Posteriormente al concierto se ha desatado cierta polémica en facebook por la decisión, al parecer de Rob Flynn, de no permitir acceso a los cámaras de medios digitales al foso de fotógrafos. Si bien no podemos asegurar que haya sido él quien por razones desconocidas para nosotros haya tomado la decisión, si es cierto que ese día solo Oscar Gil (puedes ver mas fotos en Oscar Gil Foto) y otro fotógrafo que no conozco pudieron acceder al foso.  Los resultados los verán ustedes mismos si continúan leyendo.

Invitados por Darkest Hour, estábamos allí temprano para entrevistarlos.  El guitarrista Mike Schleibaum fue muy cordial, cortés y agradable y además muy explicito en sus respuestas.  Aqui puedes leer la entrevista. También le agradecemos al manager Tito Picón por su cordialidad y naturalidad.

Una vez en el concierto, como estábamos acreditados dos personas, decidí  llevar conmigo al periodista cubano Camilo Ernesto Olivera, para que viera un buen espectáculo.  No lo defraudé.

A la hora establecida, Darkest Hour entró a  escena, para dar paso a su avalancha sónica.  Comenzaron con “Wasteland” y luego de una breve presentación atacaron con “Rapture in Exile”, ambas de su nuevo disco de titulo homónimo, y los que allí estaban, no todos pero si muchos, conectaron en seguida con la banda.

Con solo 45 minutos de actuación, prefirieron que la música hablara por ellos, siguiendo con “Savor the Kill” y “Violent by Nature”, las dos del disco Human Romance, para volver al Darkest Hour y presentar “Anti-Axis”.  Estaban tocando con sus propios instrumentos, pero ya gran parte de la escenografía de Machine Head estaba montada.

Darkest Hour el CD tuvo una fuerte presencia, “Infinite Eyes” era la cuarta canción que tocaban de este disco, muy recomendable por cierto. Hubo una quinta a continuación,  “Lost for Life”.
 
La banda se dejaba la piel sobre el escenario y el público intentaba guardar fuerzas para Machine Head pero a veces no lo conseguía.  El grupo atacó con una canción de “los viejos tiempos": “Sadist Nation”, que puso a la audiencia en estado de electroshock.  Un poco tardíos, pues ya tocaba cerrar con “With a Thousand Words to Say But One”.

Darkest Hour demostró ser una banda con presente y futuro. En otras circunstancias, con un plato principal menos famoso, se le hubiera prestado más atención. No es la primera vez que viajan como teloneros de Machine Head, según nos contaron.

Rob Flynn y sus chicos se hicieron de rogar un poco, pero cuando salieron al escenario y arrancaron con “Now We Die” de su nuevo disco Bloodstone and Diamond , acabado de salir del horno prácticamente, siendo esta una de las primeras fechas de presentación del disco. El público enseguida respondió y se mantuvo durante los poco más de noventa minutos en estado adrenalítico.  Aquí se unieron las gargantas al unísono para cantar el fácil estribillo de “ashes to ashes”.

Machine Head tiene ya discos suficientes y no se iba a centrar solo en la nueva entrega, decidiendo prodigar un track de Through the Ashes of Empires, titulado “Imperium”, y vaya que a los chicos les gustan las cenizas. Continuaron con “Beautiful Mourning” y un espectacular juego de luces diseñado para enfocar a la banda desde atrás con varios cañones de luz, unido a las luces con que ya cuenta La Riviera para lograr un espectáculo que te llevaba a la entrega total.

Pasaron “Locust” y “Bite the Bullet” donde comenzamos a darnos cuenta que Flynn desafinaba bastante, algo que ocurrió durante tres o cuatro canciones seguidas, parece que no se escuchaba bien, porque luego logró afinar y así se mantuvo hasta el final. Llegó el momento de la archi famosa “Ten Ton Hammer” del Bury my Eyes, que provocó el sudor colectivo.

Retornaron al nuevo disco para interpretar “Ghost Will Haunt my Bones”, y a continuación “Darkness Within”. Tomaron algo del Supercharger con “Bulldozer” y volvieron al Bloodstone and Diamond para interpretar “Killers and Kings”. Ya he leído criticas del disco que si no es como los de antes y no sé que mas. Las canciones que se tocaron esta noche mostraron potencial y en unos años pueden llegar a ser tan clásicos como la que tocarían a continuación: “Davidian”.

Flynn jugó con el público, poniéndolos a gritar los de la derecha, centro e izquierda y la zona que mas gritaba, recibía un vaso con cerveza que el lanzaba. Luego arremetió con “Aesthetic of Hate”, para regresar al Bury my Eyes de nuevo con “Old”.  Con un amago de despedida y regreso cerraron con “Halo”, original de The Blackening. La gente siguió pidiendo y gritando lo de “Machine fucking Head”, pero los técnicos se apresuraron a salir y desarmar, señal inequívoca de que esto se había acabado.

Magnífico concierto, sonido, espectacular, luces impresionantes y selección de canciones hechas para lograr contacto desde el primer acorde. ¿Qué más se puede pedir? Pídelo tú.

Las fotos por cortesía de Oscar Gil, de Santuario del Heavy Metal.

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