Tracklist:
1. Stranger At The Door,
2. Highland Romance,
3. Crucifixion Of The Heart,
4. Lamb Of God,
5. The Walls Of Lyman Alpha,
6. Sphinx In Acheron,
7. Frozen Nightingales,
8. Sleep In The Glass,
9. The Ocean,
10. Man In The Maze,
11. The House Of Medusa,
12. My Deepest Winter,
13. Last Dance At Rosslyn Chapel,
14. Headless Cross (Live – Bonus Track, Black Sabbath cover),
15. Dorian (Live – Bonus Track)

Sebastien es una banda de la República Checa que si no hubiera demorado tanto tiempo entre su primer disco y este, tendría mayor popularidad y presencia. Debutaron discográficamente en el 2009, girando por toda Europa, y aunque no han grabado mas nada hasta este año, han seguido girando. Su estilo es un power metal melódico con influencias del progresivo.

Su primer disco fue producido por Roland Grapow y tenía como invitados a músicos de la talla de Amanda Somerville, Apollo Papathanasio (ex-Firewind), Doogie White (ex-Rainbow, Michael Schenker Group), Fabio Lione (Rhapsody of Fire), Mike DiMeo (ex-Masterplan, ex-Riot), Roland Grapow (Masterplan, ex-Helloween)  y otros. Es una muestra de la posición de arrancada del grupo. ¿Qué pasó después?

Este disco también se grabó en los Grapow Studios. Es una buena manera de re descubrir a la banda. Como invitados están Tony Martin (Black Sabbath), Sergey Baidikov (Inner Fear), Zak Stevens (CircleIICircle, Savatage), Roland Grapow (Masterplan) y Aylin Gimenez (Sirenia). Ya de por sí con ellos solos el CD sería interesante, sin embargo hay más.

La música es atractiva y se destaca por que es realmente fina. Este es un término que pudiera ser ambiguo, pero realmente lo que queremos decir es que hay muy buen gusto en las composiciones, y si esta fuera una banda alemana, por poner solo un ejemplo de otro país con mayor proyección, tuviera mucha más popularidad.

Un paso de avance es que el disco también lo distribuirá Edel. Hay momentos épicos de grandes vuelos como la canción “Lamb of God” y también se hacen sentir influencias de grupos suecos como Pyramaze. Hay momentos iniciales donde los teclados cobran protagonismo e incluso utilizan sonidos modernos que recordaran a los alegres Smash Into Pieces, aunque la música de ambas bandas sea muy diferente.

La energía está presente en todas las canciones, magníficos coros, unos riffs impresionantes donde predomina ese sonido mezclado de guitarra y teclados. Parece que con los años de silencio, las composiciones se han trabajado muy bien, porque todas tienen un alto nivel y no hay material de relleno.

Hay momentos, como ocurre en “Sphinx In Acheron”, que se usa una voz femenina y hay cierta inocencia en la línea melódica al estilo de Darktribe, sin embargo  son solo detalles que no se generalizan, y el ejemplo más claro está en la siguiente composición, “Frozen Nightingales” con la fuerza del power.

Una banda con composiciones muy cuidadosas y llenas de detalles.

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