Pride and Joy Music /Germusica PR (2018)

Tracklist:
1. Heaven’s Gate,
2. Black Water,
3. Comfort Me,
4. Blind,
5. Turn Back Time,
6. Believe In Magic,
7. The Walls,
8. Dead Man Walk,
9. So Long Ago,
10. How Can U Say,
11. Let The Children Dance,
12. How Does It Feel

Lioncage lo han vuelto a hacer. Ya los conocíamos de The Second Strike y de hecho lo allí escrito pudiera muy bien aplicarse a este disco, si bien no veo ya tantas influencias de bandas como Marillion o Huey Lewis and the News y si del hard rock más actual.

La banda sigue haciendo lo que ellos llaman rock clásico y nosotros nos atreveríamos a llamar hard rock AOR. Si bien no llegan a aplicar la melaza del AOR, han creado un grupo de canciones plagadas de armonías vocales que los sitúan dentro del estilo.  Siguen haciendo música que los pone entre los grandes, pero los tiempos son otros y hay que seguir luchando desde una segunda división o incluso tercera.

Un detalle que considero fallido es haber comenzado con una pieza como “Heaven’s Gate”, que considero tiene poco gancho, sobretodo cuando la comparas con el estribillo de “Black Water” o la entrada rítmica de “Comfort Me”, incluso con el pegadizo ritmo y líneas de voz de “Blind”; que son las canciones que continúan el disco. Tres piezas que son éxitos potenciales.

Con aires de blues comienza “Turn Back Time”, que se transforma en una canción con algunos toques de progresivo. La melodía vocal por momentos avanza casi desnuda, solo respaldado por un bajo rotundo, rítmico, sin florituras. Los músicos tienen amplia experiencia pero su idea de la misma no es demostrar que son los más rápidos o los mejores. No se siente una competencia dentro de la banda por demostrar algo sino un trabajo conjunto para que lo mejor, lo inolvidable, sean las canciones.

El comienzo de “Believe In Magic” está apegado a lo mejor del rock americano de los años setenta al igual que “The Walls”, aunque esta muta hacia el rock más enérgico. El vocalista Thorsten Bertermann, sin abusar de su garganta, logra darle a las piezas un toque personal y una calidez extraordinaria. Piezas como esta, en manos de otro vocalista no serían nada, y aquí son algo maravilloso y a veces con un toque tranquilizante que te dan deseos de reposar y escuchar con detenimiento.

“Dead Man Walk” me parece algo inocente en cuanto a la letra que es sobre alguien que está en la prisión de Alcatraz. Una pieza con algo de tristeza a la que se contrapone el ritmo de “So Long Ago”, donde está la invitada Anya Mahnken con una voz muy interesante. “How Can U Say” mantiene el ritmo alegre, con ese magnífico trabajo de guitarra de Lars König.  Aquí es donde me percato que la información dice que hay dos baterías, mientras la foto tiene cinco músicos.

Llegando a los finales, otra pieza con toque americano, “Let The Children Dance”, con esa esencia que nos recuerda a bandas como Toto o incluso Doobie Brothers. Cierran con dobles armonías de guitarra en “How Does It Feel”. Alguien dirá que este CD es un paso de avance en la carrera de Lioncage. Yo pienso que los ratifica como un magnifico grupo con músicos que tienen en su cabeza casi todos los secretos sobre cómo escribir una canción que perdure, si no en las listas de popularidad, en las mentes de muchas personas.

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