Insideout Music © 2015

Tracklist:
01. Bloom
02. Marigold
03. Firelight
04. Dragonfly
05. Rust
06. Turntail
07. Daughter of the Mountain
08. Undergrowth

Caligula’s Horse comienzan este, su tercer disco, con una balada, para definirlo de alguna manera. Una balada que va in crescendo y que recuerda esos grandes momentos de bandas como Genesis o Marillion, ambos en sus primeros discos.

A partir de “Marigold” la banda comienza a complicarse musicalmente. Los australianos posiblemente no sean muy conocidos dentro del mundo prog europeo, pero ahora que han firmado con Inside Out Music, la discográfica del prog por excelencia, comenzaran a ser más tenidos en cuenta a ambos lados del Atlántico. De hecho, su aparición más allá del quinto continente comenzó con las extensas giras que precedieron a su segundo CD: The Tide, the Thief & River's End, y la entrada a The Agency Group del Reino Unido.

Bloom es un disco lleno de vida, energía positivas vibraciones. La banda está cargada de influencias, y si bien en su música están presentes las manos de los clásicos de los sesenta y de algunos de lo que se ha denominado neo prog, hay también elementos del brit pop más refinado. La elegante “Firelight” tiene esos momentos cargados de una belleza simple pero efectiva. En estos detalles recuerdan a grupos como Spock’s Beard, mientras “Dragonfly” tiene complejidades guitarreras que nos hacen pensar más que en una influencia, en una similitud con los momentos más trabajados de bandas como Leprous.

En cuanto a los músicos, un ensemble de altos kilates, donde prestamos atención al baterista Geoff Irish, el cual en “Rust” hace unas partes bastante imposibles y no tanto por velocidad como por complejidad en los compases. El vocalista Jim Grey tiene una voz dulce sin llegar a ser empalagosa, y hay dos guitarristas, Zac Greensill y Sam Vallen el segundo de los cuales se acredita además de la guitarra, todo lo demás, que  también muestran en esta composición lo mismo su vena más shredder que la posibilidad de trabajar al compás con el resto de la banda, fortalecida por su quinto miembro, el bajista Dave Couper.

Después de esta atractiva composición, unos acordes del pop más setentero dan paso a otra composición igualmente compleja pero en un sentido diferente. Aquí es como si intentaran hacer pasar por sencillo algo que no lo es, y nuestra opinión acerca de la banda y sus posibilidades crece como la espuma: un par de pistas que no tienen desperdicio. Un coro pegadizo que recuerda además a Tears for Fears en el trabajo de dos voces.

Pensando que será difícil superar lo antes escuchado, atiendo cuidadosamente a “Daughter of the Mountain”, una canción que nos recuerda a los Flower Kings más cercanos en el tiempo, con una parte central heredera de los malabares de Dream Theather, otra complejidad de tiempos y compases, una madeja musical que se enreda, se desenreda y viceversa con una facilidad increíble.

Lo que comenzó como un disco sencillo y resultó ser una obra sorprendente, cierra suavemente con “Undergrowth”. Caligula’s Horse nos ha querido demostrar que puede acelerar de 0 a 100 en dos segundos.

• < Anterior
• Siguiente >