Prosthetic Records

Tracklisting:
Upended
Obstinate Pace
Let Fall
Intermezzo
Midway
Chant Of Stillness
Descent To Light
Dysphoria

Howling Sycamore es una innovadora exploración dentro del metal extremo/progresivo, una banda  formada por el vocalista Jason McMaster (Watchtower, Dangerous Toys), el guitarrista y productor Davide Tiso (Ephel Duath, Gospel Of The Witches) y el sensacional baterista Hannes Grossmann (Necrophagist, Obscura). Su álbum homónimo vio la luz el 26 de enero de 2018 en todas las plataformas digitales, CD y un vinilo plateado de edición limitada, a través de Prosthetic Records.

El árbol sicomoro, visualmente fascinante para el italiano Tiso, simbólico para la religión egipcia y “conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos” en la serie de culto “Twin Peaks” de David Lynch, fue la inspiración principal para nombrar a la banda. Con su apariencia fantasmagórica invernal, esta planta tiene una corteza que se vuelve blanca y refleja la luz de la luna de forma no solo sobrenatural, sino también misteriosa, solitaria.

 “Howling Sycamore nació de la terca idea de fundir diferentes estilos de heavy para crear algo poderoso, sincero y con una fuerte identidad,” explicaba Tiso en nota de prensa. “Quería mezclar el drumming del metal extremo, con guitarras graves por capas y vocalizaciones del metal progresivo de vieja escuela. Añadí a la ecuación desvaríos de un saxo barítono, más solos de guitarra al estilo Death de finales de los ochentas. Puedo decir con orgullo que nuestro disco debut suena exactamente como la idea que perseguía en mi cabeza. También estoy agradecido de que estos increíbles músicos me ayudasen a darle forma al álbum para que se convirtiera en la bella rareza en la que se ha convertido”.

Y es que en el año que demoró grabar y masterizar el disco, dio tiempo para que, además de los músicos mencionados, también pasaran por el estudio Bruce Lamont (Yakuza, Corrections House, Brain Tentacles) con su saxo barítono, y Kevin Hufnagel (Dysrhythmia, Gorguts) y Fester (Burials, Humorous) con sus guitarras, y contribuyeran con sus ideas al producto final.

El álbum de ocho tracks abre con "Upended", velocidad desbordante, frenética, del drums y de repente, para mi sorpresa, aparece el saxo barítono de Lamont, el que también saldrá a relucir ocasionalmente, pero de manera imbricada, como al final del segundo tema, "Obstinate Pace", donde McMaster y compañía me llevan directamente  a los ochentas.

Creo necesario añadir que si bien en bandas de rock, ya sea sinfónico, progresivo, AOR o fusión, la sección de vientos/metales no falta y es fácil encontrarla en los temas más icónicos, no recuerdo bandas de metal que la incluyan, más allá de alguna que otra agrupación que las lleva en su esencia, como Heavy Hoempa (creo recordar que estuvieron animando con sus covers de heavy metal entre el público en un festival Sonisphere en España hace unos años) y las pinceladas satíricas de los actores-músicos The Always Drinking Marching Band. Ni siquiera Skindred, artífice del ska/reagge metal se ha atrevido a conciencia.

Las dulces notas iniciales de "Let Fall" en la guitarra son base para la recreación de una oscuridad depechemodesca, de esas por las que suspira y desmaya Marilyn Manson, solo que aquí en apenas segundos entrará Grossmann aporreando con el alma, e irá alternando con momentos lentos y guitarras deprimidas.

"Intermezzo" es una pieza corta donde las guitarras harán casi de violoncelo, para regresar a la tónica anterior con "Midway", que nos dará la sensación de que el disco va ‘in crescendo’ a medida que avanzamos. Puede ser que en posteriores escuchas vayamos diluyendo la densidad y notemos muchos más detalles de esta obra.

Los arpegios y las voces de "Chant Of Stillness" atraen, en un ambiente zepeliniano que lo hacen el tema más calmo del registro. "Descent To Light", el único track trasmitido vía streaming antes del lanzamiento, es ya menos esquizoide que los anteriores, y da muestras de mayor cohesión compositiva.

Para cerrar, "Dysphoria", instrumental que bien trasmite ese desasosiego contrario a la euforia, y que me recuerda algún que otro bloque creativo -en especial del ‘The Eye Of Every Storm’- de los californianos Neurosis.  

Sobre el álbum, Davide Tiso dijo: “A finales de octubre el productor Scott Evans, el ingeniero de masterización Brad Boatright y yo todavía nos estábamos volviendo locos escuchando nuevas opciones de mezclas y masterizaciones para adelante y para atrás. Tener el álbum listo para salir me llena de una intensa sensación de realización y gratitud. (…) Al final, vale la pena seguir presionando, seguir buscando y seguir invirtiendo en nuevos proyectos: esta es la lección que continúo aprendiendo una y otra vez. No importa cuán duro sea ser músico en estos días, la importancia y el beneficio emocional de continuar intentándolo es innegable. Todavía da a la vida un profundo sentido, sin importar cuantas copias vendas".

Recomendable para amantes de Mike Patton, Neurosis y todo aquel abierto a la experimentación sonora y al Crossover.

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