Independent Release / Future PR © 2015

Tracklist:
01.    Life Is...
02.    Embrace The Flames
03.    Lost
04.    Curse The Sorrow
05.    Shadows Run Black
06.    No Tomorrow
07.    Into Oblivion
08.    In Aeternum
09.    Echoes From A Silent Sky
10.    The Eternal Rest

Talento fresco y joven el que nos llega a través de esta banda de la zona suroeste de las islas británicas que ha cubierto el reto de hacer un segundo disco. Como es sabido, muchos grupos ponen en su primer disco toda la carne en el asador, canciones que llevan mucho tiempo ensayadas y probadas en directo, y cuando llega la continuación, flaquean, no hay tanto tiempo para perfeccionar el trabajo.

Engraved Disillusion han demorado tres años para darnos su segunda entrega. El resultado es muy positivo aunque demorar tres años, aun manteniéndose activos en cuando a directos, afecta al seguimiento de la formación en el resto del mundo.

Pero ellos siguen siendo los talentosos y prominentes músicos, desarrollando canciones que si bien suenan fuertes, tienen un componente melódico muy trabajado.  Se alternan dos voces, se alternan dos guitarras, y una sección rítmica contundente y que tiene muy bien aprendido los ritmos más actuales, logrando un hibrido de estilos donde hay algo desde death metal melódico hasta metalcore.

En este período entre discos, la banda agregó un nuevo vocalista,  Matthew William Mead y al bajista Aaron Preston. El primero ha marcado una diferencia, y es que ahora la banda utiliza voz clara en algunos momentos.

Las canciones son deliciosas, especialmente el trabajo desarrollado en “Shadows Run Black” que en sus más de seis minutos demuestra las capacidades de la banda, incluyendo momentos corales, (no se asusten, dos voces) que agregan melodía a la fuerza de las guitarras.

Aun así, a medida que avanza el disco se puede apreciar que el esquema compositivo se reitera: comienzan con melodías de guitarra que mutaran al riff. Un ligero cambio comenzando con un riffs, se puede apreciar en “Into Oblivion”, pero volverán a la formula que les funciona. Aun así, el CD nos mantiene el interés, reforzado con detalles como la entrada de bajo en “Echoes From A Silent Sky”.

El final, con la canción título que va creando un crescendo paso a paso resulta en una composición de heavy metal clásico que merece su espacio en cualquier antología del género.

The Eternal Rest se grabó en los Thin Ice Studios con Karl Groom (Dragonforce, Threshold...)

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