Improvisación y comunicación.

 Desde que la Sala We Rock cambió de local no había estado allí. Un lugar muy agradable y mucho más pequeño, eso sí. Esta noche se llenó bastante a pesar de ser jueves, y además, estaban los que siempre han sido amantes del rock. Encontré casi una decena de conocidos fotógrafos, promotores y público. Por otra parte, Marco Mendoza pasa por España entre dos y tres veces al año, ya sea con Dead Daisies o el solo, y esta insistencia va dando sus frutos. Ahora estaría en nueve ciudades.

Gracias a Kivent, a Metaltrip y sobretodo a Dark Miau por su apoyo. La banda que lo acompañó por las diversas ciudades fue Hora Límite aunque para Madrid los teloneros fueron Another You. Un power trio hispano / finlandés con canciones muy pegadizas en lo que ellos llaman hard rock y newstoner.  Realmente una banda potente. En poco más de 45 minutos desgranaron 10 canciones con algunos momentos realmente fulgurantes desde la entrada de “Losing my Control” hasta el cierre de “Set me Free”. Hubo momentos en los que demostraron sonar realmente potentes con una pieza cuyo título le hace honor al sonido de la banda: “Be Strong”.

Luis Tormo fue breve en los parlamentos y eficaz en la voz y guitarra. El batería Manuel Rayos demostró tener una patada potente mientras Jura Sarlin empujaba hacia adelante con buenas líneas de bajo. Muchos ya conocían al grupo y su directo convenció.

Luego de una espera de unos 40 minutos subieron el batería y guitarra de Marco Mendoza. Lo acompañaron dos jóvenes ingleses con un amplio bagaje musical lo cual demostraron elegantemente. Posiblemente poco conocidos, el guitarrista es Tommy Gentry, actual hacha de Gun. Marco entró al final para comenzar con una canción fruto de su pasada colaboración con Neal Schon, “Hole in my Pocket”.

Si algo caracterizó su concierto fue la improvisación y la comunicación. Decenas de anécdotas puedo contar, como el pedir a todos que al final del concierto fueran a saludarlo aunque no compraran nada, lanzar besos tanto a chicas como a chicos, mojar una de sus púas y ponerla en la frente de una chica, hacer historias interesantes que lo mismo incluían a Pedro Infante que a Ted Nugent y mucho más. Un músico que es todo un compendio de experiencia.

He leído en otras criticas de esta gira que al que escribe le molesta la improvisación en los conciertos, y como por lo general las diferentes webs se copian unas a otras, posiblemente lo volvamos a leer. De hecho, esto es un cliché de los que copian y no disfrutan. No me explico como alguien quiere ir a un concierto a escuchar lo mismo, paso a paso, que ha escuchando en un CD. Hay bandas que por su complejidad musical ameritan tocar las canciones igual que como se grabaron para demostrar asi que ha sido sin trampa ni cartón, pero cuando se trata de alegres piezas de tres acordes, un poco de improvisación y comunicación con el publico es lo que más se necesita. Posición personal de alguien que se aburre cuando le tocan lo mismo día tras día y año tras año.

Marco basó su repertorio en el reciente Viva La Rock del cual tocó el 50 por ciento. La primera en caer fue “Sweetest Emotions” y cerró con “Viva La Rock”. Entre medias hizo “Rocket Man” y un par de versiones que grabó para este CD del año pasado. No olvidó su anterior trabajo Live for Tomorrow del cual también tocó cinco canciones. Si hubiera tocado solo canciones de Whitesnake o Thin Lizzy, hubiera sido más aplaudido, pero él sabe que vivir de las rentas aun no es necesario para un músico de su talla.

La magia de Mendoza y la fuerza de la banda hicieron que el concierto nos conectara desde el primer momento. Indudablemente, fueron algunas de las versiones las que más reconoció el público. Y si no las reconoció, fue Marco quien se encargó de recordar algunas de ellas como “Hey Baby”. Y a propósito de esta pieza donde Mendoza habló de su colaboración con Ted Nugent, me agradó muchísimo descubrir que una canción que en disco es casi del montón, en directo resultó ser una tromba arrasadora que hizo mover piernas y cabeza a todo asistente incluyendo camareros. Es material de directo al cien por ciento en la que Micky puso todos sus sentimientos.

Como la adrenalina subía como la espuma, para el final se dejaron un medley que comenzó con una versión de Stevie Wonder, “Higher Ground”, que siempre ha tenido un bajo destacado, la cual ligaron con “Chinatown” y “Jailbreak” de Thin Lizzy, esta última otra explosión en la sala, cantada por el joven batería Kyle Hughes, (puedes ver un video aficionado al final de la crónica) a quien al ver por primera vez me recordó a uno de los personajes de las películas de Tim Burton. Pues Kyle tiene un empuje y una energía contagiosa y es el batería de Bumblefoot. Antes de terminar, Marco dejó su bajo y salió saltando entre el público sin decir adiós. 

Llegaba el momento de los bises y antes de despedirse con “Viva la Rock”, una vez más Mendoza nos pidió que no nos fuéramos sin saludarlo (lo que hizo pacientemente hasta que no quedó nadie por ser saludado), y que en todas las redes sociales pusiéramos lo bien que lo pasamos esta noche en la We Rock. Anunció que volverá antes que acabe el año porque le gusta mucho España donde se siente especialmente bien. Si esta gira te la perdiste, espero que la siguiente no, que en la Casa Mendoza siempre habrá diversión asegurada (y buena música).

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