Invitado por la productora Info Kivents quienes desde hace algún tiempo se han metido en este complejo mundo de la producción de espectáculos de música, me acerqué por primera vez a esa famosa Sala Caracol, la que en estos momentos padece de cierto descuido en cuanto a mantenimiento y decoración, pero que al mismo tiempo tiene un sonido potente y cristalino. Esperamos que esté allí por muchos años más.

Cuando entré ya comenzaba Eternal Fire, una banda con tres CD en el mercado. Puntualidad francesa. Muy profesionales en su propuesta, una lástima que comenzaran con una sala casi vacía. Y es que la puntualidad tampoco es una virtud de los asistentes. Hay quien pensará que pagó por ver a Circle II Circle y no quiere perder el tiempo viendo a otras bandas por el mismo precio. ¡Error! Este es el momento de conocer nuevos grupos y ver propuestas novedosas para ti tal vez. Además el precio es el mismo, así que si lo piensas bien veras que pierdes dinero, diversión y no tiempo.

Calidad sobrada, que a veces me hace pensar que pasa que este tipo de grupo no tiene mayor popularidad a nivel mundial, y una vez pienso en el fatalismo geográfico. Ellos tocan lo que definen como Melodic Power Prog Metal, con un buen virtuosismo instrumental a cargo de los guitarristas Chris "Stollen" Gojon y Tof Offredi quienes se reparten los solos.

El bajista Adrien Zoni marca muy bien los ritmos, mientras Julien Racine mantiene su rostro en calma tras la batería y las manos y los pies muy intranquilos. Gérard Fois es su miembro fundador y tiene una voz intensa y un estilo vocal similar al de James LaBrie de Dream Theater, en el sentido de que también pone la lengua en la parte inferior de la boca cuando sube a los tonos más altos.

Entre las canciones que más me impactaron están “Poison in Your Head” y “Beyond the Golden Gates” que fueron reservadas para los finales e ir calentando así al público con una progresión musical interesante y agradable. De manera general algunos arreglos están dentro del progresivo, pero es una banda que no abusa de ello y tampoco de las partes épicas. Buen rato.

Con unos breves minutos de tiempo para cambiar, salieron Nightmare, otra banda francesa que se formó nada menos que en 1979. Su estilo es más del heavy metal clásico con toques de power muy ligeros. Era la segunda vez que venían a España pues ya antes tocaron en el Rock Machina hace algunos años. Ahora venían presentando su más reciente disco, The Burden of God de 2012.

Indiscutiblemente el punto más fuerte es el vocalista Jo Amore, con una voz muy parecida al desaparecido Ronnie James Dio e incluso una presencia escénica muy similar y hasta se me antoja con cierto parecido físico, sino agranden la foto inferior donde está de frente. Además, al finalizar bajó a confraternizar con los asistentes como el resto de las bandas y resultó ser un hombre con mucho menos ego del que le correspondería por sus aptitudes.

También con dos guitarristas, Matt Asselberghs hace coros además mientras Franck Milleliri se concentra solo en las seis cuerdas. La sección rítmica la completa el baterista David Amore (hermanos) e Yves Campion al bajo.

Con “Sunrise in Hell”, de su nuevo disco, ya iban calentando los ánimos de la gente, que observaba, movía discretamente los pies y aplaudía intensamente a medida que el concierto continuaba. “Children of the Nation” los descubre como discípulos de Black Sabbath pues es una canción con muchas influencias de estos clásicos, continuando con “The Gospel of Judas” una de las clásicas del grupo para volver con “Crimsom Empire” también del nuevo disco.

Por supuesto, una banda con un cantante tan parecido a Dio no podía perder la oportunidad de dedicar un tema a su memoria. Comenzó a sonar “Heaven and Hell” que me sonó a gloria, de impacto, con un sonido majestuoso, aunque después uno de los asistentes me comentó que había estado un poco floja. Nada, que para gustos se han hecho los colores, y posiblemente el tenga razón. Todo está en que yo no pude ver jamás al pequeño elfo en directo y solo me quedan sus grabaciones, y no hay nada como un directo para calibrar quien es quien en el mundo de la música.

