Concierto presentación del disco Of the Lost Heritage de Ocelon.

Los amigos de On Fire Rock Promo Records nos invitaron a este concierto organizado por Ocelon para presentar su disco debut. Gracias a On Fire tuvimos una copia del último disco de Lépoka, Beerserkers y descubrimos a una magnifica banda joven con mucho empuje. Luego de entrevistarlos en plena calle, nos fuimos al local con cierto desconocimiento acerca de las otras dos bandas que actuarían allí.

Me la pasé tan bien con estas bandas que esta reseña es sería en contenido, pero no en la forma en que les contaré. Iba a ser una noche de folk metal donde Ocelon presentaba su disco Of the Lost Heritage. Llegué media hora antes de la apertura de puertas y me sorprendió encontrar una buena fila de gente esperando. Sabían algo que yo ignoraba. 

Bastante puntuales y con pequeños problemas de sonido que no enturbiaron para nada la actuación, (a menos que seas un amargado en cuyo caso se te estropeo la noche) salieron Salduie de Zaragoza a darlo todo. Y vaya si lo dieron.

Comenzaron con la intro “Íber” para atacar con la canción titulo de su nuevo disco, “Imbolc” y ya el público estaba enganchado. Fue un placer ver a la sala Taboo con un lleno total y es que las bandas tienen tirón y los amantes del folk metal crecen. Continuaron con “Devotio” mientras Dani, vocalista de Lépoka me comentaba que uno de sus dos vocalistas originales no pudo venir y fue sustituido por otro. Yo, muy despistado, creí que el sustituto era el propio Diego Royo, quien comparte labores con Salduie, Eternity y Ever Night, pero resulta que no, que era el otro, y me quedé sin saber el nombre.

“Pyrene” y “A Brinder” continuaron calentando a la audiencia, y mientras los vocalistas salían a secarse el sudor mientras la banda tocaba el instrumental “Cutios”, se aseguraron que la próxima canción iba a ser un trallazo en toda regla, el bonus-track “Hidromiel”, donde el nivel de apoyo, locura y alegría de los asistentes creció aun más. Me llamó la atención ver a muchas chicas, todo lo contrario a otros estilos del metal. ¡A lo mejor es que los tíos del folk metal son más guapos!

Fue todo un acierto no dejar esta canción para el final de su actuación, así aprovecharon la entrega del público, tocando “La Senda del Cerezo” y “Numancia”, otro bombazo que también me llenó de alegría, sobre todo al ver que hay alguien que se acuerda de Numancia, un ejemplo que de seguir vivo hace rato hubiera acabado con muchos problemas que hay hoy en día en la política española. ¡Sucia cosa!

La banda se retiraba, pero no fue el amago antes del bis sino la falta de tiempo. La gente quedó pidiendo más y a petición de Salduie, los chicos de Lépoka le dieron tiempo para terminar con “Vodka” y no precisamente bebiéndoselo.  El disco de Salduie se titula Imbolc y es del 2014. ¡Qué manera de sacarle valor a un CD en el directo! Incluso en México se está vendiendo, así que es hora de hacerte con tu copia.

La sala estaba al rojo vivo y Lépoka lo tenía fácil, pero en vez de mantener el interés de los asistentes, lo incrementaron con su contundente set. Tienen ensayadas todas las canciones de su repertorio de manera que estuvieron siempre listos para tocar cualquiera de ellas. Es una manera de decirles que no pude saber el set list de esa noche.

Pero Beersekers me lo tengo aprendido, así que les contaré que tocaron muchas de mis canciones favoritas de este CD, que son todas. En la entrevista con ellos me aclararon algo que había visto pero no entendido. A Beerserkers le sobra una letra, y es que los muy cachondos mezclaron Beer con Serkers, manteniendo su línea bromista.  También hicieron amagos a su disco debut, Folkaholic Metal.

Y claro, la canción titulo no podía faltar, al igual que “Sexcalibur”, “Carta a Maria” y “Chupito”, que es la que da título a su gira Chupitour 2016, que los llevará a ser teloneros de Mago de Oz próximamente, aunque estoy seguro que habrá más sorpresas.

La banda lo da todo en el escenario. Lo esperábamos de músicos como el vocalista Dani y el intranquilo y bromista Zarach, quien entre flauta y gaitas tenía tiempo para alentar al público. Quien resultó ser una sorpresa fue el aparentemente tranquilo, serio y sobrio violinista Samu, que llenó el escenario de tal manera que fue, indudablemente, una de las estrellas de la noche. También mención para los guitarristas, muy buenos riffs e intensos solos.

La alegría de descubrir dos bandas jóvenes que comienzan su carrera musical, (que cinco años no es nada, ya verán cuando lleven veinte en la carretera) no se empañó al descubrir a la tercera, los madrileños Ocelon.  Se notaba que todos los estaban esperando y la sala se veía ya al límite de capacidad (sin sobrepasarlo, lo digo para evitar problemas). ¡Tantas personas no podían estar equivocadas!

La amable Teresa Peciña me dio el listado de canciones mientras se organizaban. Comenzaban con “To Ocelon” y ya con “Moonhunter” comenzaba a descubrir una banda que aunque tiene sus raíces en el folk metal, extiende sus ramas hacia otros estilos algo más extremos, aunque “Amber Blood” tiene esa esencia celta, una vez entra la voz el toque blackmetalero se impone. 

El grupo no tiene fisuras, su vocalista Luis Esparrago, muy serio él, daba las gracias con elegancia y cortesía, y se mostraba mucho más fiero a la hora de cantar.  Un cartel adjunto a la batería, “Beware of the Troll” seguro que hacía referencia a él mismo. El centro de atención también rondaba, visualmente, entre la aparente paz de Teresa en las gaitas y la elegante y energética violinista Clara Avedillo.  Con “Homeland” bajó un poco la fuerza, apostando por una melodía más apegada al folk de estilo clásico.

La sección rítmica tampoco tiene desperdicio. El bajista Caco va tejiendo líneas en segundo plano mientras la batería de Carlos Vivas agrega una fuerza y versatilidad importante. Un músico con mucho futuro.

Pero hay algo que no acabó de gustarme, aunque es una opinión personal que no subjetiva. Tocaron el disco Of the Lost Heritage de principio a fin, lo cual es lógico por ser el primer disco, aunque me quedé pensando, ¿por qué tocarlo en el mismo orden? ¡Incluso puede tener sentido!  Solo agregaron, casi al final, “Vulgaris”.  Me hubiera gustado alguna sorpresilla, vamos a ver.  Y no lo comento por capricho, por ejemplo, tocar “Raven’s Crown” tan cerca del final pudo haber bajado el nivel de adrenalina.  Lo que si tiene lógica es afrontar la extensa “Ashen” para cerrar el concierto con esos aires épicos y el sentido de una historia contada de principio a fin. Muy bien por los guitarristas David y Julio.

Tres grupos muy interesantes. Salduie y Lépoka están en muy buena forma y aunque algunos músicos de Ocelon necesitan algo más de fogueo en directo, musicalmente es una banda perfecta con todo un futuro por delante.  ¡Por favor! Que ninguna de las tres se quede en el camino.

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