High Roller Records © 2012

Tracklisting:
1    Fever    3:31    
2    Footprints On The Water    3:42    
3    Day Of The Damned    3:46    
4    Look To The East    4:34    
5    Gypsy Queen    4:55    
6    Killing Me    3:49    
7    UFO - Final Version    4:14    
8    Just A Child    6:02    
9    Having A Party    3:43    
10    Don't Go    4:13

Se ha escrito y se escribe mucho todavía de lo que fue la New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM), algo que quizás los más jovencitos nunca hayan escuchado. Pero no vamos ahora a repetir lo que se ha dicho ya, sino a reafirmar que entre la gran cantidad de exponentes de aquella nueva forma de abordar las variantes más enérgicas del rock setentero todavía existen muchas agrupaciones desconocidas por la inmensa mayoría. Quizás una buena cantidad de los melómanos con cierta edad recuerden algunas de las figuras que descollaron de aquella movida (IRON MAIDEN, DEF LEPPARD, SAXON, DIAMOND HEAD, entre otros), pero casi seguro estoy que muy pocos conocen el nombre de BIG DAISY, banda también desconocida por mí aunque no su vocalista Mervyn Spence, cuyo nombre vi en alguna que otra revista asociado al proyecto PHENOMENA (que ha aglutinado a varias luminarias del mundo del rock durante las décadas posteriores), con varias grabaciones editadas también, algunas de las cuales conozco desde hace ya un buen tiempo.

Pues BIG DAISY se formó como trío en 1978 en la ciudad de Lichfield, perteneciente al condado de Staffordshire, Inglaterra. Su line-up original estaba compuesto por el bajista y vocalista Spence, Roger Fox en la guitarra y Deg Newman en la batería, y aunque la información adjunta al disco que ha circulado el sello High Roller Records los cataloga como “un muy buen ejemplo de una más o menos prototípica banda de NWOBHM”, no creo que musicalmente esté muy emparentada con la sonoridad que más ha trascendido de aquella movida setentera, aunque sí existen algunos elementos comunes. Leyendo dicha info me he enterado que el trío en sus inicios había grabado algunas demo-tapes con temas como "U.F.O.", "Gypsy Queen", "Day of the Damned" y "Look to the East", a la par de insertarse en el circuito local de conciertos. El propio Merv cuenta la historia: “Solíamos ensayar en un viejo cobertizo de pollos ubicado en las afueras de Lichfield. Grabamos todas las backing tracks y partes de guitarra y después mis voces en el baño de mi casa… logrando un eco natural!

Ya en 1980, se deciden a editar dos temas, “Footprints on the Water” y “Fever”, como un 7¨ single a través del sello londinense Ellie Jay Records, quienes habían editado sencillos de otras emergentes agrupaciones británicas de la nueva movida heavymetalera. 1,000 copies fueron impresas de éste, catalogado con el paso del tiempo como una de las sorprendentes rarezas de este movimiento. Algún tiempo después Fox salió del grupo siendo sustituido por Tim Rowe, y a finales de 1981 cambiaron su nombre a JURY, manteniendo la misma sonoridad y siendo incluidos en el compilatorio Metallic Store editado por la disquera Ebony en 1982, a la par de grabar otros temas en formato demo con vistas a un posible disco… que nunca llegó. Posteriormente, Spence se enroló en la nómina de los reformados TRAPEZE (por supuesto, la banda de Glenn Hughes), y como bajista de WISHBONE ASH a solicitud de éstos, motivando la disolución de JURY. Más tarde pasaría por PHENOMENA y en los ´90 comenzaría a trabajar como productor musical y manager de otras agrupaciones, grabando además algún material en solitario, con FACE FACE, PURPLE CROSS, y participando en el álbum benéfico Project Lost Paradise de Lenny MacDowell. Actualmente forma parte de la directiva de Parachute Music, enfocada en sus proyectos en solitario y grabaciones para PHENOMENA.

