Sôber - Elegía (2021)

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Domingo, Diciembre 22, 2024

Sôber - Elegía (2021)

Escrito por Tony González

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Autoproducido

Lista de canciones:

01- Mi heroína

02- Elegía

03- Eclipse

04- Oasis

05- El día de la liberación

06- Verona

07- La máscara de hierro

08- La noche más larga

09- Seda y plomo

10- 9 musas

11- Eclipse (versión piano y voz con La Bien Querida)

Escuchando este disco y pensando como lo voy a afrontar para escribir la reseña, me doy cuenta de que Sôber es Sôber y ya está. No solo la voz de Carlos Escobedo, sino la manera de escribir la música para que suene fuerte y cálida al mismo tiempo. Aun así, con “Elegía” la banda de nuevo se ha pasado y nos demuestra que no importa que hayan pasado casi treinta años de formación, la banda aún no ha dicho la última palabra en cuanto a música y si en algún momento se estancaran creativamente, ese momento no ha llegado con “Elegía”.

Comenzar con una canción tan fuerte líricamente como “Mi heroína”, es un atrevimiento. Cuando termina esta pieza rotunda y sin fisuras, no sabes que te puedes esperar, porque esta intensidad es difícil de mantener, sin embargo la sorpresa es mayor con la entrada de “Elegía”, que aún suena más intensa. Se aprecia que el haber trabajado con orquesta ha marcado a la banda.

Si solo te quedaras con estas dos canciones, pensarías que el disco es oscuro y algo depresivo, pero “Eclipse” aporta algo de dulzura, aunque haya versos que te digan que “Tropezamos y caímos de nuevo en el mismo agujero de donde salimos”. Finalmente “donde tú ves derrota, quizás yo vea otra oportunidad” es la primera frase de “Oasis” que comienza con ese riffs distintivo de los hermanos Escobedo-Bernardini, porque si aún no te has dado cuenta, Jorge y Antonio son tan hermanos en guitarras como Carlos y Jorge lo son en sangre. Aun asi, se mantiene el halo oscuro.

Dejamos atrás los leves aires orientales del oasis para introducirnos en una intro tribal que pronto se llena de alegría con “El día de la liberación”, con una letra que te pone a pensar. Buscas la asociación y al final te queda la duda de…, mejor escucha la letra. Carlos nos dice “yo sé bien cuál es la pregunta”, pero yo sé que no, que no la sabe aún. Me quedé esperando que “Verona” me hablara de sus famosos amantes, pero esa entrada casi stoner de las guitarras me quita la idea del coco, que regresa con los versos de la letra. Las letras de Sôber siempre han sido elegantes, el tipo de texto que entiende lo mismo un catedrático que un niño de primaria (exagero un poco aquí, pero que se le va a hacer), y con una poesía que no requiere de sofisticadas elipsis para comunicar.

“Máscara de hierro” finalmente cambia ese ímpetu que lleva el disco. Con un estribillo que se pega más que un chicle, tiene lo que se necesita para que no la olvides. “La Noche Más Larga” es el reposo necesario dentro de un disco que tiene un alto contenido de energía. Es un poco difícil catalogar esta canción como una balada aunque no hay otra manera de definirla. Se hermana con la anterior de cierta manera y a continuación. “Seda y plomo” gustará mucho a los que quieren al Sôber de siempre. Esta es la canción clásica de la banda. Fuerza y melodía a la par, sobre la que correo la palabra ardiente, los versos sublimes, la prosa afilada de Carlos Escobedo.

En este momento, ya todo parece estar dicho, sin embargo queda “9 musas”, donde una vez más los riffs a lo Bernardini se ponen en primer plano y una vez más la letra nos vuelve a sorprender. Carlos no menciona a ninguna de ellas pero a través de los versos (y si sabes historia del arte o historia antigua) te das cuenta si mencionan a una u otra. Él ha sido visitado por Euterpe y yo espero que Erato aunque sea me mire por un segundo.

Hay un bonus, la versión a piano y voz de “Eclipse”, con la colaboración de La Bien Querida, que por poco confundo con La Mal Querida, una prima mía. Una broma que solo quien sepa de cultura general entenderá, pensando en el clásico de Jacinto Benavente. La canción cambia tanto que casi parece otra distinta.

Diana Escobedo ha hecho el diseño de carátula que me hace pensar en una representación de “Mi Heroína”, pero ya ustedes saben que el arte cada cual lo toma como puede. El caso es que si te gusta Sober, esto te va a gustar y si aún no conoces a Sober, te enfrentas a un disco duro de verdad, pero no porque sea de metal extremo sino porque está lleno de una humanidad que desaparece de nuestras vidas.