Century Media Records

Tracklisting:
01. Feel It Linger
02. Head On A Spike
03. Cave In
04. Become Divine
05. Digging Through Glass
06. Nothing To See
07. 1 1 7 6 2
08. Dissolve
09. Fast Asleep
10. All That I Am
11. Voice In The Choir

Los norteamericanos Orthodox (no confundirlos con la banda de Doom/Drone/Avant-Garde Metal de Sevilla), vuelven este año con su nuevo trabajo de larga duración bajo el nombre de “Learning To Dissolve”, que se convierte ya en el tercero de su carrera musical. El plástico verá la luz en unos días, ya que será lanzado el 19 de agosto, a través del sello discográfico Century Media Records.

El álbum comienza con la canción "Feel It Linger", que desde el primer momento, destila una belicosidad, así como un poder de lo más atrayentes. Y, es que, la agrupación norteamericana, ya deja impregnada lo mejor de su personalidad, en la que sobresale un instrumental repleto de acometividad en todo momento, donde la compenetración de las cuerdas y la batería, es digna de admirar. Mientras que al frente de todo el conjunto, se sitúa un frontman que, a través de sus portentosas cuerdas vocales, se posiciona por encima de los instrumentos, liderando de manera brillante a toda la formación. En la misma línea, le sigue "Head On A Spike", donde las influencias de Nu Metal, se dejan entrever de manera más clara y auténtica, aunque, por supuesto, quedan reforzadas por la faceta más salvaje de la banda. Es curioso, porque en algunos fragmentos, llegan a recordar a los míticos Slipknot. Aunque, la potencia sigue subiendo con "Cave In", donde las cuerdas suenan de sobresaliente en las manos de Austin Evans y Shiloh Krebs. Este es de esos temas que no te cansas de escuchar, ya que contiene los elementos necesarios para mantenerte enganchado a la naturaleza tan enérgica y provocadora de esta agrupación estadounidense. Aunque, gran parte del protagonismo también recae en la voz, que continúa liderando a todos los integrantes de forma sensacional. Bajo mi punto de vista, es de los mejores trallazos de este nuevo trabajo y con bastante diferencia.

En "Become Divine", es la batería por parte de Mike White, la que nos da la bienvenida, a la que rápidamente se le suman la guitarra y al bajo. A rasgos generales, este es un corte con cambios frecuentes en los ritmos y con un interesante juego de voces, donde Adam Easterling, explora distintos registros vocales. Eso sí, un gran vigor y una fuerza colosal, inundan cada una de las notas de esta pista, que se mueve por los senderos más contemporáneos del Nu y el Hardcore. Es otra de las joyas más resplandecientes de la corona. Continuamos de la mano de "Digging Through Glass", que destaca por sus ritmos cada vez más acelerados. En este caso, Orthodox, resaltan su lado más potente y acometedor, con él culminan en un estribillo de auténtico sobresaliente, ya que la personalidad de los norteamericanos, está presente a cada instante. Por el mismo camino, continúan en "Nothing To See", aunque en esta canción, entremezclan los dos géneros que conforman su estilo musical, de manera soberana, donde podemos apreciar, como todos los elementos se funden a la perfección. Es increíble. En el séptimo puesto, suena 1 1 7 6 2, un tema de apenas un minuto de duración, que sobresale por su atmósfera de lo más misteriosa; pero que nos lleva hasta "Dissolve", que sigue por esa misma línea tan poderosa a la vez que belicosa, con la que la formación llevan haciendo las delicias a lo largo de este nuevo trabajo. Un instrumental furioso y unas cuerdas vocales, repletas de vigor, crean este corte cuya composición es todo un acierto, ya que la banda, sigue desprendiendo toda su esencia a raudales.

Aterrizamos en "Fast Asleep", donde, en este caso, son las guitarras las que se llevan todo el protagonismo desde el primer segundo, abriendo para la pista más belicosa del tercer larga duración de Orthodox. Es de las canciones en las que mejor se vislumbra esa compenetración entre el Nu Metal junto al Hardcore, que aporta esa sonoridad tan agresiva y, que por supuesto, da lugar a la enérgica personalidad del cuarteto estadounidense. Sin duda alguna, es una canción que te deja el cuello roto; por no mencionar el gran acierto que es a la hora de llevarla al directo. Cuando creías que la agrupación no podía seguir sorprendiendo casi al final del álbum, llega "All That I Am", ya que la banda, no duda en mantener toda la fiereza que ya habían conseguido a lo largo de todo el plástico, y deciden llevarla un paso más allá, a través de una composición más ambiciosa que la anterior. Echan el cierre con "Voice In The Choir", de ritmos ágiles y un sonido de lo más fiero que cortan de manera muy brusca a partir del segundo minuto, donde de manera contraria, nos encontramos con un fragmento muy sosegado, una situación que no les habíamos escuchado en temas anteriores, aunque sí que sobresale una ambientación muy enigmática, para después, volver a introducirnos de lleno, en la fortaleza de esta banda tan peculiar. En general, estamos ante un final más “llamativo”, pero que cierra de manera brillante a la par que acertada.

Para mí, este disco ha sido uno de los grandes descubrimientos de este mes de agosto. Orthodox, es una banda que desprende una combatividad y una agresividad increíbles, y eso lo plasman en cada uno de los cortes de su nuevo trabajo, el cual es altamente recomendable. Sin duda alguna, es otro de los posibles candidatos de la lista de los mejores lanzamientos de este año.

 
Photo: Nick Chance

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