Palacio Municipal de Congresos, Madrid, 24 de febrero

Una noche magnifica y un concierto inolvidable. Este concierto en vez de ser un día, debería al menos darse tres o cuatro días. A teatro lleno, la banda interpretó casi una veintena de canciones, y aunque se llamaba Sinfonía del Paradysso, cayeron composiciones de toda su carrera, de esas que con orquestación quedarían muy bien.

Gracias a nuestros amigos de Sober y Ana Rajadel de Asalto Sonoro (muy amable y muy profesional) pudimos asistir a este evento, que clasifica entre los conciertos únicos y que si no se ha grabado para futuro DVD sería imperdonable. ¡Qué oportunidad desaprovechada! ¡Habrá que repetir!

A la entrada, nos encontramos con un concurso de Susuki, ya sabemos la pasión de Sober por las motos, sorteando un casco y una sudadera a través de un concurso en Instagram.  La azafata era una agradable estudiante cubana de odontología, y vamos a ver quién se gana el premio.

La O.C.A.S. se presentó a pocos minutos de las nueve, peregrinando desde el final del auditorio, todos encapuchados, hasta ocupar sus puestos sobre el estrado. Tres telones de fondo donde se proyectarían continuamente imágenes relacionadas con las canciones sería la única escenografía. Con una pequeña introducción orquestal, que permitió la entrada de los músicos de Sober, dieron inicio con “Una vida por exprimir”, banda sonora al libro Un kebab, varias granjas, algunos canguros y una vida por exprimir del escritor Jaime Barroso, compuesto por Carlos Escobedo.

Continuaron con el primer amago de Paradysso, “Animal” y ya desde los primeros momentos nos daríamos cuenta que en este concierto la orquesta no sería un mero acompañante de fondo como ha ocurrido tanto en exitosos conciertos como el “S&M” de Metallica como en los desastrosos arreglos de ambos discos de Dream Theater con Orquesta Sinfónica. Aquí la orquesta haría magníficos arreglos durante todo el concierto, llegando al momento culminante que fue “Estrella Polar” interpretada solo con la orquesta y Carlos Escobedo cantando desde el público.

Parte de la magia estuvo en manos del sonido a cargo de Alberto Seara, quien logró que todos los instrumentos se escucharan debidamente, labor de titán. Él conoce muy bien las canciones de Paradysso pues fue quien lo grabó en los Estudios Cube en el 2002. En las primeras canciones los fotógrafos que estaban delante sentían que si bien la batería sonaba dura y definida, otros detalles se escapaban, pero desde atrás todo se escuchaba con una calidad prístina.

Ya que me salté el orden, comentarles que Carlos dijo a la audiencia que interpretarían canciones de sus otros discos antes de presentar la magnífica “Blancanieves”, single de su obra de 2014, Letargo. Aun así, Paradysso fue tocado íntegramente, con un momento de recordación hacia Alberto Madrid en una de sus canciones.

Uno de los momentos más emotivos ocurrió al final de “Capsula”, cuando la audiencia comenzó cantarle a Carlos el “cumpleaños feliz”.  Carlos recordó que lo había celebrado dos veces, el 23 de febrero, día en que nació y el 24, día del concierto con la O.C.A.S.

Si bien todas las canciones fueron interpretadas simplemente de manera sublime, cada cual dentro del recinto habrá escogido la suya o las suyas. Yo pienso que uno de los momentos más logrados en la conjunción entre orquesta y banda estuvo en la interpretación de “Hombre de Hielo”, aunque quizás en estos momentos de la noche ya estaban ganados todos nuestros corazones ante la visión de un concierto tan especial como prometía ser.

La banda se retiró, para regresar la orquesta unos segundos después, interpretando ese momento que antes mencionamos mientras Carlos nos cantaba “Estrella Polar”. Luego de “No perdones” y “Arrepentido”, todos se retiraron una vez más.

El grupo regresó. Fue en este momento cuando se hicieron los agradecimientos a todos los que hicieron posible la magia. Y Carlos bromeaba que iba a ver si convencía a la orquesta de que regresaran una vez más. Todos sabíamos que sí, y la Orquesta de Cámara de Siero subió una vez más para interpretar “Superbia”.  Los conocedores de Paradysso sabían que aún quedaban dos canciones por tocar, llegando el momento de “Mis cenizas” y terminando la noche con “10 Años” y las consabidas fotos del grupo y la orquesta de espaldas al público.

Las fotos que logramos hacer, aunque son una muestra de la noche, por razones ajenas a nuestra voluntad no tienen el impacto necesario, pero el fotógrafo oficial de Sober, Javier Bragado, estoy seguro que pronto pondrá alguna de sus fotos únicas. Él tuvo la oportunidad de fotografiar durante las dos horas de concierto, así que habrá sacado material jugoso.  Pero aunque hayan salido las fotos más espectaculares, nada se compara con el haber estado allí. Una noche para recordar.

Setlist:
01.    Intro
02.    Una vida por exprimir
03.    Animal
04.    Reencuentro
05.    Blancanieves
06.    Eternidad
07.    Lejos
08.    Naufrago
09.    Capsula
10.    El viaje
11.    Hemoglobina
12.    Hombre de Hielo
13.    Vacío
14.    Paradysso
15.    Estrella Polar
16.    No perdones
17.    Arrepentido
18.    Superbia
19.    Mis Cenizas
20.    10 años

• < Anterior
• Siguiente >