I Am Morbid + Vital Remains + Atrocity + Sadist
Lunes 13 de Mayo 2019
Sala Santana 27, Bilbao.

Me dio una alegría inmensa cuando se anunció la fecha del MorbidFest en Bilbao, con cuatro bandazas con mucha historia detrás. Sin duda una cita con el death metal noventero y clásico de ambos lados del atlántico. Liderados por I Am Morbid la banda de David Vincent que viene tocando canciones de los cuatro primeros álbumes de Morbid Angel, los blasfemos Vital Remains, los veteranos alemanes Atrocity, y los técnicos italianos Sadist. Casi nada. Quien le iba a decir a este cubano a inicios de los 90’s que vería este concierto en 2019. La verdad es que lo disfrute mucho. Ahora os cuento un poco.

La velada arrancaba con los italianos Sadist, que venían presentando su nuevo álbum 'Spellbound', que salió el pasado año 2018. Sonaba una intro "39 Steps" y el cuarteto salía a escena, el gigantón voceras Roberto Traverso, levantando una moto-sierra y ataviado mascara de verdugo con cuernos, y delantal con herramientas de tortura varias.

Tommy Talamanca con la guitarra colgada y el teclado en frente, tocaron un par de piezas del nuevo disco, "The Birds" inspirada en la obra de Alfred Hitchcock, de quien tenían un telón como parte de la escenografía, en este primer tema se lo rompió una cuerda al bajista, que continuo tocando hasta que pararon para la segunda pieza "Bloody Bates", y el hombre cambio de bajo. Sonaban muy bien, pero cuando Tommy dejaba de tocar la guitarra para hacerse cargo del teclado se notaban algunos agujeros en su sonido, aunque su death progresivo bien técnico mola.

Brutalidad y técnica que repartieron a partes iguales. Otras canciones que tocaron fueron "The Lonely Mountain" del disco 'Hyaena' de 2015, "Season in Silence" que da título al LP de 2010. El vocalista gigantón esta atornillado al suelo, demasiado estático para lo que tocan. Fueron un poco más atrás con "One Thousand Memories" del disco homónimo de 2007. Mientras que Tommy sigue desdoblándose con la guitarra y el teclado. Terminaron de ganar algunos fans más cuando el frontman salió con una camiseta del Athletic Club en la mano y señalando el escudo. Para la despedida volvió a hacerse con la moto-sierra.

Tras el cambio llegaba el momento de ver a los Atrocity. Nunca les había visto en directo y me apetecía un mundo. Sonaba la intro y salían todos con las caras tiznadas, abrieron con dos piezas de su más reciente disco 'Okkult II', arrancaron con "Master Of Darkness", seguida de "Shadowtaker". Vaya sonidazo y vaya actitud la que mostraron de principio a fin. Salieron a por todas, pero sin bajista, curioso que hace años no tengan bajista, pensaba que para el directo traerían a alguien tocando, pero no, lo que si sonaron fueron algunas bases grabadas.

Alexander Krull estuvo enorme en su papel de frontman, un auténtico titán sobre las tablas. Llegaba el primer tema viejuco de la noche, "Necropolis" del álbum de 1992, 'Todessehnsucht', trepidante actualización de esta pieza. Suenan los coros grabados de la introducción de "Gates To Oblivion", las partes potentes impulsadas por la batería de Joris Nijenhuis, como sonaba la batería y también las guitarras. Me encanto y me quede con ganas de más.

Visitan 'Hallucinations' su LP debut con "Fatal Step", el doble ataque guitarrero final de Thorsten Bauer y Pete Streit fue letal. Ambos no pararon de poner caretos mientras rasgaban sus hachas, en un temazo como "Death by Metal", death metal old school de altos vuelos. Alexander agitando su larga melena, atrincherado detrás del pie de micro, haciendo los cuernos, levantando el pie de micro, mientras motiva a la entregada audiencia, que termino encantada con la descarga de los alemanes. Para el final vuelven a tener protagonismo los teclados con "Reich Of Phenomena", del disco 'Atlantis' de 2004, un trepidante final, fueron despedidos con extenso aplauso, a ellos se les vio muy complacidos, ojala vuelvan pronto con su propio tour.

A los Vital Remains hacia un montón de años que no les veía. El eterno Tony Lázaro, sigue en las barricadas apostando por el death metal impío y old school. Su set fue muy corto y algo atropellado, yo juraría que menos de 40 minutos, en los que tocaron creo que 5 temas, pero que descarga señores, uf, pura brutalidad comenzando con “Icons Of Evil”, enseguida el voceras Brian Werner se hizo cargo y comenzaron su particular masacre, apoyado en las segundas voces por el bajista Gaeton "Gator" Collier, con cara de poseído.

