Con una anticipación de aproximadamente una semana a la fecha de lanzamiento mundial (13 de septiembre), cae en mis manos el nuevo material de una de mis bandas favoritas: Dream Theater. El disco, títulado "A Dramatic Turn Of Events" (Un giro inesperado de los acontecimientos), viene precedido por un de los sucesos más inesperados de los últimos años: el abandono de Mike Portnoy, baterista, fundador y cerebro conductor de la banda, acompañado de toda una campaña de los medio publicitarios. Haciendo un poquitín de historia:

 Mike Portnoy abandona la banda a finales del 2010 después que no logran ponerse de acuerdo al respecto de un período de descanso y exploración musical que el baterista deseaba tomarse. Claro Portnoy siempre ha estado envuelto en muchísimos proyectos paralelos, pero un hiatus de 5 años era algo casi inaceptable por el resto de los miembros de Dream Theater. El suceso golpeó fuertemente a los restantes miembros de la banda. Como el mismo Jordan Rudess declarase: "cuando colgamos el teléfono de hablar con Mike y su decisión se hizo firme, me senté en la escalera del estudio a llorar". Sin embargo los restantes miembros decidieron seguir adelante, y durante el mes de Octubre del 2010 desarrollaron audiciones para escoger un nuevo baterista. 8 bateristas fueron convocados: Mike Mangini, Virgil Donati, Marco Minnemann, Peter Wildoer, Thomas Lang, Derek Roddy y Aquiles Priester. Y el viernes 29 de abril de este año, después de muchísima espera Mike Magini fue públicamente anunciado como el sustituto de Mike Portnoy. La banda entró al estudio para trabajar su onceno album en el mes de Mayo, a pesar de que muchas de las pistas ya estaban semi compuestas. Las pistas de batería fueron creadas por Petrucci en un software y entregadas a Magini, que se las estudió y añadió algunos detalles. Magini no participó en la creación musical ni lírica del album, el cual marca la primera vez en la historia de Dream Theater en que todos los miembros restantes colaboran juntos en la composición, dejando atrás la supremacía del dueto Portnoy/Petrucci que se encargaba del 95 % de las letras y buena parte de la música. El disco sale a la venta el próximo día 13 con tres ediciones: una regular que contiene el álbum, una edición doble con un DVD adicional que incluye un documental filmado por la banda llamado "The Spirit Carries On", el cual recoje todas las incidencias del proceso de selección de nuevo baterista, incluyendo fragmentos de las audiciones de cada uno de los candidatos, y una edición de lujo, para coleccionistas, que además de incluir el álbum y el DVD incluye además el album en su totalidad en version instrumental, dos LP de 180 gramos en una carpeta doble, un disco antiestático para un aparáto fonográfico, una litografía de la portada del disco y 50 afortunados encontraran una "Entrada de por vida" que se ha incluido al azar. Todo se incluyen en una Hermosa caja con un acabado diseño. Pero bueno, basta ya de historia y vamos "al grano".

 El disco comienza con "On The Back Of Angels", que además fue lanzado como el primer single del disco. La pieza tienes todos los elementos que la colocarían como un tema más del disco anterior "Black Clouds And Silver Linnings", e incluso después de varias escuchas se pueden percibir las similitudes estructurales con el track inicial de dicho album "A Nightmare To Remember". Después de un intro de teclados y guitarras que se me antojan tenebrosos la canción se desata con las acostumbradas guitarras rítmicas que Dream Theater lleva utilizando inequívocamente desde "Train Of Thought". James LaBrie hace un muy buen trabajo vocal y le coloca su acostumbrada sonoridad a las partes más melódicas de la canción incluyendo el estribillo. La batería del recién llegado Mike Mangini es exacta, pero sin momentos que la hagan sobresalir, lo cual no es para nada sorprendente considerando que cuando fuese incluído como quinto miembro de la banda reemplazando a Portnoy ya las partes de bateria habían sido escritas por Petrucci y Rudess. Sin embargo la canción deja entrever desde el minuto 6 lo que va a ser un sello en este disco: la preponderancia de las partes de teclado y piano, mucho más acentuadas que en los cuatro discos anteriores. Según el mismo Jordan Rudess declarase: "cuando nos tocó sentarnos a escribir, John (Petrucci) y yo nos sentimos libres". Es evidente que ese comentario alude al espírítu de Portnoy como principal compositor de la banda y cerebro director, pero en este caso las consecuencias del cambio no son para nada de una índole que afecte el sonido de la banda. El tema tiene unos 8 minutos y deja un buen sabor de boca como opening del CD sin resultar para nada novedoso.

