Metal Blade Records

Tracklist:
01-Prisoner 666
02-Hymns in Dissonance
03-Diabolic Slumber
04-A Visceral Retch
05-Ex Infernis
06-Hate Cult Ritual
07-The Abysmal Gospel
08-Bedlam
09-Mammoth God
10-Nothing is Coming for Any of Us

El combo deathcore de Knoxville, Tennessee, Whitechapel, ha lanzado su noveno álbum de larga duración titulado, Hymns of Dissonance y ha salido a través de Metal Blade Records. Cuatro años después del lanzamiento de Kin, la banda regresa con una obra musical brutamente despiadada. Hymns of Dissonance contiene diez canciones, cada una con una dosis de agresividad muy elevada. Me atrevo a decir que las más bestia que la banda ha lanzado hasta la fecha.

Han conseguido que este Hymns of Dissonance sea un disco de metal con un sonido brutal. El título deja bastante por donde van los tiros. Una perfecta ecuación que combina, por un lado, “himno” representado por la melodía y la armonía, y la “disonancia” que representa lo opuesto. Es el lado despiadado y disarmónico de estos angelitos. Polos opuestos que se repelen y hacen de combustible para este disco.

El álbum comienza con la densa “Prisoner 666”. Con una introducción opresiva que crece lentamente hasta llegar a un riff masivo que termina con la calma sombría. El corte que da título al redondo, “Hymns in Dissonance”, es un jodido torbellino de metralla. El deathcore brutal muestra su rostro frenético en pistas como "Diabolic Slumber” o “A Visceral Retch”. La canción es el sencillo principal del álbum. Dotada de una vorágine de riffs abrasivos y voces furibundas que remueven tus intestinos. Con descansos bien colocados, la canción cambia de patrones sin perder ni un ápice de pesadez. La sección central es más lenta y está dominada por los riffs, es uno de esos momentos cumbres del plástico.

A mitad del álbum han colocado un interludio llamado “Ex Infernis”, con cierta vibra distópica, que sirve para tomar aire antes que vuelvan a retorcer tu cuello con la feroz, “Hate Cult Ritual”. Abrasiva y profunda es “The Abysmal Gospel”, otra erupción despiadada. El rollo más deathcore “clásico” se desparrama en los casi 3 minutos y medio de duración de “Bedlam”. En "Mammoth God" comienzan sutiles para pasarse a un tono amenazante y machacón. El final de esta aventura sónica llega con “Nothing is Coming for Any of Us”, el track más extenso del álbum, con más de 6 minutos de duración. Donde vuelven a mostrarse coléricos y pastosos, casi una constante. Una obra bruta y ardorosa, que estos chalados vomitan sin piedad.

Whitechapel eligió al artista Rob Borbas, el tatuador europeo conocido como “Grind Design”, para crear la portada del álbum basándose en una idea del guitarrista Ben Savage. Es la máscara del líder de la secta y refleja el estado de ánimo oscuro del álbum. También expresa algo misterioso y deja algunas preguntas para ser respondidas por las canciones.

Hymns of Dissonance es un álbum que contiene canciones que pasaran por encima de ti como si fuesen un tren de mercancías. Solo te digo, prepárate para el impacto.

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