Razkin - Razkin (2020)

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Jueves, Noviembre 21, 2024

Razkin - Razkin (2020)

Escrito por Jesús Eli

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Tracklist:

1. Polizón 3:54

2. Cara o Cruz 3:08

3. Uno de Enero 3:40

4. Malabares 3:46

5. Andrómeda 3:24

6. Hostal 3:18

7. Mediterráneo 3:38

8. Que Nadie Apague Tu Luz 3:02

9. Titanic 3:07

10.Madre 2:59

A pesar de que La Fuga es un grupo afamado y reconocido, de alguna manera nunca coincidimos. A Pedro lo vi por primera vez en el concierto de Playa Cuberris y lo que me llamó la atención fue la manera de tocar la guitarra, y lo que era mejor, la forma de comerse el escenario y ser el centro de atención sin necesidad de fuegos o artificios.

Pocos días después Ana Laballo me enviaba el disco de Razkin, su proyecto en solitario después de haber publicado el libro “Pedradas” a finales de 2019. En la entrevista que le hicimos y donde me soportó todas las pesadeces con buen talante, nos comentaba las diferencias entre las canciones de su banda y las suyas propias, algo que si has escuchado La Fuga podrás diferenciar a pesar del mismo timbre de voz.

Esto es rock y pop-rock. El músico no lo oculta. Lo mejor está en sus historias, las que nos cuentan las canciones, casi todas narradas en primera persona. Predomina la alegría aunque seas un “Polizón” o, como en “A Cara o Cruz”, seas “la princesa que prefiere a los sapos” en una pieza que nos recuerda la gran historia del rock nacional.

El primer momento bucólico lo traen las cuerdas de “Hoy es 1 de Enero”, una trabajada prosa y un aire de pop bien hecho que se refuerza con un ritmo de batería muy agradable. Como nos cuenta Razkin en la entrevista, la canción a lo mejor no se hizo el 1 de enero pero se hizo el dos. El trabajo del cello aporta una agradable línea melódica en segundo plano. Le sigue “Malabares”, impregnada del sonido del rock and roll de los años sesenta como la de Rolling Stones y otros grupos americanos que espero no hayan perdido su popularidad en su país.

En un principio me pareció que había una cierta conexión entre la pieza anterior y “Ándrómeda”, pero luego volviendo sobre ella, resulta ser una composición muy diferente y una alegre guitarra que revolotea sobre la canción como una pequeña ave que huele la primavera. La siguiente es una canción que me recuerda en sus inicios a cientos, pero Razkin agrega un riff que nos recordará a Rick Spingfield o Jackson Browne.

Cuando me esperaba escuchar, “quizás porque mi niñez sigue soñando en un playa…” nos damos de narices con una letra que muestra la otra cara del “Mediterráneo”, donde nos dicen un par de verdades, un de ellas es que “los humanos no interesan” ante la “amnesia europea”. Luego de esta letra no cabe otro espacio como el que nos trae “Que nadie apague tu luz” que roza ligeramente el jazz en cuanto a música que no la letra. Una canción que debería estar sonando cada día en las casas de los románticos enamorados. Pedro no se retrae a estos efluvios y continua con “Titanic”, una pieza algo más alegre pero con letra hecha para calentarte las neuronas. Y como parte del hilo conductor, ya que Razkin no es más que el apellido de la madre de Pedro, cierran con “Madre” una pieza que refleja a millones de madres de este mundo.

Un disco marcado por la belleza y unos arreglos que varían mucho con respecto al inicio de estas piezas compuestas a guitarra limpia. Un disco que no romperá las listas de ventas, pero si pueden estar muy alto en tu lista personal.