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Este año ha vuelto a la carga una de las mayores bandas de thrash metal de todos los tiempos, los alemanes Kreator. Confieso que no estoy yo para mucho thrash metal a estas alturas, con los años las orejas se tornan un poco más pendejas, pero de igual forma creo que ‘Phantom Antichrist’ es un disco que merece una reseña, pues suena a Kreator. por los cuatro costados y me trae a la mente un montón de recuerdos de cintas de casetes de dudosa calidad y noches de insomnio con las orejas adheridas a una casetera escuchando “Extreme Agressions”. Recuerdo cuando era un muchacho a finales de los años 80 y escuché por primera vez los clásicos álbumes Endless Pain y Pleasure to Kill y pensaba que con ellos se había llevado en aquel momento el metal al punto más extremo al que se podía llegar. Aquellos riffs de Kreator. me sonaban a lo más heavy y brutal que se podía crear. Obviamente, yo era tonto e ingenuo y la música extrema llegó a niveles insospechados en los años subsiguientes. A lo largo de más de 2 décadas, la discografía de Kreator. ha ido en unas cuantas direcciones diferentes y no todas ellas han sido bien aceptadas por los fans. En los últimos dos o tres años, los otros dos miembros de los la gran trilogía thrash alemana (Sodom y Destruction) han lanzado álbumes de calidad, mostrando que los viejos lobos todavía tienen unos cuantos buenos trucos en sus aún afilados colmillos. Ahora Kreator nos sirve en su nueva obra, y con ella completan un ciclo de lo que pudiera llamarse el nuevo renacimiento del metal teutónico.

Son ya cuatro discos los que han salido de las manos de Millie Petrozza durante este milenio y los tres anteriores fueron muy buenos. Phantom Antichrist mantiene la estela de su antecedente –y también excelente- Hordes of Chaos. Es un disco en el que siguen explorando melodías y sonidos del heavy metal más melódico pero mezclándolos con el clásico sonido thrash. Esa faceta más heavy y más melódica la cultivaron en sus dos primeros lanzamientos de los 2000: Violent Revolution y Enemy of God y en este álbum en cuestión todavía las explotan, aún quedan ciertas reminiscencias de esas inclinaciones. Hace unos pocos años, llamar a lo Kreator thrash metal habría sido generalizar demasiado. Este disco, sin embargo, supone una mirada atrás hacia el thrash y hacia sus más clásicos vinilos como Pleasure to Kill o Terrible Certainly. El sonido thrasher de la banda que lidera Mille Petrozza, más pulido en esta ocasión por la mezcla de Jens Bogren sigue inalterable al paso de los años y con esa revitalización del thrash del metal internacional, aunque sea a un nivel de culto o de público más especializado, presupone un buen augurio de ventas para el cuarteto alemán.

 Phantom Antichrist, con una brutal portada que ha firmado Wes Benscoter, aunque también han recurrido a Jan Meininghaus para un artwork alternativo para las ediciones especiales, va a ser el disco del redescubrimiento para muchos de Kreator, uno de los pilares del thrash europeo de las últimas dos décadas. El disco solo ocupa unos escasos 45 minutos, que dada la rapidez que lo caracteriza, se escapan a una velocidad aún mayor. Es un disco de puro thrash, que no decae en ningún momento, redondo y sin altibajos. Lo mejor en estos momentos para mí de la banda, y que evidentemente denota la madurez de los años acumulados en la industria musical, es que son capaces de conjugar el sonido más veloz, reflejado en rápidos riffs y el estilo vocal de Millie, con unas melodías pegadizas que se funden con las abrumadoras guitarras en cada canción, de manera que un tema de solo cuatro minutos consigue amontonar mucha materia musical.

 El disco arranca con un tema introductorio, un intro llamado “Mans Mantra”, más bien utilizado para hacernos entrar en ambiente que para ofrecernos materia musical, que no tarda en ceder el paso a el tema título “Phantom Antichrist”, comandado por los bombos de Ventor sonando como una apisonadora, tema muy en la línea de lo que vienen haciendo en los últimos años, directo a la yugular, agresivo y potente, y que seguro que funcionará perfectamente como plato fuerte para la apertura de los conciertos en su gira de presentación. Es quizás la canción más agresiva e intensa de todo el CD. Casi sin poder tomar aliento nos arrojan “Death To The World”, otro bombazo con letras ecologistas, que a pesar de apoyarse en una base más a medio tempo varía efectivamente en intensidad para realizar embestidas de mayor impacto, que se te echan encima con sus riffs demoledores y la batería sonando como un tanque de guerra Panzer alemán, de cuyo ataque es imposible escapar.

