Al final, parece que esta banda se ha quedado en el núcleo, o sea, en Chad Davis y Phil Swanson, que regresan con su tercer disco, '333'. Como parece que ya era habitual en ellos, mantienen la línea densa, lenta y oscura de sus antecesores discográficos. Canciones tenebrosas y extrañas, de desespero y ligera esperanza, arropadas por majestuosos riffs de guitarra donde se sienten sentimientos ocultos y aunque no hay abiertamente una temática antirreligiosa, se aprecia algo de paganismo dentro de la música, que en ciertos momentos líricos abre una puerta de donde sale un pequeño brillo de salvación para los alienados y solitarios.

Lo mejor de este disco es que aún manteniendo la esencia de lo que es el grupo, musicalmente hay un poco más de variedad y la música es menos monótona que en su anterior obra que también reseñamos aquí. Y cuando digo monótona, no me estoy refiriendo a ella como sinónimo de aburrimiento, sino al hecho de contar en este disco con melodías más variadas. A medio camino entre Black Sabbath y Cathedral, los padres de todo y la influencia moderna más evidente, por momentos la música te invita a que te dejes llevar entre los distintos acordes de guitarra mientras la voz suena triste y desoladora durante casi todo el disco. Esta es la marca de fábrica de Hour of 13.

A finales de los 80 este tipo de música sería conocido como doom metal. Después buena parte de las bandas estaban agrupadas dentro de este estilo comenzaron a ser llamadas góticas y hubo cierta confusión. En Hour of 13 no hay ni una pizca de gótico, todo es doom metal, del más clásico, día que el que se gestó a finales de esa década maravillosa.

También es un grupo de esos que no se preocupa en exceso por tener una presencia en la Internet, así que le dejaremos su dirección de myspace para que lo visiten. Y sobre todo, que escuchen este disco.

Y les dejamos un temazo de este disco.