Rude Records © 2015

Tracklisting:
1. Rebirth
2. The Old Haunt
3. Waves
4. At the End of the Earth
5. Remembered
6. A Night On the Town
7. Is There Anybody Here
8. The Squeaky Wheel
9. The Bitter Suite IV and V: The Congregation and The Sermon in the Silt
10. The Bitter Suite VI - Abandon
11. King of Swords (Reversed)
12. If All Goes Well
13. The Line
14. Wait
15. Ouroboros

Desde que estamos recibiendo material de Rude Records no nos habíamos topado con un grupo como The Dear Hunter.  Una banda que nos asombraría menos si estuviera en el roster de InsideOut Music.  Como su título indica, Act IV: Rebirth In Reprise, es su cuarto disco y la continuación de estos álbumes conceptuales que relatan cronológicamente la historia de un chico con el cambio de siglo, que responde al nombre de The Dear Hunter. La banda hará seis discos sobre estos temas y también habrá una novela.

El grupo tiene como mente pensante al vocalista Casey Crescenzo, quien además de hacer los arreglos de las canciones, toca el bajo, piano y guitarra. Su hermano es el encargado de la batería.  Indudablemente, Casey es todo un talento. Su estilo vocal se emparenta con el de Mariusz Duda de Riverside, Einar Solberg de Leprous y Matthew Bellamy de Muse.

De manera anacrónica y fuera de tiempo, la narrativa de The Dear Hunter existe en dos dimensiones, pasado y presente.  Para ello Crescenzo ha desarrollado composiciones experimentales que  hacen que las diferencias entre los estilos musicales se hagan borrosas.  Básicamente es rock progresivo de corte moderno, aunque ellos apuntan que también utilizan el folk y elementos indie, además de un amplio concepto del rock.

Analizando la música con más detalles, “A Night On the Town” recordará en detalles las locuras orquestales de Frank Zappa y algunos momentos de King Crimson. Siendo la obra más extensa del CD, va integrando todo lo que la banda representa, tomado de aquí y de allá con maestría. En “Is There Anybody Here” vuelven a tomar elementos de la música de Queen, de sus primeros cinco discos mayormente, esos coros  de vaudeville y otros detalles.  Emotiva la mezcla de violines con guitarra, en uno de los solos más peculiares del disco.

Act IV: Rebirth In Reprise explora líricamente las nociones de quienes y que somos, tratando de dar su propia respuesta a través de los rodeos y las interrogaciones del protagonista del álbum, quien regresa a su casa tomando la identidad de su hermano mayor.  El histrionismo de un Peter Gabriel, la melodía inocentemente profunda de unos Tears for Fears; todo ello está presente, arropado de principio a fin por una orquesta real. Esto hace que sintamos el disco como si fuera una pieza continua de música.

Nos saca un poco del paso esa ligera “King of Swords (Reversed)” que viene siendo como una mezcla de Electric Light Orchestra con Michael Jackson, salpicado de Talking Heads. Es a continuación, con “If All Goes Well” (con un cierre orquestal muy cinemático) que nos damos cuenta que el secreto de que tanta diversidad suene homogénea está en que las canciones van variando poco a poco entre ellas, pero lo suficiente para que la siguiente sea similar a la anterior, pero aportando elementos que se retomaran en la que continua y asi durante todo el CD. Habrá momentos de ruptura, como la suave "The Line" después de ese cierre apoteosico de “If All Goes Well”, que refuerzan este criterio. Una obra maestra.

El disco fue compuesto y grabado en el propio estudio de Crescenzo en Port Angeles, Washington. La orquesta se grabó en California. Es la Awesöme Orchestra de Fantasy Studios de Berkeley.

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