 Inmediatamente arranca como segundo tema "Build Me Up, Break Me Down",, el cual podría en mi opinión haber sido el tema escogido para single de promoción del disco, lo cual además seguiría la tradición que ha caracterizado a Dream Theater en los últimos tres CDs, que es el de elaborar un segundo tema de corta duración (Véanse "The Answer Lies Within", "Forsaken", y "The Rite Of Passage" en los anteriores tres lanzamientos). Cuando arranca es el clásico tema que te puede arranca una exclamación de sorpresa. El inicio con unos teclados techno, una batería electrónica y unas guitarras dignas de cualquier grupo de metalcore del momento, se despliega de manera poderoso y te das cuentas que es un tema pegajoso, perfecto para los conciertos y nada progresivo, con un estribillo que estarás tarareando durante los próximos días casi inconscientemente. LaBrie canta al comienzo con voces electrónicamente deformadas antes de regalarnos el coro que hace al tema brillar. Si conoces la historia de la banda inmediatamente piensas en un tema del "Train Of Thought" llamada "Honor Thy Father" el cual estaba bastante cerca del estilo de esta canción, sin embargo "Build Me Up, Break Me Down" es una composición mucho más simple que aquella, pero pegajosa y potente, que puede perfectamente sonar en la radio. Alrededor del minuto 4:30 hay un solo de teclados con el puro feeling que Rudess puede regalar, y el tema concluye desvaneciéndose lentamente dando paso a un final orquestral.

 El siguiente tema "Lost Not Forgotten" (quizás una velada referencia a Portnoy "Perdido, pero no olvidado" que nunca sabremos a ciencia cierta) comienza en el mismo final orchestral en que concluye el anterior, con el sonido del viento y el galope de unos caballos que se esfuman cuando un precioso intro de piano se desliza a través de los speakers. Inmediatamente Petrucci y Mangini levantan la parada mientras el piano se mantiene en el background, dando paso a una "galopada" no muy lejana en concepto a "under The Glass Moon", esa magnífica pieza del imperecedero album "Images And Words". Sin embargo las guitarras rítmicas de Petrucci "enlentecen" súbitamente el ritmo mientras LaBrie canta con un tono afilado, mucho más bajo y agresivo, lo cual demuestra que su voz ha sanado completamente desde aquel envenenamiento por intoxicación que puso en riesgo sus capacidades vocales allá a mediados de los años 90. EL tema se alterna con partes más lentas y más rítmicas e incluso hay momentos en que LaBrie canta por encima de un acompañamiento semi-jazzístico, que refleja claras influencias de Yes y que recuerda vívidamente algunos pasages del tema "Octavarium" del CD homónimo. El esencial solo de Petrucci/Ruddess que asoma escalas a lo Yngwie Malmsteen, pero mucho más comedidas y melódicas en lugar de veloces da paso a la sección final, donde nuevamente te recuerdas de otro tema, pero esta vez de "Erotomanía" por los súbitos cambios de ritmo. El coro del tema conduce sin descanso hasta un final a la altura del minuto 10 que te deja jadeando.

Se inicia "This Is The Life", la cual abre con un amplio sonido de guitarras introduciendo un excelente intro de Petrucci con mucho feeling. Si mezclas el comienzo de "Another Day" y de un tema de Pantera "Cemetery Gates" puedes tener la idea exacta. La canción es más una balada también apropiada para radio que la anterior, a pesar de que dura sus buenos 7 minutos. Es un tema lento, con excelente melodía, donde LaBrie canta de manera excelente y que finaliza con un solo épico a pesar de no ser muy largo y que me transporta a la época de "Falling Into Infinity". Nuevamente los teclados juegan un papel preponderante en la pista, añadiendo miles de sonoridades y envolviendo el sonido de manera similar a "The Best Of Times". La fantástica combinación del inicio aparece nuevamente al final y te deja deseando más.

 Hasta este punto no se extraña la ausencia de Portnoy en las baquetas, si bien la batería, que suena en su justo lugar, carece de los "atrevimientos" del anterior ocupante del puesto. Casi sin percatarte llega el tema 5 "Bridges In The Sky", el cual fue renombrado de su original nombre "The Shaman's Trance". El inicio es precisamente el rugido de un curandero rodeado de sonidos de una jungla que súbitamente se convierten en un coro Gregoriano de una iglesia con arpa incluida, que se remata de nuevo con un acallado rugido del hechicero. Inmediatamente unas guitarras rítmicas atronadoras que dejarían a los guitarristas de Disturbed con el rabo entre las patas hacen acto de presencia, mientras los teclados acolchan con un sonido enigmático. El tema cambia, de más melódico a más fuerte, y LaBrie canta similar a "Six Degrees Of Inner Turbulence". Las guitarras de Petrucci jamás abandonan el papel principal. Por momentos, en las partes más complicadas, la canción parece como sacada de "Scenes From A Memory", y en esos fragmentos la batería por primera vez se aparece más atrevida, con algunos cambios sobre un ritmo medio arábico que a pesar de que han usado antes suenan perfectos. El final sobre la acostumbrada sección rítmica de Petrucci/Mangini nos deja con otros gruñidos guturales del shaman.

