mencionar que se trata de una formación que lleva más de diez años revisitando el espíritu perdido de los noventa, e intentando dejar su propia huella en el proceso. No parecían una mala propuesta para dejar la sala caldeada, pero acabaron por alargarse un poco más de lo que hubiese sido necesario.

Cordura

Esta última impresión sin duda se me quedó adherida, por lo escueta que terminó resultando la actuación de la banda encargada de cerrar. Junius no iban a disponer un setlist con la duración que se le presume a un cabeza de cartel, y esto hizo que la balanza no terminara por inclinarse hasta donde tenía que haber llegado. Incluso para una noche de lunes, aquello se hizo exageradamente corto.

Algo menos de una hora sin florituras, fue la exigua recompensa que nos llevamos para casa una vez que The Antediluvian Fire terminó por decirnos adiós. Antes de que ese postrero momento nos alcanzara, los de Boston tuvieron tiempo para presentarnos alguno de los cortes más llamativos de su último Reports From The Threshold Of Death, y para rescatar un par de piezas de su primer trabajo.

Junius

Bajo una languidez que encajaba perfectamente con el espíritu del conjunto, Betray the Grave, All Shall Float y A Universe Without Stars mostraban el gancho que encierran las melodías de esta gente, a la vez que servían para encender la mecha. De primeras pudimos comprobar como los músicos no se encontraban satisfechos con el sonido que les llegaba desde los altavoces. Hacían gestos a la mesa después de cada canción y no dio la impresión de que llegaran a encontrarse todo lo a gusto que hubiese sido deseable. Puede que estuviesen cansados, puede que aquel no fuese su día o simple y llanamente, puede que sea la tónica con la que desarrollen sus actuaciones. La próxima vez que les vuelva a tener delante, podre despejar las dudas.

Junius

Fue en definitiva un concierto que podía haber dado mucho más de sí, pero que tan solo sirvió de prologo a lo que podíamos haber visto. La banda a pesar de todo, sonó con fuerza cuando interpretaba sus temas y sacó la cabeza sin dificultad sobre el muro de arreglos pregrabados que llevaban de apoyo. El problema fue que todo acabo pareciendo una actuación de  grupo telonero, al que no le acompaña un cabeza de cartel que termine por meter la puntilla. Con una selección de canciones tan exigua y una puesta en escena tan discreta, es difícil que una actuación acabe por ser memorable. Nos toca quedarnos con lo positivo y vislumbrar las enormes posibilidades de mejora que llevan estos americanos tras de sí. No creo que tarden demasiado en comenzar a creerse el potencial que atesoran. Cuando lleguen, oiremos hablar mucho de ellos.

Junius

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