Maldito Records © 2019

Tracklist:
01. La Misma Canción
02. Recuerdo
03. Sobre el Mar
04. Inmortal
05. A Cada Paso
06. Avanzo
07. Sólo Algunas Veces
08. Despertar
09. Adoctrinados
10. Nunca
11. Land of Confusion

Si te gustaron Los Suaves, y estoy seguro de que te gustaron, sabes muy bien quien es Alberto Cereijo. Pues N.E.O.,  es la banda de Alberto junto al batería Tino Mojón, debutando con un disco que suena a homónimo.  ¿Y qué hay aquí como herencia de Los Suaves? Pues nada, a no ser esos solos acerados que siempre caracterizaron a Alberto y le dieron a los riffs sencillos de su banda madre y sus letras tan claras y directas el toque de maestría guitarrera. Aparte de ello, nada más.

Comienzan con “La Misma Canción”  y si bien las primeras notas no te dejan adivinar lo que vendrá, esta resulta ser una composición de las que perduraran en nuestra mente. Ya con la entrada de Pedro Regueira nos daremos cuenta de que la banda navega alejándose de Los Suaves. Una voz clara, con mucho sentimiento, unas letras que se enfocan mucho menos en aspectos particulares y unos riffs complejos, sin perder la melodía.

Mientras escucho “Recuerdo”  leo que Alberto grabó los solos en la tranquilidad de su casa. Estos nos muestran al músico tal y como siempre lo hemos escuchado, con momentos mágicos que en lo personal me recuerdan a Vinnie Moore. “Sobre El Mar” habla de Ícaro, de la misma forma que “Inmortal” nos lleva a Platón y el Mito de la Caverna.

“A Cada Paso” pudiera definirse como la balada hasta la segunda mitad en que las guitarras se tornan fieras salvajes. Se han grabado varias capas de las mismas, creando una atmósfera fantástica.  No me esperaba escuchar “Avanzo”, una canción que se compuso en la época de Eco, la banda de Roberto Espinosa donde militaron los tres instrumentistas de N.E.O. Una pieza positivista, sentimiento que florece en muchos versos de este CD y una composición especial.

Las letras las ha escrito el bajista Diego Castro, aunque Pedro las canta como si fueran hechas por él.   El riff ingenuo de “Sólo Algunas Veces” da paso a una pieza casi cercana al pop en su línea vocal y en su optimismo, creando una pieza cuya mejor definición puede ser bella y que por alguna extraña asociación e ideas me recuerda algunos versos de La Unión.  Incluso Cereijo se decanta en su solo por algo más de melodía, aunque inserte un par de escalas rompededos para que se tenga claro que ahí está.  Y no es que tenga un ego inmenso el guitarrista, que no, que si algo me ha asombrado siempre es su modestia.

Más pesado es el riff inicial de “Despertar” que lleva en sí mismo un ritmo que permite a Tino darle alegría a los tambores.  Es la segunda letra donde hay versos que critican a la gente del montón, al rebaño. Indudablemente, son las letras el segundo plato fuerte de este disco. “Adoctrinados” comienza con un riff de los de toda la vida, ¿Será esta la balada? , Diría yo que se trata de una letra política, aunque seguro la banda no lo piensa así. Dirían quizás que se trata de una crítica al sistema, pero a mí que vengo de otro “diferente” me viene como anillo al dedo, así que finalmente todos los gobiernos tienen la misma base. 

La pieza anterior me dejó algo triste, pero el ritmo de “Nunca” me trae otra letra que también me retrata aunque con rostro diferente.  Tino y Diego mantiene la sección rítmica con entusiasmo, y me gusta que hayan trabajado los contratiempos. Aquí se debía acabar el disco, pero…  Hay un bonus track que es una versión del popular, pero jamás clásico tema de Genesis, “Land Of Confusion”. Una canción que pienso que grabaron porque les gusta mucho, pero que fuera de eso queda en una anécdota, aunque ya amenazan con tocarla en directo, y posiblemente la gente le guste y brinque mucho más que con los temas originales. Ya sabemos que a la gente le gusta lo conocido.

El disco fue grabado en los estudios Cube de Madrid por Alberto Seara y en planta Sónica de Vigo por Pancho Suárez y Alberto Seara y masterizado en los Estados Unidos por Dave Donnelly. Un debut magnifico donde Alberto Cereijo hace lo que sabe, que es sacar fuero a la guitarra, acompañado de músicos más que solventes.

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