Circle II Circle, formada por el ex cantante de Savatage, fue fundada en el 2002, después de que Zak abandonara dicha banda. Siete álbumes avalan su calidad. Recuerdo que el único DVD de Savatage que se ha comercializado lo trae a él en la voz y en aquel momento no lo valoré en su justa medida.

Lo comentó porque nada más comenzar con “Edge of Thorns” comprendí que es un vocalista de ligas mayores y una técnica impresionante. La voz fluye de sus labios y ya sea un torrente o un susurro, no parece haber mayor esfuerzo que solo abrir el caudal o cerrarlo.

Presentaban, con un show especial, el 20 aniversario del álbum "Edge of Thorns" de Savatage. Comenzaron con la canción título del disco y lo hicieron íntegramente con el mismo orden de la grabación original. Canciones que en el disco se me antojaban flojas, en directo cobran sentido y una nueva dimensión. Además, ver a esta banda es todo un deleite para los oídos, y creo que para los ojos de algunas féminas que vi muy interesadas en Mr. Stevens y algún que otro músico. Este disco me lo regaló mi eterno amigo Marcos Rubio en el año 2000 y aun lo conservo como un tesoro.

Zak se mostró muy amistoso con los presentes, intentando hablar español, bromeando en dicho idioma, y presentando las canciones. El primer solo de la noche estuvo a cargo del guitarrista Christian Wents quien comenzó con “In the Hall of the Mountain King”. El otro guitarrista, Bill Hudson, también hace sus solos, pero cede el protagonismo a su colega la mayor parte del tiempo. Luego de tocar el siguiente tema, le correspondió a Henning Wanner abusar de sus teclados por unos minutos.

Hay pocas personas entre el público, pero los que estaban tuvieron el detalle de aprenderse el disco al completo, tarareando, cantando y haciendo sonidos con todas las canciones. Pasándoselo realmente bien.

“All that I Bleed” me parece algo floja como siempre fue. Cuando tocan “Miles Away” se la dedican a Chris Oliva. Luego de este momento de recordación vuelve a las bromas con las cervezas que servía el local, preguntando si esta era la marca más famosa de España (seguro que no) y comentando que el bebe la cerveza de su tierra, Carolina del Sur. Mientras el bajista Mitch Stewart toma la guitarra para tocar el último track, “Sleep”, dice que en su tierra, Mississippi, el bebe Jagermeister.

Una vez terminado el Edge of Thorns, Henning Wanner anuncia que tocaran canciones de Circle Ii Circle y arrancan con la potente “Diamond Blade”, para luego pasar a “Epiphany”. Aquí es cuando para no parar de asombrar, Zak, al creer que el público no le responde como él desea, decide bajar del escenario para cantar la canción al lado de nosotros, y mientras canta, chicos y chicas se ponen junto a él, se toman fotos, se dan la mano, y nada de esto le hace perder la melodía. Un momento íntimo que disfrutamos todos.

El grupo se retiró para volver instantes después. El baterista Adan Sagan toma el micrófono y en un español casi perfecto da las gracias y cuenta que Zak es también baterista, y le va a ceder su instrumento para el próximo tema. Ya Stevens está sentado y Henning Wanner se apropia del centro del escenario para decir que no va a presentar la próxima canción porque todos la conocemos y arrancan nada menos que con “The Trooper”, original de Iron Maiden, con lo que cierran el concierto con broche de oro.

Magnifica noche. Si algo deploré fue la mayor afluencia de público. La entrada no era cara, pero la crisis económica está creando una peligrosa inercia en la población. Tal vez guardaban el dinero para irse al Sonisphere dos días despúes y emborracharse como cubas, pero perdieron una magnífica oportunidad que posiblemente no se repita en años. Felicitamos desde aquí a Info Kivents por el profesionalismo en organización y producción, a la sala por su sonido y atención, y a las bandas que esta noche demostraron que hay más talento del que todos los mediocres de este mundo pueden imaginar.

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