Crónica del concierto el Sábado 23 de Mayo en la Sala Stage Live, Bilbao. Por Txema Garay.

Richie Ramone, auto-considerado como el más rápido y potente de los baterías que han pasado por el legado de The Ramones recalaba en Bilbao para presentarnos algunos de los temas de su época con la banda y un puñado de material de cosecha propia. El cartel del bolo mostraba una oferta que parecía suficientemente atractiva como para reunir a unos cuantos seguidores de tan legendaria formación.

Aparecí puntual por la Sala Stage, un nuevo garito de conciertos que poco a poco se va afianzando en la generosa oferta Bilbaína. Nada más entrar y con Golden Grahams recién arrancados, me dí cuenta que éramos solamente media docena delante del escenario. Sin embargo, y a pesar de contar con el peor hándicap que una banda debe enfrentar, la ausencia de audiencia, dieron un concierto como si estuvieran delante de la muchedumbre propia de un festival. Los barceloneses sorprendieron a propios y extraños con hard rock de la vieja escuela, propulsado siempre por su salvaje y efectivo directo.

La siguiente banda en calentar el cotarro antes de los cabezas de cartel, eran los californianos Venrez. Una banda que tuve el placer de conocer en Italia hace unos años abriendo para LA GUNS y a la que tenía especial ganas de ver. Al igual que sus antecesores, contaron con escasa audiencia, pero dieron un buen repaso a su catálogo como si se tratara de ganar como seguidores a cada uno de los asistentes reunidos. Cuajaron una gran actuación, interactuando con todo el mundo y además añadiendo el mérito de conseguir sonar en directo con el sonido tan peculiar que tienen sus discos. Pudimos disfrutar de cortes tan interesantes como “Children of the Drones” y “Sanctity and Karma” que gozaron probablemente del mejor sonido de la noche y con las que aprovecharon para meterse al personal en el bolsillo. Remataron la fiesta con “Unforseen” dejándonos a todos con ganas de más.

A la hora estipulada salía a escena Richie Ramone, muy cercano en todo momento a la audiencia, sin parar de saludar a sus acólitos que no cesaban en decirle reiteradamente que era el mejor batería que ha pasado por la mítica formación. Para gustos, los colores. Acompañándole venían viejos conocidos que ya habíamos podido ver anteriormente con Marky Ramone en Pamplona hace unos años y en el Azkena Rock Festival. No son otros que la extravagante Clare B. y su compañero de fatigas Alex Kane. Además cuentan con otro miembro de apoyo Ben Reagan que se reparte entre batería y guitarra en función de las exigencias del guión.

Encaramos con ganas la propuesta del tercer batería de The Ramones que arrancó con fuerza y actitud como no podía ser de otra forma, consiguiendo enganchar del tirón a todo el público que respondía coreando y cantando entre alaridos. Temas como “Durango’95” o “I don’t wanna go down to the Basement” no son para menos. Richie Ramone repartió el repertorio, cantando en unos temas y tocando la batería en otros. Incluso se atrevió a cantar y tocar la batería al mismo tiempo en temas como “Somebody put something in my drink” con la que consiguió literalmente poner totalmente patas arriba una sala en donde los cubatas circulaban de lado a lado, ayudando a imprimir más ritmo a la fiesta. Su compañera Clare B. echó una mano cantando algún tema como “Bliztkrieg Bop” que a pesar de ser el himno que es, ocupaba una discreta posición en el setlist, tratando obviamente de no darle la relevancia que generalmente ocupa y de la que disfrutaron otros temas menos imprescindibles. Pudimos disfrutar de cortes como “I’m not Jesus” o “I Just Want to have Domething to Do” interpretadas con tremendo sentimiento. De su disco “Criminal”, nos sorprendió con temas como “Better than me” “Entitled” o “Into the fire” que a pesar de ser desconocidas para la mayoría, no desentonaron en absoluto. Se reservaron como broche final “Humandkind” del Too Tough To Die y de bises “Havana Affair” y “Commando” con las que concluirían su frenético y desgarrador bolazo. Por lo visto en las caras de los allí presentes dejaron a todos bastante satisfechos. Satisfacción que fue correspondida con una merecida ovación.

Nota: No pudimos tener un fotografo en este concierto por lo que las fotos no se corresponden exactamente a la actuación de BIlbao, aunque fueron tomadas durante la gira en directo. Mil disculpas. (N del E.)

• < Anterior
• Siguiente >