Me sorprendieron con “Descent Into Hell”, que no la estaban tocando habitualmente en esta gira. Las luces se tornan rojas y Brian sale con un cabeza de cabra, que levanta al cielo, para desangrar a una extasiada audiencia. No se el nombre del joven guitarra líder que traen, mostró buena técnica, aunque estaba demasiado centrado en la ejecución. Brian Werner incito a las masas a hacer un Wall Of Death, que salio de aquella manera, pero algunos maporrazos y tropezones si que se vieron. Werner no se corto un pelo e hizo un stage diving que pillo por sorpresa a muchos, y la verdad es que pudo salir muy mal, el tipo demostró una fe ciega en sus fans, o bastante inconsciencia, según se mire.

Otras que tocaron fueron “Hammer Down The Nails” y“Let The Killing Begins”, Tony Lázaro haciendo cuernos con ambas manos entre pieza y pieza. Cuando lo estábamos pasando mejor, llegaba el final de su apabullante recital con “Dechristianize”, con la sala entregada y haciendo headbanging. Fueron muy aplaudidos y también nos dejaron con ganas de más.

Llegaba el momento de enfrentarse cara a cara con la bestia. I Am Morbid en Bilbao, comandados por el jefazo David Vincent prometían unos cuantos himnos blasfemos de los cinco primeros trabajos de Morbid Angel, todo clásicos. Lo cierto es que recibimos lo que fuimos buscando.

La ultima vez que vimos a David y Tim en Bilbao fue en noviembre de 2012, cuando Morbid Angel tocó con Kreator y Nile, tambien en la Santana 27.

Algunos dicen que I Am Morbid es una banda de versiones, pero a mi Morbid Angel también me parece lo mismo, así que empate. Soy muy fan de David Vincent, me encanta su estilo de cantar, es un auténtico pionero del death metal. Secundado por el estelar batería Tim Yeung (ex-Morbid Angel, ex-Aurora Borealis, ex-Council Of The Fallen, ex-Decrepit Birth, Divine Heresy, ex-Hate Eternal), una bestia parda con un nivelazo de aúpa. En las guitarras vienen, el habilidoso, Bill Hudson, que ya le vimos por estas tierras, porque milito en U.D.O. y Dirkschneider. El otro es Kelly Mclauchlin de Pessimist, (ex Possessed, Diabolic, etc) que ha remplazado a Ira Black que ahora se ha vuelto a Lizzy Borden.

Pues lo dicho amigos, la avalancha de clásicos estaba asegurada, sonaba la intro y salían entre tinieblas para arrancarse con “Immortal Rites”, una gozada, que fue precedida por “Fall From Grace”, casi nada. Un breve parón para saludar al entregado público y disparan “Visions From The Dark Side”, la batería de Tim suena como un jodido trueno. Mientras que el bajo de David tiene todo el protagonismo que merece.

No hay Descanso, otra pieza antológica, “Blessed Are The Sick”, el riffeo añejo te abraza, mientras los músicos están bastante estáticos, David pivota alrededor del micro, mientras que Bill es el más activo y que más empeño le pone. Más leña, “Rapture” con Tim a mil revoluciones, y David con su característica forma de cantar, y el intercambio de solos de los guitarras. Seguían con la híper acelerada “Pain Divine”, brutal.

Llegaba la áspera “Sworn To The Black”, mientras la gente se dejaba las cervicales con cada tema antológico. Lo que disfrute con "Eyes to See, Ears to Hear", puf que bien sonaba, la madre del cordero. Más cera con “Maze The Torment”, a la que siguió un extenso solo de guitarra, primero Bill y luego se le unió Kelly, que sirvió a Dave para coger aire y afrontar la parte final del concierto.

Cuando volvieron todos, Tim saluda desde su kit, y volvían a la carga con otras tres piezas del ‘Domination’, que mis favoritas, nada más y nada menos que “Dominate”, que disfrute mucho y las aplastantes "Where The Slime Live" y “Dawn of the Angry”. David cambio de bajo y se colgó uno negro.

Aún quedaban un par de estacazos más, ambos mortales de necesidad, el himno "God of Emptiness", que fue recibido como merecía y el final a lo grande con "World of Shit (The Promised Land)". Perfecto cierre para un buen concierto, que nos acercó al botxo el death old school de nuestra alocada juventud. Una pena que no hubiese mejor entrada.

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