1.Universal

2.Clarity

3.Falling Down

4.Weaver

5.These Few Words

6.A New Kind of Sideways

7.Icarus Eyes

8.One and the Same

 

Con una amplia y diversa gama de influencias el trío británico Kepler Ten está lanzando su nuevo álbum 'A New Kind Of Sideways', lanzado a través de White Star Records el 20 de noviembre, sello propiedad del talentoso John Mitchell (Frost, It Bites, Lonely Robot). Después de su debut discográfico “Delta V” en el 2017 de gran aceptación por crítica y los seguidores del género, terminando con algunas giras de alto perfil con Lonely Robot y Von Hertzen Brothers. Con grandes influencias de bandas como Rush, Toto, Asia hasta unos Queensryche. Ahora con Alistair Bell, como nuevo guitarrista en sus filas, con altísimo talento y fusionando sintetizadores celestiales con riffs y tintes de rock melódico con fuertes sonidos progresivos. Kepler Ten mantiene el espíritu del sonido de los 80 y lleva su legado al siglo XXI, logrando un fantástico álbum muy superior a su antecesor con ocho cortes de puro Hard prog melódico con muchos matices y una gran variedad de sonidos emprendiendo un viaje verdaderamente maravilloso que muestra el talento de los tres músicos para tocar sus instrumentos con alto nivel de virtuosismo e improvisación. 

 

La primera pieza “Universal”, un pequeño instrumental de carácter celestial en su comienzo, tomando mayor energía en sus finales en forma de entrante para darte un indicio del abanico musical que estas por escuchar. El corte dos “Clarity” es una pieza inmensa y relajante que abre las puertas del álbum con una introducción instrumental preciosa, la melodiosa voz de James se te cuela por las venas proporcionándote un estado emocional indescriptible, seguido de unos lujosos juegos vocales acompañados por un reluciente piano, retoma un mayor ritmo a medida que avanza con una base rítmica muy sólida, dando paso a un riff espectacular con una línea de bajo que retumba en tus oídos, en fin, exquisitamente ejecutada. Otra de las joyas del álbum es “Falling Down” el sencillo principal de la banda (que tiene un video retro) contienen melodías estruendosas con un poderoso estribillo y unos coros que matan, los sintetizadores enfocados en láser se mezclan con bajos muy prominentes, algunos cambios de ritmo con unos matices sonoros de lujo, su nuevo guitarrista Alistair Bell demostrando sus cualidades con las seis cuerdas nos regala un solo magistral, una pista adecuada para repetir una y otra vez hasta saciarte del todo. 

 

De mis preferidas “Weaver” una delicia de pieza, me recuerda a Queensryche de mediados de los 90 en sus inicios con mucha melodía y James Duran con unas tonalidades cautivadoras y emocionantes, tomando vitalidad sobre el tercer minuto con algunos pasajes jazz rock y unos cambios de ritmos enloquecedores con uno de los riff más alucinantes del álbum, adornada por un discreto, pero fino piano en sus finales. Le sigue “These Few Words” el sonar de un bajo muy voraz da sus primeros acordes con una cálida voz de James Duran que acto seguido me recuerda a Sting por algunos momentos, tiene acordes felices en todas partes, utilizando más recursos disponibles para animar la música, por la creación de climas y atmósferas de puro hard prog, riff más el carácter dramático impuesto por las bases y orquestaciones de los teclados y la prontitud con la que el canto de James entra en acción refuerzan la luminosa energía sónica del tema. La enorme “A New Kind of Sideways” con fuertes influencias y sonidos a Rush de sus años más actuales, pegadiza y emocionante, posee otro elegante riff  con un destacado y reluciente trabajo de batería desarrollado por Steve Hales, con el enorme poder de Duran (adoro como canta este frontman amigos) sacando sus tonalidades más agudas. 

 

“Icarus Eyes” comienza con un ligero tono de guitarras acústicas y voces entrecortadas, un arco agradable muy elaborado y melodioso, dando un giro espectral y celestial en sus finales para cerrar con una corta pero letal demostración de un fulminante drums. Cierran con “One and the Same” la pieza de mayor duración con 20 minutos, pero nada aburrida colegas, con un abanico musical muy variado y prometedor, desde pasajes discretos y melodiosos hasta unos sonidos de metal prog con potentes guitarras, de seguro por momentos te podrán recordar a los canadienses de MYSTERY en su etapa con Benoit David, prog rock directo que utiliza su tiempo sabiamente para establecer diferentes patrones con una amplia gana de ritmos y sonidos con elevado nivel de improvisación y creatividad, las voces de James Durand son claras y profundas, donde de nuevo Steve Hales cumple su doble función con el piano y la batería de una forma muy meritoria, coros reservados para el final con uno de los riff más largos del álbum de Alistair Bell punto a destacar por su impecable y merecida labor en toda esta travesía sonora donde fluye un éxtasis natural indescriptible.

 

Como dato adicional quiero agregar para los que llevan créditos y estadísticas que este James Duran es el vocalista del proyecto ingles Arrival junto a Lee Abraham (Galahad) y Kyle Fenton (Cosmograf) que nos regalaron el fantástico “Light From A Dying Star” 2020 al cual ya le hemos dedicamos un espacio en nuestra web, ya perdí la cuenta de las veces que he escuchado este álbum amigos, en mi opinión muy personal creo que Kepler Ten han superado con creces su lanzamiento anterior con una enorme producción, composición, sonoridad y elevada maestría musical, sin dudas este es uno de los discos que más he disfrutado en el género en 2020. Parece que puedo escuchar esto todos los días y te animo a que lo pruebes si no lo has hecho. Altamente Recomendado.