Melodic Revolution Records © 2016

Tracklist:
1. Nexus Pt1
2. Earthbound
3. Riding the Waves
4. Hold On
5. Requiem Pro Caris
6. Nexus Pt2
7. Twilight
8. Mother (Olive's Song)
9. Freedom Paradigm
10. Nexus Pt3
11. The River Dream
12. No More Time
13. Legacy
14. Music of the Spheres
15. Return to the Nexus

Hace unas semanas Darrel Treece-Birch se puso en contacto con nosotros para hablarnos de su nuevo disco. A él lo conocíamos de su trabajo con Ten, la exitosa banda británica que recientemente editó dos discos, Isla de Muerta del año pasado y Albion de 2014.  Aunque Ten no está en un parón, Darell se ha lanzado a hacer un disco en solitario, y ¡qué sorpresa!, este no tiene nada que ver con la banda a la que pertenece. Al mismo tiempo, es también tecladista de Nth Ascension quienes editaran disco dentro de algunos meses. Veremos entonces si hay similitudes.

Con No More Time, Darrel se ha desatado, y ha grabado una serie de composiciones bastante más intimistas. Un disco mayormente instrumental, con canciones cortas y bien estructuradas, que nos recuerdan a muchos tecladistas y músicos, entre ellos a Alan Parsons, Rick Wakeman y hasta Jean-Michel Jarre.

Algunas composiciones son grandilocuentes, como “Earthbound” y “Legacy”, que contrastan con la bella sencillez de piezas como “Mother (Olive's Song)” y “The River Dream”.

En las piezas cantadas, “Hold on” tiene una gran carga sentimental, mientras que “Twilight” tiene ese aire que es como si una canción de Pink Floyd fuera cantada con el sentimiento que imprime John Wetton. “Nexus Pt3” es la única parte cantada, con mínima entonación.  La ultima composición con voz masculina es “No More Time”, y nos resulta algo inesperado escuchar una voz femenina en la balada “Music of the Spheres”, una bella pieza que comienza solo a piano y va creciendo hasta convertirse en una pieza bellamente adornada.

Predominan los aires del progresivo más bucólico, sin embargo al llegar a la pista número 9, nos sorprenden con un instrumental mucho más fuerte, “Freedom Paradigm”. La influencia de sus coterráneos, los Floyd, se hace sentir en más de una pista, incluso en la despedida con “Return to the Nexus” y ese toque de las guitarras a lo David Gilmour.

Múltiples influencias de la mejor música británica de los últimos años mezcladas en un disco hecho con mucho sentimiento.

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