Pero regresemos a BIG DAISY… El disco comienza con la ya citada “Fever” y de inmediato me recuerdan a los RUSH de la primera mitad de los ´70, básicamente por la estructural musical de rock de guitarras y esa voz… con el fantasma de Geddy Lee bien adentro! Este tema es finalmente, después de varias escuchas, uno de mis preferidos, con una contagiosa interacción entre slow-mid tempo y energía hardrockera escuchando un adictivo estribillo y redondeado por una voz bien potente. “Footprints On The Water” retoma la misma senda aunque el tempo es aún más lento, casi una balada en el primer minuto y medio, para arremeter con ímpetu in crescendo, moderado solo de guitarra incluido, y lograr otro de los momentos cumbres de esta grabación, muy a tono con esos estándares rockeros de los ´70 que siempre me han gustado. “Day Of The Damned”            comienza muy rítmica, recordándome por momentos el sonido de bandas como URIAH HEEP y WISHBONE ASH, por citar solo dos ejemplos, en tanto “Look To The East” va a la clásica esencia de las rock ballads, donde igualmente se luce la voz muy bien timbrada de Mervyn Spence, recordándome esos clásicos de los SCORPIONS que han vencido la prueba del tiempo, arpegios de guitarras añadidos y bien sentidas backing vocals.

“Gypsy Queen” es uno de los temas más largos de esta grabación, comenzando a la usanza de un blues bien hardrockero que me recuerda fugazmente el “Heartbreaker” de GRANDFUNK, y donde la voz de Mervyn anda cerca de la estela de Glenn Hughes, en tanto musicalmente oscilan desde una contenida ternura hasta una energía contagiosa, conducidos por la lead guitar y soportados por la ajustada sección rítmica. En tanto, “Killing Me” es de las más movidas y le debe más al hard rock (en la cuerda de JOJO GUNNE y HUMBLE PIE, por ejemplo) que al naciente heavy metal, de nuevo con notas agudas a lo Hughes y un extenso solo de guitarra de unos cuarenta segundos, muy en la onda ´70s que me ha gustado mucho. Al otro lado parece irse “UFO-Final Version” con ese inicio a base de efectos sonoros y sintetizador Moog, para desembocar en estructuras más cercanas al heavy ochentón y voces superpuestas con algún eco de soporte, musicalmente un tanto diferente del resto de los temas, para finalizar de nuevo con varios efectos sonoros a tono con la temática de ciencia ficción que recrea.

“Just a child” es el track más largo de Big Daisy, con unos seis minutos de los cuales los dos primeros están arreglados como una balada rock donde el sonido de la guitarra me recuerda al Jimmy Page más dulzón de la era ZEP, para cambiar a un hard con algunos cambios de tiempo medio zeppelinescos (aunque sin la contundencia de los dioses…), retornando al arreglo inicial, detalle que me parece no limado del todo, como si el mismo estuviera dividido en tres partes independientes. Los últimos dos temas pertenecen a los pocos que dejó grabados JURY y encierran en sí una mejor producción de sonido, una sonoridad un tanto más moderna y a tono con códigos ochenteros, no tan heavies y sí más al mainstream hard/heavy de estribillos adictivos y prioridad rítmica, aunque las guitarras (doblemente grabadas) juguetean entre sí de forma llamativa en la directa “Having a party” sobre un ritmo veloz y un bajo muy marcado, mientras en “Don't go” apuestan igualmente por una estructura diseñada a lo single, con pegadizo estribillo, y guitarras en tonalidades más tranquilas (aunque tiene sus solos) cercanas al mainstream/AOR, que también te dejan un buen sabor de boca al finalizar la escucha de estos temas.

Quisiera añadir las propias palabras de Spence cuando recordó lo que significó aquel 7¨ single para muchos seguidores y coleccionistas de la NWOBHM: “Me siento sorprendido y privilegiado a la vez. Un fan desde Japón me ofreció en una ocasión 300 libras esterlinas por una copia del single, que era además la última que tenía y por ello la mantuve conmigo”. Muy comprensible de su parte, salvaguardando una parte, la suya, dentro de la historia del metal, ¿no harían lo mismo ustedes?

Con fecha de salida para los primeros días del venidero mes de Mayo, que incluye el tradicional formato de LP (sí señores, ¡el vinilo!), esta reedición de viejos temas pertenecientes a aquellos años (donde la NWOBHM era solo una promesa emergente y hoy se ve ya perteneciente a una de las tantas experiencias míticas en el desarrollo del rock y el metal), de seguro estará enfocada a saldar una deuda con una de aquellas agrupaciones, alimento de la nostalgia incluido. Material apto para viejos fans y coleccionistas de toda una vida, a los cuales (como yo) de seguro les va a encantar, no solo porque musicalmente está interesante y posee buena factura, sino por aquello de que es… ¡una rareza!, y ya sabemos cuanto nos gustan. Para contactos y solicitudes, chequear en la web los sitios de High Roller Records y Parachute Music, y después me cuentan si valió la pena.

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