Napalm Records

Tracklist:
01-Overture (Intro)
02-The Great Divide
03-Eventide
04-One More Flag In The Ground
05-Opus Of The Night (Ghost Requiem)
06-Midsummer´s Eve
07-Bloodmoon
08-Nightsky
09-The Looking Glass
10-New Babylon
11-Willow
12-My Pantheon (Forevermore)
13-Ephemera (Outro)

Kamelot, están de vuelta este año arropados por Napalm Records, para lanzar su decimotercero trabajo de larga duración. Lo han bautizado como 'The Awakening', tomando este nombre del despertar global después de la Pandemia de Covid-19. El plástico ha visto la luz el 17 de marzo.

A modo de intro, suena "Overture", que de manera rápida nos lleva ya hasta "The Great Divide", donde los teclados dan forma a una ambientación orquestal bastante ostentosa que envuelve a toda la formación desde el primer instante, enseguida, se le unen unas cuerdas repletas de brío así como una batería muy vigorosa, que terminan de reforzar a la pista por completo. Hay que destacar los constantes cambios de ritmos que apreciaremos a lo largo de toda la canción que dan lugar a esa energía tan característica de Kamelot, para después, culminar con un estribillo de lo más contundente. Los norteamericanos empiezan con lo mejor de su esencia a flor de piel. Le sigue "Eventid"e, que sube los niveles de intensidad desde la primera hasta la última nota. Esto se debe, sobre todo, a la intervención de distintos elementos sonoros, como por ejemplo algunas sutiles melodías de violín que se funden por completo con las atmósferas creadas por los teclados, o incluso, la breve intervención de voces un poco más oscuras que contrastan con las cuerdas vocales tan edulcoradas del frontman. Aun así, bajo mi punto de vista, es una de las joyas más resplandecientes de la corona. "One More Flag In The Ground", es un tema que trata sobre la lucha y la superación de alguna enfermedad, así como los retos mentales a los que todos nos enfrentamos día tras día. Para ello, la banda nos deleita con una sonoridad potente y combativa a rabiar, dos elementos indispensables para resaltar el mensaje que los estadounidenses quieren transmitir a su público. De hecho, hasta la voz de Tommy Karevik, resuena con un poder increíble e incluso, se le escapan unos tonos cada vez más altos y que portan una garra de lo más interesante y acertada por igual.

Llegamos hasta "Opus Of The Night (Ghost Requiem)", un corte que resalta la auténtica personalidad de la banda, la cual queda muy bien llevada a cabo por ese Power de ejecución impecable y que transmite intensidad y acometividad por un tubo, donde también hacen su aparición las influencias melódicas de la agrupación norteamericana, dando lugar a un estribillo 100% Kamelot. Mientras que "Midsummer´s Eve", se encarga de resaltar la faceta más emotiva de la formación; ya que es la primera balada que hace su aparición en este nuevo trabajo de larga duración. Cómo no podía ser de otra manera, destacan los ritmos pausados y unas melodías de lo más armoniosas, mientras que es el frontman, es el que aporta la frescura y la suavidad a través de unas cuerdas vocales muy edulcoradas. Personalmente, me ha encantado la intervención del violín al inicio y como da paso al piano, para después, fundirse ambos instrumentos a lo largo de la pista. La potencia, vuelve a subir de la mano de "Bloodmoon", que nos hace disfrutar de sus ritmos acelerados que dan lugar a un sonido feroz. En este caso, las guitarras impulsadas por Thomas Yougblood se lleva la palma por completo, ya que se compenetran a la perfección con unas ambientaciones orquestales de verdadero sobresaliente. La agrupación vuelve a ofrecernos sus estribillos tan enérgicos, que dan lugar a un gancho muy poderoso. En este caso, Kamelot han cuidado al máximo cada detalle que forma parte de la composición. En cambio, en "Nightsky", nos encontramos con la canción más llamativa del plástico. En ella, los estadounidenses recurren a unos teclados de lo más excesivos y a una atmósfera de carácter electrónico. Es un tema muy provocador, en el que la banda ha querido experimentar un poco más pero sin perder su esencia. Los teclados tan prominentes de Oliver Palotai, continúan siendo los protagonistas del siguiente corte, "The Looking Glass", aunque esta vez, la formación ha preferido mantenerse dentro de sus composiciones tan melódicas y sin ningún tipo de sobresalto, donde todo funciona a la perfección desde el primer momento. De vez en cuando, vuelve a dejarse ver el violín, que arroja una faceta más sinfónica a las intensas melodías de los Kamelot.

"New Babylon", es la otra joya que escucharemos en este álbum. Ya que en esta pista, la banda cuenta con la intervención vocal de Melissa Bonny. Si algo ha demostrado siempre Kamelot, es que trabajar con colaboraciones siempre les ha dado muy buen resultado y en este caso, no iba a ser una excepción. Por otra parte, hay que añadir que se trata de una canción bastante dinámica gracias a sus constantes cambios de ritmos y a una ambientación sinfónica que hará su aparición a lo largo de todo el tema, así como un desgarrador gutural que aporta el lado más salvaje a la composición. Deja un buen sabor de boca, para adentrarnos después en "Willow", la segunda balada del álbum. Vuelven a posicionarse las sonoridades más “dulzonas” en las que Tommy resalta sus cuerdas vocales tan llenas de viveza, mientras se retoma ese acompañamiento con el piano que ya habíamos escuchado con anterioridad. La formación, no se deja a un lado su faceta más progresiva y, por lo tanto, la incluyen en "My Pantheon (Forevermore)", siendo éste otro corte de lo más arriesgado pero en el que los estadounidenses dan rienda suelta a su poder a la hora de componer. Eso sí, no se dejan a un lado la intensidad de su Power Metal de grandes cualidades así como tintes de su faceta más melódica. Todos estos ingredientes, quedan muy bien ejecutados por un instrumental repleto de brío, en el que las cuerdas vuelven a estar en muy buen lugar. Otro elemento a destacar, son los frenéticos guturales que contrastan con un juego vocal más melodioso por parte de T. Karevik el cual nos dan una lección magistral como frontman. La banda, pone fin al plástico con Ephemera, una pista en formato instrumental y de breve duración, que echa el cierre de manera apacible.

Kamelot lanzan un disco en el que mantienen lo mejor de su personalidad a flote. Como no podía ser de otra forma, nos encontramos con canciones muy cuidadas de principio a fin y cuya ejecución son una auténtica delicia, algo que sabe hacer muy bien esta banda.

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