Auto producido / Deadman Producciones © 2018

Tracklist:
I
1.    Purgatory
2.    Into the grave
3.    Invincible
4.    Chaos in mind
II
5.    Darkness Within
6.    The Liar
7.    Enemy of Mine
8.    Wasted Life

Mucho tiempo ha pasado desde que Suru lanzara su disco debut, Catharsis, y en estos seis años de vaivén entre miembros de la banda y asuntos cotidianos, tal parecía que nada iba a ocurrir. Sin embargo, nos sorprenden con Purgatory, que muestra a una banda adulta y madura, como si llevaran veinte años detrás de estas canciones. 

Ellos se definen como una banda de Brutal Goth. Sin embargo escucho las canciones más apegadas al … (y me quedo pensando, mientras escucho, y me doy cuenta que no hay razón para cuestionar la etiqueta que la banda se ha puesto, así que) Brutal Goth. Y es que la violencia extrema de “Purgatory” te puede confundir, pero también hay que apreciar el disco como un todo. Y mientras este avanza, el sosiego se apodera de momentos dentro de las distintas canciones. 

Una banda que me recuerda por momentos a Paradise Lost en su etapa dorada, y que va mezclando momentos de death metal con otros más atmosféricos y oscuros aunque en realidad las atmosferas aquí no significan pasajes bucólicos o simplemente momentos de melancolía oscura.  La canción que más encaja en la percepción del gótico es la séptima pista, “Enemy of Mine”. 

También hay pistas que tienen una marcada influencia de la escuela nórdica. Las influencias de bandas tan reconocidas como Dark Tranquillity  o Amorphis están aquí muy presentes. “Darkness Within” es la pieza más enfocada hacia esta zona, donde Diva Satánica, vocalista de Bloodhunter, está presente. También es la pieza más “potable” para aquellos que no comulguen mucho con lo extremo, junto a “Enemy of Mine”.

La voz de Álvaro Malta es simplemente letal y encaja muy bien dentro de la tímbrica general de las canciones. (¿Canta él en “Enemy of Mine?) Las composiciones en su inmensa mayoría superan los cinco y los seis minutos con largos desarrollos instrumentales. Muy interesantes, en ellas la banda se muestra capaz de crear matices diferentes.  Y esto se debe claramente al lustre de sus miembros.

Las guitarras de Miguel Rodríguez y Daniel Delgado son capaces de crear riffs caóticos y al mismo tiempo melodías sencillas de fácil escucha. Guillermo Lorenzo al bajo sostiene todo el andamiaje sonoro y según leo, Jorge Santos grabó la batería en unas canciones y en otras lo hizo Carlos Vivas de Hiranya. Y el hecho de que suene homogéneo está dado claramente por que la forma de tocarla estuvo en la mente del compositor y no se dejó al libre albedrio del instrumentista.

El resultado es un disco muy interesante del cual la banda debe estar más que orgullosos.  Como va progresando la vida, no podemos augurar si con este la banda crecerá en popularidad y economía, pero con un disco tan sólido el camino debería aparecer. El mismo fue grabado por Carlos Santos y Jens Bogren se encargó de la masterización, finalizando así con éxito aquello que comenzó el pasado año como una campaña de crowdfunding.

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