Self Produced / Rock‘N‘Growl Promotion © 2019

Track listing:
1. Hostage In The Pit
2. Violent Resolution
3. Omicida
4. Protect And Serve
5. Divine Uncertainty
6. State Of Terror
7. Burn The Cross
8. Sentenced
9. The Supremacist
10. Unborn
11. Dead Eyes See No Evil

Otra banda que debuta con músicos de experiencia. Aquí hay músicos de Benediction y White Wizzard y con este currículo solo podría salir cuando menos una banda de thrash. Y efectivamente, así es: thrash metal moderno se definen ellos, aunque yo siento que aquí hay una formación que recoge lo mejor del thrash metal de la Bay Area, influenciados no solo por los grandes de la zona, sino también por las bandas de segunda división que solo trascendieron en las mentes de tus más acérrimos seguidores.

Se formaron en Los Angeles en el 2014, pero por razones de la vida se reubicaron en Londres el pasado año. Algunos singles y un Ep se grabaron, pero este es su disco debut.  La ciudad de su nacimiento marca el estilo, ya que suenan mucho más al thrash americano que al europeo.

Comenzar a hablar de las canciones implica comenzar a recordar a todos aquellos que hicieron grande al thrash. Como dice su hoja promocional, ellos no quieren inventar la rueda, por lo que han escrito un grupo de composiciones cargadas de energía y potencia.

Encontraras solos de guitarras en piezas como “Protect and Serve” que te recordaran completamente a Slayer, mientras “State of Terror”, que también tiene una entrada muy a lo Kerry King, nos recordará a Death Angel, una banda que cuando salió su disco The Ultra-Violence en 1987 pensamos que no llegaría a la longevidad que ha llegado. Sin embargo Dark Angel, banda aparentemente mucho más sólida, que también sale a relucir aquí por sus las influencias que siento de Gene Hoglan en la batería de Giovanni Durst, quedó al campo hace años.

Únicamente aflojan el paso en el preludio “Burn the Cross” y la entrada heavy de “Sentenced”, pero una vez entrados los versos las guitarras asumen las líneas melódicas del black metal, esas que parecen que se va rasgando una sola cuerda a toda velocidad aunque en realidad lo que se hace es cambiar el acorde por otro cercano en el mástil.  Es la canción más contrastante del disco, una pieza para demostrar el virtuosismo guitarrero. Los versos finales, con esto de “suffering”, tal parece tomado de una pieza de Slayer. La entrada de “The Supremacist” te hace pensar que la pieza anterior nos e ha terminado, y si tocan ambas en directo de la misma manera, los cadáveres se verán a la distancia.

Finalmente no hay mucho más que decir. Thrash metal de toda la vida, de riff acerados y solos anárquicos a toda velocidad. De gargantas desgañitantes. Eso sí, faltan los coros típicos que encontramos en grupos como Exodus, pero no se puede tener todo en la vida.

El disco fue mezclado y masterizado por Ralph Patlan (Megadeth, White Wizzard) en los Stealth Sound Studios.

• < Anterior
• Siguiente >