Auto producido © 2017

Tracklist:
1.    Whispers in the Silence
2.    Stars of Strength
3.    Eternal Nightfall
4.    Darker Shades
5.    Revenant
6.    The Prophecy
7.    Wells of Forgotten Men
8.    Perpetual Way
9.    Souls of Darkness and Light

El insistente y simpático representante de esta banda, Alejandro Pérez, me hizo llegar su segundo disco. Es de 2017, mientras que su debut es de 2016. A ver si antes que termine el año hay una grabación nueva como muestra de prolija descendencia.

La banda habanera se define en su página de Facebook como death metal melódico. Hemos escuchado el disco ampliamente y siempre me saltan las influencias de grupos como Cradle of Filth, aunque posiblemente sea solo una valoración subjetiva. Por otra parte, la impresionante voz de Mercedes es más heredera de Angela Gossop que de Dani Filth.

En las composiciones trabajan las melodías muy bien. Quizás cuando comienza la primera pista, “Whispers in the Silence” piensas que la música será más cruda y extrema, pero una vez vas escuchado las capas de teclados que se han agregado con continuas líneas melódicas, comienzas a percibir un trabajo más artesanal en cuanto a lo detallado del mismo.

En la alineación no aparece acreditado un batería. Estaba escuchando el trabajo del instrumento, la manera de “tocar”, la forma de usar los silencios, una utilización de los bombos nada aburrida, y pensé que se trataría de un vetaría ilustrado en el arte de las baquetas con sus raíces insertadas en la tradición cubana de percusión, pero va a ser que no.

Las canciones no se salen del estilo y al mismo tiempo intentan lograr una variedad en cuando a ritmos o momentos culminantes dentro de cada canción. Algunas piezas como “Darker Shades” nos recordaran a las bandas de death metal noruego, mientras que en otro momento dan un ligero toque que roza lo orquestal, caso la introducción de “Revenant”.  Han grabado un video de “Prophecy”, una de las piezas más melódicas del disco, donde es la guitarra quien carga el peso de la melodía.

Finalmente pensé que me quedaba con la fuerza de “Wells of Forgotten Men”, con esa entrada tan típica del death metal de los ochenta, como canción favorita. Es una pieza sencilla y al mismo tiempo rotunda y esos momentos casi al final donde una voz enterrada en la música intenta decirnos algo les ha quedado bastante tétrica, peor luego sigue "Perpetual Way", la pieza más extensa y trabajada del disco, y me entra la duda. Esto me descubre que de manera general, las composiciones siguen el patrón de crear una base poderosa sobre la que fluyen los teclados y guitarras. Es el sello de este disco.

La producción también tiene otro punto a favor. No sé si ha sido por carencia o a propósito, pero no han apostado por la claridad límpida y se siente esa fuerza del directo en escenarios pequeños. Me gustaría que Nemesis tuviera suerte y trabajara duro, esto le permitiría darse a conocer un poco más allá de los festivales cubanos de metal. Ojalá haya suerte.

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