Season Of Mist

Tracklisting:
01-Where Gods Fear to Speak
02-Run From the Light
03-Don’t Come Back from Hell Empty Handed
04-Wish
05-Poem of Ecstasy
06-The Given Dream
07-I Will Break the Pride of Your Will
08-Prayer
09-The Impermanence of Fate
10-Wicked Game

El 13 de septiembre vio la luz el nuevo y sexto álbum de Oceans Of Slumber titulado, Where Gods Fear to Speak, y para andar sin rodeos a mi juicio es su mejor trabajo hasta la fecha. Siendo sincero, no me lo esperaba a estas alturas, pero me quito el sombrero ante el combo de Houston, Texas.

Han creado un opus que lleva todas sus marcas registradas. De sobra es conocido su constante ánimo por expandir las fronteras de su sonido. Sus producciones se han movido desde los inicios por territorios muy amplios, siempre con una carga cinematográfica, una suerte de coctel que combina, doom metal pesado y sensual, con ramalazos death y gótico sureño.

En el anterior disco, Starlight and Ash de 2022, arriesgaron y se movieron fuera de su zona de confort. Musicalmente aplaudido, no sé si comercialmente lo sería, porque ya no siguen el sello con el que lo sacaron. El caso es que dos años después se nos aparecen con este Where Gods Fear to Speak, editado por Season of Mist. Es toda una joya compuesta por diez canciones donde muestran su maduro y elegante metal progresivo y cinematográfico, que te cautiva desde los primeros acordes. Una vez al Play las primeras notas atrapan tus oídos y a tu mente.

Estas canciones se grabaron a 8.000 pies sobre el nivel del mar en Bogotá, Colombia, y fue producido por su colaborador de larga data y nominado al Grammy, Joel Hamilton. Suena monumental y organico. Estamos ante el disco más pesado y a la vez melódico de Oceans Of Slumber. Buena culpa tiene la carismática vocalista Cammy Gilbert-Beverley, con su versátil registro le da el punto mágico a estas grandes composiciones. Donde el maestro Dobber Beverly que además de baterista, es un pianista de formación clásica que ha compuesto cada nota de este Where Gods Fear to Speak. Un soplo de frescura, cargado de giros inesperados y una densa de melancolía.

El disco abre con el tema homónimo, “Where Gods Fear to Speak” es muy pesado, basado en una densa de melancolía y con ese regusto gótico marca de la casa, el compañero de banda de Dobber en Necrofier, Semir Ozerkan aquí se encarga del bajo y añade coros de ultratumba. En “Run From the Light” cuentan con la voz de Fernando Ribeiro de Moonspell que aporta su poderío vocal en una cambiante pista con buenas guitarras.

Llegamos a “Don't Come Back from Hell Empty Handed”, la pieza más extensa del LP, con casi ocho minutos y medio, una pieza épica con muchas capas y diferentes ingredientes. Los momentos suaves con la voz de Gilbert-Berverly como protagonista, acompañada por el piano, así como los estallidos metálicos masivos con blast beats y punzantes guitarras. La voz de Cammie toma el protagonismo en la vaporosa y bella, “Wish”, que también tiene alguna arrancada metálica.

Momento destacado con “Poem of Ecstasy”, como un laberinto que va in crescendo, desde un piano que acompaña la interpretación de Cammie pasando por algún momento doom y pillando carrerilla casi grindcore hasta languidecer y volver a retorcerse. La creatividad y la conezión emocional que va más allá de lo musical del dúo conformado por la voz de Gilbert-Beverly y la composición de Dobber Beverly se plasma de maravilla en la emotiva “The Given Dream”. De las más cercanas a lo mostrado en el anterior disco, Starlight and Ash de 2022, que de cierto modo continúa en “I Will Break the Pride of Your Will”, una fantástica profundidad que explota sincera y hermosa.

En “Prayer” reciben la visita de Mikael Stanne de Dark Tranquility, un corte oscuro, elegante, un suerte de tira y afloja entre el rollo gótico  salpicado de pasajes doom y algo de death metal. Me encantan los sintetizadores del final. La experimentación continua en "The Impermanence Of Fate" con sus más de 6 minutos que dan para mucho. Transitando por un inicio con un tempo muy doom, hasta llegas a desaforados blastbeats y voces guturales. Con baterias corpulentas que no cesan. Toda una exhibición que pone fin al disco. Aunque al final continúan la serie de versiones, atreviendose con el himno "Wicked Game" de Chris Isaak, sentida y conmovedora.

Un nuevo sello y algunos cambios en la formación no han impedido que la banda su valor y compromiso con su arte. Where Gods Fear to Speak es un gran lanzamiento, opulento, maduro y con mucho sentimiento. Por favor no te pierdas este álbum..

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