El recién proyecto bautizado como Dirkschneider empezaron con tremendas ganas al ritmo de 'The Beast Inside del Predator' que abría la velada. De seguido encadenaron con los cortes 'Aiming High' de su carismático álbum 'Russian Roulette', junto con 
'Bulletproof
' y 'Slaves To Metal' del 'Objection Overruled'. Con todo este tremendo torbellino de temas metaleros pudimos comprobar el gran estado de forma en el que se encontraba el vocalista junto con su inseperable bajista Fitty Wienhold. En las guitarras se encontraban el efectivo Andrey Smirnov y el recién nuevo miembro de la banda, el joven brasileño Bill Hudson quién reemplazaba en el puesto al finlandés Kasperi Heikkine. En el puesto de batería estaba el hijo de Udo, Sven, quién ha mejorado su pegada a base de los directos en los que está inmerso actualmente.

Muchos de los asistentes se encontraban algo descolocados al ver que Udo no repartía cera musical con los clásicos himnos de Accept, pero lo que no sabían o se habían percatado era que esta segunda parte de su gira estaba centrada en los temas menos conocidos por la famosa banda alemana. Detalle a los que algunos lo aceptaban con cierta resignación pero en cambio la mayoría lo valoraba, sobre todo por poder presenciar en el escenario al renacido Udo que con sus 65 años atisba mucha más calidad que muchos jóvenes vocalistas, y que la experiencia es un punto muy a favor.

Con un público totalmente entregado seguían los músicos sacudiendo temas como 'Another Second To Be' y 'Protectors Of Terror', para encarar después con la magnífica 'Fight It Black' de su obra maestra 'Balls To The Wall'. Llegaba el momento para el medio tiempo con la emotiva 'Can't Stand The Night', siendo el corte más antiguo del setlist ya que pertencía a uno de los primeros discos de los alemanes, 'Breaker'. De seguido nos ofrecieron el siempre y eficiente 'Amamos La Vida'. En todo ese tiempo pudimos ver la complicidad que tenían encima del escenario los músicos, en especial los guitarristas que se iban intercambiando los solos de guitarra para el disfrute de los allí presentes.

Después de la calma aparecía de nuevo la tempestad sonora con los cortes 'Stone Evil' y 'Hard Attack' para proseguir con la aclamada 'Love Child' del siempre magnífico 'Balls To The Wall'. Hubo tiempo para el corte que da título al álbum 'Objection Overruled' junto con la sorpresa de la noche al encarar la banda con un corte del disco 'Eat The Heat' en donde no se encontraba Udo como vocalista sino David Reece. La elegida fue 'X-T-C'. Después vino la tremada canción 'Russian Roulette' poniendo la sala patas arriba en donde las primeras filas no paraban de mover las cabezas bajo una sonrisa de oreja o oreja y puños en alto.

Con todo esto, llegábamos a final del setlist, quedando para los bises cuatro clásicos de la historia del metal. Tras un breve descanso aparecían en el escenario para encarar la recta final con la extensa 'Princess Of The Dawn' seguida de uno de los momentos cumbres de la noche, la interpretación del himno 'Metal Heart'. Para de seguido atacar al personal con la potente 'Fast As A Shark' y terminar con el público a sus pies con la maravillosa 'Balls To The Wall' que fue coreada por todo el público dejando al personal tremendamente contentos y con algunos años menos encima, por haber vivido la experiencia en vivo de una de las bandas punteras de la historia del heavy metal, Accept, pero interpretadas por el vocalista Udo Dirkschneider junto con una más que 'aceptable' banda de músicos.