Los amantes buscadores de noticias en webs musicales y seguidores de AC/DC ya deben saber que entre Mayo y Agosto de 2019, Dave Evans, primer vocalista del grupo, hizo una gira Latinoamericana que llamó Lightning & Thunder Tour. Visitaron Argentina, Chile, Aruba, Colombia, Guatemala, Panama, México y Miami/USA, que es la ciudad más latinoamericana de Estados Unidos.

Durante la gira se tocaron 29 canciones, extraídas de la carrera en solitario de Dave a la que sumaron algunas versiones que cantó con su histórica banda AC/DC y otras que no cantó o al menos si cantó, no grabó.  Recordemos que en su momento los hermanos Young no llegaron a apreciar la voz de Evans porque consideraban que tenía un tono demasiado glam. De ahí que entrara Bon Scott, aunque entre medias hubo otro aficionado al canto que hizo algunos conciertos, Dennis Laughlin, que fuera el primer manager de AC/DC.

Evans no giró con una formación estable sino que contrató músicos locales en cada país. El movimiento más lógico para unas canciones de ritmo básico y riff sencillos que conoce todo el mundo en el caso de las piezas escritas por la banda madre y en el caso de las composiciones del propio Evans igualmente sencillas, cuidando el estilo hard rockero para hacer una carrera bastante homogénea.

Una gira de bajo costo para pasársela bien, divertirse y ganar algo de pasta. Y los dos primeros objetivos se lograron teniendo en cuenta lo que se escucha en el disco. Se escogieron solo trece canciones y me hubiera gustado que otras también fueran incluidas, por ejemplo, en la gira se tocó “It's a Long Way to the Top (If You Wanna Rock 'n' Roll)” que de verdad en el directo hubiera bordado el resultado final. Pero no hay que quejarse sobretodo cuando escuchas el cierre con “Highway to Hell”.

Y lo mejor es que no todo gira alrededor de la banda de los hermanos Young, sino que Dave demuestra que tiene piezas de igual calibre, aunque no hayan sido tan exitosas. La mejor es indudablemente “Revenge” que es de las canciones tocadas la que más se aleja del espíritu eicidiciaco que vuela sobre todo el repertorio. Para finalizar, comentarles que no puedo decir si Angus y Malcolm tuvieron razón en echar a Evans de la banda, pero en lo que si acertaron es en el timbre glam del vocalista, que se evidencia mucho cuando canta piezas como “Whole Lotta Rosie” o “Hell Ain't a Bad Place to Be”.

El disco fue mezclado en Argentina y si bien, como dicen con desprecio algunos pseudo críticos, no aporta nada, resulta que aporta mucha alegría, mucha energía y una parte de la historia que los amantes del rock and roll y el hard rock conocen, como mucho, parcialmente. Un disco para amantes de AC/DC y de la música que te electriza por dentro.