Crónica del concierto de CHELSEA GRIN + BETRAYING THE MARTYRS + MAKE THEM SUFFER + VOID OF VISION
Lunes 13 de Febrero, Sala Lemon, Madrid.

Muchas veces se pone la excusa del día para poder ir a ver un concierto y si es lunes como en esta ocasión, podría ser un problema añadido. El caso es, que en la sala Lemon de Madrid, el pasado lunes 13 de febrero, tenía lugar la primera parada del “Resurrection Route”, una serie de conciertos a modo de presentación del Resurrection Fest y que cuenta con varias paradas a lo largo de estos meses.

Como comentaba, la sala Lemon iba a ser testigo de esta primera parada que la iban a protagonizar Chelsea Grin, Betraying The Martyrs, Make Them Suffer y Void Of Vision, dentro de la gira que están realizando por el continente europeo. Hubo algo más de media entrada y el público que se dio cita era muy joven con una media de edad que yo calculé en torno a los 16-17 años. Poco a poco, se va abriendo el abanico de edades para asistir a los conciertos en salas y, lo que es cierto, es que los chavales de hoy día, son los que llenan las salas, compran el merch y dan ambiente a los conciertos.

Los primeros en saltar fueron los australianos Void of Vision. Por razones laborales, no pude asistir a la descarga de los de Melbourne pero según me comentaba la gente, no estuvieron nada mal. A los que ya si puede ver desde inicio fue, a los también australianos, Make Them Suffer. Con un show corto, lo que si ofrecieron fue mucha intensidad. Se echó de menos algo más de volumen en los teclados y la voz de Louisa Burton pero el resto de la banda, sonó realmente bien. La descarga la comenzaron con “Widower” perteneciente a su primer trabajo “Neverbloom”. De este disco también sonó “Elegies” basando el resto del concierto en su último lanzamiento. Temas como “Fake”, “Let Me In” o “Ether” fueron calentando al personal para lo que vendría después realizando los primeros “Wall of Death” de la noche. La descarga la completaron los de Perth con el tema “Blood Moon” que sonó fantástica con un Nick McLernon moviendo su guitarra sin parar.

MAKE THEM SUFFER

Tras un breve descanso para cambiar algunas cosas en el escenario en cuanto a equipo, llegaba el turno para Betraying The Martyrs. Los de París dieron un recital bestial con esa mezcla de metalcore y death melódico. Para mí, los triunfadores de la noche poniendo patas arriba la sala Lemon. Aparte de la brutalidad que nos dieron, la banda fue todo simpatía tanto arriba, como abajo del escenario. Su teclista y segunda voz, Victor Guillet, se esforzaba por comunicarse en español, incluso preguntaba antes del concierto a los chavales, como se decía en nuestro idioma “Wall of Death”. La descarga la comenzaban con “Lost for Words”, corte que abre su último trabajo “The Resilient” y donde la banda saltaba a darlo todo sin bajar la intensidad durante toda la descarga con un Aaron Matts brutal a la voz perfectamente arropado por Guillet. Boris Le Gal era una máquina perfectamente engrasada tras la batería y Lucas D´Angelo y Baptiste Vigier nos acuchillaban con sus riffs mientras Valentin Hauser no paraba de machacar su bajo con una estética que me recordaba mucho a Robb Flyn de Machine Head. Los franceses fueron repasando su discografía a lo largo de prácticamente una hora de show. Temas como “Man Made Disaster”, “Liberate Me Ex Inferis” o “Because Of you” nos recordaban su primer trabajo “Breathe In Life” combinándolos con su última obra con temas como “Wide Awake”, “The Great Disillusion” o “Unregistred” donde tuvieron un momento para dedicar unas “bonitas” palabras al nuevo presidente norteamericano.

Betraying The Martyrs terminarían su concierto con “Life Is Precious” donde Guillet nos pidió hacer un “muro de la muerte”. En resumen, un concierto que me dejó con ganas de más y seguro que volverán, esta vez, como cabezas de cartel.

BETRAYING THE MARTYRS

Llegaba el turno para los norteamericanos Chelsea Grin, headliners de esa gira y que venían presentando su último trabajo “Self Inflicted”. Tras un cambio de batería y demás equipo, muy rápido por cierto como el resto de cambios, los de Salt Lake City se presentaban ante la audiencia de la sala Lemon para reventarnos las cabezas a base de Deathcore. El primero en aparecer sería su batería mexicano Pablo Viveros que, como dato curioso, salió ataviado con una camiseta del Real Madrid y besando el escudo, seguido del resto de la banda que rápidamente nos meterían en materia con “Skin Deep” perteneciente a su última obra y de la que basaron prácticamente el 80% del repertorio de esa noche. “Clickbait” o “Strung Out” seguiría ofreciéndonos la brutalidad de un “Self Inflicted” que lleva tiempo cosechando muy buenas críticas, sobre todo, con su último trabajo. Alex Koehler nos disparaba veneno con su voz, perfectamente arropado en los guturales por Viveros que es un espectáculo ver con qué agresividad golpea la batería a la vez que aporta su voz. Jake Harmond y Stephen Rutishauser eran dos apisonadoras de riffs mientras Dave Flyn no paró de moverse con su bajo.

CHELSEA GRIN

Temas como la gran “Playing With Fire” o “Angels Shall Sin, Demons Shall Pray” de su anterior trabajo “Ashes to Ashes” se intercalaban con cortes como “Four Horsemen” o “American Dream” más recientes. “The Foolish One” y “My Damnation” de su disco segundo trabajo sonaron realmente atronadoras. Poco a poco nos íbamos acercando al final del concierto de Chelsea Grin donde se guardaron dos ases bajo la manga como fueron los temas “Scratching and Screamings” o la brutal “Broken Bones” con esos cruces de voces entre Koehler y Viveros y que hicieron las delicias de los asistentes.

CHELSEA GRIN

Chelsea Grin nos obsequiarían con dos temas más pertenecientes a su primer disco del año 2010, “Desolation Of Eden”. “Cheyne Stokes” y “Recreant” serían los temas elegidos para poner punto y final a la descarga de los norteamericanos y a una gran noche que, de haber sido otro día de la semana, habría provocado el lleno de la sala, seguro.

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