La siguiente pista "Outcry" se inicia con susurros que me recuerdan el latido de un corazón monitoreado por una máquina, y otros intrigantes que dan paso a un "asalto frontal" de guitarras rítmicas y teclado en background como solo Dream Theater sabe hacer. De repente el tema comienza a sonar medio techno nuevamente, medio mosh, con un sonido apropiado para radio. James canta enfocado en su rango vocal medio, sobre un acompañamiento que varía nuevamente incluso deteniéndose sobre un teclado de fondo y se hincha con su falsetto cuando el sonido mosh arranca de nuevo. De repente se desboca otra sección instrumental, la más larga del album, que te deja tratando de adivinar a qué suena esta vez, y donde los 4 músicos hacen de las suyas, con un papel preponderante para Rudess, que definitivamente se ha tomado el álbum casi para él solo. Petrucci adorna alrededor del minuto 7 con un breve solo melódico antes de que Rudess haga otras filigranas y nuevamente las guitarras rítmicas (caramba, los chicos de Metallica debieran de escuchar este album). De repente el piano, el bajo y la batería se quedan solos y James canta de nuevo con una voz preciosa un corto estribillo antes de que se precipite el atronador final, que te golpea más duro que un trago de whisky en la mañana, y que se acalla de repente.

 "Far From Heaven" es una hermosa pieza de James y Jordan, de solo 4 minutos, perfecta para mirar a una mujer a los ojos o bailar cuerpo a cuerpo. Es un tema con una letra melancólica y oscura, que trasmite tristeza, pero perfectamente estructurado sobre el piano y la voz de James, y que me recuerda a "Wait For Sleep" pero menos bombástica, más comedida.

 "Breaking All Illusions" es la pista 8 y es la primera canción escrita enteramente por el lacónico bajista John Myung que se incluye en un album de Dream Theater. Es un tema que suena diferente, con muchas más reminiscencias de la época "Awake", donde las guitarras no crujen como en las pistas anteriores, sino que se dedican a adornar, un tema progresivo mucho más al estilo de los primeros discos, y mi tema favorito del disco. Es también el tema más largo del álbum, con más de 12 minutos. Tiene un estribillo melancólico, sonidos de voces en background y una instrumentación que me arranca una sonrisa porque cambia y evoluciona, con el piano coqueteando con sonidos a lo Rick Wakeman y la batería recordando mucho más a Portnoy (qué difícil resulta no comparar). Todas las influencias están aquí: Marillion, Yes, Rush Y Pink Floyd mezcladas. Y el solo de Petrucci a partir del minuto 7 es bestial, porque es puro feeling, nada de velocidad y trasmite una sonoridad que no escuchaba en el fenomenal guitarrista hace muchos álbumes atrás. El tema se retuerce y termina de manera perfecta. Excelente trabajo de Myung, definitivamente es una de las mejores consecuencias de que Portnoy no esté, su talento pudiera haber sido más explotado a la hora de componer.

El tema final es una balada acústica "Beneath The Surface", algo que había estado extrañando desde hace mucho tiempo, desde "Take Away My Pain" para ser exactos. Es simple, conmueve y te hace imaginar a James sentado en el escenario mientras Petrucci toca la guitarra acústica. Hay algo en esta canción que me transporta a la época de los Dream Theater más jóvenes, aunque para ser honestos todo el album rezuma una intención, a mi modo de ver, de regresar a la época anterior. Es un disco mucho menos ambicioso, no concebido como una explosión sónica sino como un álbum coherente. Sí, es cierto que tiene todos los elementos de los discos anteriores, pero eso es algo de admirar, es bueno cambiar, pero también tener un estilo. Y Dream Theater no cambia de dirección en este CD, sin embargo evoluciona un poco, y se cohesiona. Es bueno señalar que el diseño de portada y las fotos interiores a cargo del artista Hugh Syme son excelentes y dejan espacio a muchas interpretaciones diferentes.

 Dream Theater no están reescribiendo la historia del metal progresivo en este álbum, ni creo que esa sea su intención. Sin embargo es un lanzamiento sólido, variado y con todos los ingredientes para triunfar. Después de seguir cada paso de la banda durante los últimos 25 años he llegado a añorar el sonido de los primeros álbumes y realmente estaba bastante escéptico con respecto a la salida de este disco, pues los anteriores dos han mantenido una apuesta diferente, más en la vena metalera y restando preponderancia a la parte progresiva. Sin embargo este "A Dramatic Turn Of Events" me ha dejado un muy buen sabor de boca. Mi veredicto final: Si no lo has comprado aún, corre a pre-ordenarlo. Ya yo lo hice.