Tracklist:
01. Don't Call It Love
02. In The Blood
03. Heartbreak City
04. The Devil That You Know

05. Change Or Die
06. Roll On
07. Insanity
08. Hellbender
09. Wild Horses
10. Holding On
11. Last Outcast
12. Arrows And Angels

 

La carrera musical de Quiet Riot se mantiene activa y como buena prueba de ello han lanzado éste “Hollywood Cowboys” que ha sido producido por el batería y miembro original de la banda, Frankie Banalli, quién asegura: ‘es el disco más variado de Quiet Riot en el que haya trabajado. Va a cubrir muchos aspectos, creo que va a sorprender a mucha gente y espero que sea una sorpresa agradable’. Y tras esa afirmación le podemos dar toda la razón. Este nuevo disco es muy variado a nivel compositivo y musical compuesto por doce canciones que tienen bastante poco en común entre ellas pero que quizás durante el tramo final naufragan algunas de ellas sin llegar a buen puerto dejando sensaciones algo frías.

A destacar el sonido crudo que desprenden los instrumentos dando la sensación de haber sido grabados directamente en el estudio tipo jam session y recordando quizás ese sonido tan peculiar que destilaban las clásicas bandas de heavy hard rock de los ochenta y noventa. Como prueba de ello tenemos la inicial ‘Don't Call It Love’ que parece haber sido escrita durante dicha etapa. En ‘In The Blood’ el comienzo es algo lento pero va recuperando energía a través de la voz de James Durbin y del ritmo que imprime Alex Grossi en la guitarra junto al Chuck Wright en el bajo y el propio Frankie Banalli en la batería. Con ‘Heartbreak City’ retroceden en el pasado y nos ofrecen el clásico hit – single del disco con dobles voces y estribillos pegadizos marcados por unos riffs de guitarra destacables junto a varias melodías vocales. La acelerada ‘The Devil That You Know’ mete el ritmo en las venas de cualquier rockero amante del clásico glam rock. En cambio el áspero sonido de la batería en ‘Change Or Die’ desluce el corte quedando como un mero relleno dentro del cómputo general del álbum. Con ‘Roll On’ nos sorprenden al encarar la banda un blues rock en toda regla con voz fémina que nos les queda nada mal y que a su vez resulta extraño que lleve el nombre de Quiet Riot.

Tras la sorpresa sonora anterior nos devuelven al terreno clásico de la banda con la agresiva ‘Insanity’ donde destaca la destreza en la guitarra de Alex y la contundencia de Chuck y Frankie en su sección rítmica junto con un fantástico James en las voces. En ‘Hellbender’ bajan algo el ritmo y nos muestran un medio tiempo lleno de estribillos vocales con cierto aura a Poison, Ratt o Mötley Crüe pero sin aportar nada más. El desacierto se va apoderando durante este tramo del disco y ‘Wild Horses’ es buena prueba de ello en donde lo único destacable es la guitarra de Alex y quizás la labor vocal de James. Con ‘Holding On’ siguen por un rumbo sonoro que hemos escuchado anteriormente y que realmente no llegan a transmitir buenas sensaciones, pero en cambio con ‘Last Outcast’ se salvan de la quema al aportar un frenético corte como los de antaño, menos mal y como se suele decir mientras hay vida hay esperanza y esa es la sensación al escuchar dicho tema. Y para finalizar nos vuelven a alegrar con la incisiva y melódica ‘Arrows And Angels’ dejando una agradable sensación tras la escucha de éste “Hollywood Cowboys” que contiene canciones más destacables que otras que son de las llamadas ‘de relleno’. Menos mal que en líneas generales las buenas canciones superan a la menos acertadas. A pesar de ello, podemos estar más que orgullosos de que Quiet Riot sigan estando en la brecha dentro de la escena hard rockera internacional.