Con mucho placer reseñamos este disco de una banda lituana, la primera que escucho si la memoria no me falla. Mandragora es otra de las tantas bandas que escuchó por primera vez, en este caso gracias al sello italiano SG Records.

Muchas personas están siempre en busca de lo nuevo, para ellos este grupo será un punto importante en el conocimiento de la escena lituana. Otras personas sólo se quedan escuchando lo más conocido y lo que a diario le muestran los medios de comunicación, para ellos sería una pena que se queden sin conocer a Mandragora.

Algunos dicen que este estilo es thrashcore, y otros que es death metal melódico, pero aquí lo más importante después del encasillamiento es el disfrutar de una banda de excelente calidad que aún sabiendo cómo melómanos que somos en cualquier rincón del mundo puede surgir un grupo encantador, aún nos asombramos cuando recibimos sorpresas como esta.

La banda se fundó en 1998 cuando publicó un primer demo, en el 2000 su popularidad comenzó a ir creciendo y en el 2005 publicaron un debut discográfico.

Para algunos, Mandragora pudiera ser una formación inspirada por el metal y el thrash alemán, pero si escuchamos un poco más allá, en canciones como “Desolated fields”, se encuentra una cierta referencia a Paradise Lost, aunque queda claro que hay mucho de Kreator en las composiciones encerradas en este disco, pero incluso "Sand and Dust" suena maidenesco por momentos.

Los solos de guitarra no son muy abundantes pero sí espectaculares, mientras que la voz de G Zujus aun siendo gutural suena clara y comprensible. Veronika Jašina, que está invitada a los teclados no formando parte del grupo. Lo unico que no acabo de disfrutar es el diseño de portada.

El álbum fue producido por Gints Lundbergs, uno de los mejores ingenieros de sonidos en el área del Báltico, en los Phoenix Studio de Kekava (Latvia). La claridad del sonido que realmente impresionante, a la altura de las mejores producciones suecas. les dejamos un tema en directo, ya que no hay aun un video oficial.