"From Flood Into Fire" baja un poco el nivel de velocidad y se aleja del tono inicial agresivo, adoptando un modo mas épico y tranquilo, con unas guitarras entroncadas más en el heavy metal y unas melodías muy buenas, que a mitad de canción se aceleran a ratos para recordarnos que no estamos escuchando Endorama. Parecida estructura, con cambios de ritmo, sigue “Civilization Collapse”, con ritmos de tambores tribales que se enfrentan a las guitarras, sobre unas líneas vocales cargadas de odio, un tema que va ganando velocidad y agresividad a pasos agigantados intercalados con momentos de gran intensidad, esta vez combinados eficazmente con los riffs más enérgicos. “United In Hate” marca un punto de inflexión al contar con una breve introducción de guitarras acústicas que dan pie a una canción que, sin embargo, no se aleja de los estándares del grupo, la cual con el paso a la distorsión nos ofrece uno de los riffs más veloces del álbum; similar a las ráfagas de una metralleta que aniquila todo lo que se ponga en su camino. La canción progresa plácidamente desde la primera entrada de las voces hasta el estribillo, el cual se repite con insistencia al final. Algo de destacar de este disco, aunque no sea nada nuevo para los conocedores de la discografía de la banda, es el trabajo de Ventor a la batería, simplemente brutal.

"The Few, The Proud, The Broken" tiene un riff inicial que me recuerda a Iron Maiden, en una canción que bordea el metal más tradicional a pesar del incisivo ataque vocal de Mille. Igualmente pegadizo y directo que el anterior, también cuenta con la presencia de guitarras acústicas y un estribillo altamente melódico, rozando por momentos el power-metal. "Your Heaven, My Hell" es una tema que lejos de la velocidad y agresividad habituales, nos ofrece una cara en la cual la emotividad se convierte en la sensación predominante, una pista que vuelve a incidir en un sonido más enraizado en la tradición más heavy-metal, y con la cual de nuevo me vuelven ecos de la banda de Steve Harris, al escuchar esos arpegios y en esas cabalgadas tan típicas de los británicos.

 Para que el ritmo no decaiga, llega la buenísima “Victory Will Come” – la cual comienza bien fuerte desde el primer segundo – y aunque más tarde sigue el camino mas "melódico" elegido por la banda en cuanto a las guitarras, la batería suena desbocada totalmente mientras el riff principal me recuerda a los primeros discos de Rage. “Until Our Paths Cross Again”, es la encargada de cerrar el disco y cuenta con un riff principal ejecutado con guitarras limpias antes de dar paso a la distorsión, logrando alcanzar las cotas épicas más altas posibles, como solo los grandes saben hacer, mientras las melodías vocales encumbran cualquier mito de los campos de batallas, adornados por un solo de guitarra que no podría estar mejor colocado, un excelente y conmovedor tema.

 El álbum tendrá varias ediciones, incluida una especial en Digipak con un DVD extra, y tres exclusivas y limitadas variantes del doble LP en vinilo de color amarillo, rojinegro y picture-disc. Incluso para la venta por correo, su discográfica ha reservado un paquete que incluye el CD y el DVD en una caja metálica, una camiseta de la banda y el CD “Live in Wacken”, acompañados de un cartel y una postal firmada, todo ello limitado a quinientas copias numeradas a mano. También, en una inteligente jugada, la banda ha lanzado un video clip del tema título del disco, el cual puede verse en YouTube, un corto que retrata un futuro apocalíptico en el que aparentemente no hay esperanza y en el que el poder lo tienen unos siniestros personajes que torturan, asesinan y controlan a la población (quizás una velada referencia a las SS Hitlerianas); y en el cual, cuando todo parece estar perdido entre la contaminación, las máscaras antigás (incluso se ve un bebé en un carrito con traje especial) y la apocalipsis reinante, el video culmina con una escena de los varios niños a cara descubierta mirando un horizonte desolado en el cual nace el sol, invitándonos a creer en los milagros.

 La creación de polémica y división son reacciones instantáneas e inevitables ante el lanzamiento de cualquier nuevo álbum por una banda emblemática como Kreator.. Para muchos fans de Kreator. “arriesgado” sería probablemente el calificativo más acertado para calificar este disco. Quizás quienes se esperaban un disco de speed-metal a toda velocidad, otro "Extreme Agressions" o "Violent Revolution" puedan quedar en inicio defraudados, sin embargo cuando escuchen el CD varias veces descubrirán una banda madura que ha lanzado una oferta discográfica, para mi gusto balanceada, memorable y contemporánea, sin alejarse de sus raíces, pero si caer en fórmulas repetitivas, capaces de mezclar arrebatos de thrash metal, con grandes momentos épicos y sobre todo, grandes canciones. Tanto si llegas a la obra de Kreator por primera vez, o si eres un viejo seguidor de la banda, este álbum merece tu atención, y te garantizo que no saldrás defraudado.

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