Jueves 31 de octubre 2019
Sala Santana 27, Bolueta.

Annihilator se presentó a cara descubierta la noche de Halloween en Bilbao. Venían con un año de retraso porque la banda tenía lista un Tour de celebración del 30 aniversario de su ilustre álbum, ‘Alice In Hell’, se suponía que vendrían tocando el álbum con el cantante original, Randy Rampage, pero su repentino fallecimiento frustró aquella intentona. Así que un año después teníamos ante nosotros a Jeff Waters y su joven banda preparados para administrarnos una considerable dosis de thrash metal.

La banda soporte eran los Archer Nation, de Santa Cruz, California, que curiosamente ya habían estado en la anterior visita de Annihilator en 2015, solo que antes se hacían llamar Archer. Supongo que serán muy buenos colegas de Jeff, para traerles una vez más al viejo continente. Venían presentando su nuevo álbum 'Beneath The Dream' que salió en febrero de este año.

Son un trío y técnicamente muy buenos, pero no terminó de conectar con lo que hacen. En muchos momentos suenan a Megadeth, supongo que buena parte de "culpa" tiene la voz del cantante y guitarra, Dylan Rose, y si suenan a Megadeth pero en plan light. A medio camino entre el heavy con pasajes thrash, donde se le ve disfrutar muy mucho al batería Keyhan Moini, que me pareció un excelente músico, en las partes suaves al hombre se le veía como con el freno de mano echado. Pero se pierden en demasiadas aventuras melódicas que terminan por cortar un poco el rollo y no van a ningún sitio. Me parece deberían definir mejor sonido, están bebiendo de muchas aguas y les falta identidad propia. Ya sé que en estos tiempos es muy difícil, pero juventud y buena técnica ya tienen.

Su directo en cuanto actitud estuvo bien, intentando agradar y conectar con la audiencia que estaba en la sala a esas horas. Tampoco ayudó mucho el sonido de teloneros que tenían, capados y con la batería muy alta que se comía todo, los graves estaban súper altos. Se marcharon aplaudidos. Con algunos amigos con los que hable, les encatóo la propuesta de Archer Nation, me alegro que lo disfrutasen. Cuestión de gustos.

Estuve en primera fila y al terminar el concierto de Archer Nation y al girarme me sorprendió la buena asistencia que se había congregado en la Santana 27. No estaba llena, pero había muchísimos más que en la anterior visita. La espera se me hizo larga, cumplieron el horario, pero para mí fue eterno, hasta que bajaban las luces y entre tonos rojizos y sombras humeantes salían a escena los Annihilator, con el cuchillo entre los dientes.

Comenzando con "Betrayed", tal vez no sea el que escogerían muchos de sus fans para abrir una velada, pero ahí estaban. El sonido era brutal, todo perfecto, durante lo que duró este primer tema apenas les veíamos con las luces rojas que dominaban el escenario. Terminan, se encienden las luces y sin pausa cae "King of the Kill", poco más hizo falta para que la peña se conectase de lleno con la banda, cantase los coros y hasta surgieron los primeros mosh pits.

Al tío Jeff se le vio muy en forma, y además muy comunicativo y entregado a sus tareas guitarrísticas, que comparte con su compatriota Aaron Homma. Melenas al viento con "No Way Out y One To Kill", un tema de la última etapa de la banda. Perfectos lucieron en “One To Kill” un temazo del 'For The Demented' (2017). Con inspirado solo de maestro Waters, que como decía lucio en buena forma, llegando correctamente a las exigentes partes vocales de algunas piezas más añejas.

Impresionante el elenco de jóvenes músicos que acompaña a Jeff desde hace unos años. En una de las charlas entre tema y tema además de decir que le encanta venir a España, aprovechó y nos presentó a estos chicos. Primero al bajista Rich Hinks procede del Reino Unido, el guitarra Aaron Homma de Canadá y en la batería el italiano Fabio Alessandrini. Todos muy jóvenes y hábiles con sus instrumentos, nivelazo vamos. Momento para “Set The World on Fire” que por supuesto fue muy bien recibido.

En otro parlamento, Waters preguntó si queríamos thrash metal y se arrancaron con "Ultraparanoia", otro temazo del disco "Refresh The Demon" de 1996, tras otro comentario sobre lo que le gustaba la comida de estas tierras Waters dijo: “La siguiente es una canción muy difícil de interpretar para mí, pero me han animado mis compañeros”, y se arrancaron la introducción instrumental de "The Trend". Aunque el éxtasis thrashico se desató con "Schizos (Are Never Alone) Parts I & II", voló la cerveza que mojaba mi hombro y la mochila. Los empujones se hacían ola. Tras esto llegaba el solo de batería que la verdad no le encuentro mucho sentido, teniendo él cuenta el minutaje del que disponían. Aunque puede que sirva para que Jeff tome aire para continuar una exigente actuación, en la que no paró de moverse por todo el escenario entre frase y frase, despachando solos a diestra y siniestra.

Volvían a escena y tocaban "Knight Jumps Queen", que Jeff dedicó a la féminas, con Rich Hinks pulsando las cuerdas de su bajo y azotando su melena rizada al viento. Una de las piezas que menos me gustan, hubiese escogido alguna otra más molona de su discografía. Otra de las recientes que tocaron fue la trepidante “Twisted Lobotomy”, que terminó de encender los intermitentes mosh pits.

En otro extenso parlamento presentó una nueva canción titulada "Psycho Ward", que según contó está inspirada en su tema clásico "Stonewall", sorprendió con su explicación de la letra diciendo algo así: “En la vida uno intenta ser una buena persona, pero siempre hay alguien al que odias y quieres que la atropelle un coche”. Esta canción debe ser incluida en su próximo lanzamiento de estudio, 'Ballistic, Sadistic', que saldrá a la venta en enero de 2020. Pero a mi la verdad no me pareció gran cosa. Un tema muy normalito y más heavy que thrash. "Tricks And Traps" del denigrado LP 'Remains' de 1997, entre bromas por el título y la fecha, fue presentada por el guitarra Aaron Homma.

Más charleta, Waters avanzó que en 2020 pretenden celebrar el 30 aniversario de 'Never, Neverland', diciendo que es su disco muy especial para él. Y acto seguido nos presentó su tema favorito de dicho álbum, nada más y nada menos que "Phantasmagoria", que volvió loco a sus fans. Llegaron a salir un par de veces del escenario cortando un poco el buen ambiente creado.

Volvía y contaba dos de sus influencias, Van Halen y Slayer, antes de recordar al malogrado Randy Rampage, que según contó odiaba cantar "Alice In Hell" porque le parecía muy comercial. Asi que encararon los estertores del bolo tocando una de las piezas favoritas de Randy, "Burns Like A Buzzsaw Blade", genial locura speedica. Jeff preguntó a los fans cual tema preferían que tocasen sí; "W.T.Y.D (Welcome To Your Death)" o "Alison Hell"? La elegida por aclamación popular fue "W.T.Y.D (Welcome To Your Death)" y la gozamos bien gozada. Pero la sorpresa desagradable de la noche llegó cuando se marcharon de forma abrupta sin tocar "Alison Hell", dejando una rara sensación de vació, una pena porque hubiese sido el perfecto y lógico cierre para un enérgico concierto que duro exactamente una hora y media. Bueno al menos podremos contar la anécdota, que estuvimos en un concierto de Annihilator en el que no tocaron "Alison Hell".

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