Rock and Growl Records © 2018

Track listing:
01. Rude Awakening
02. We Are Immortal
03. Cold As A Stone
04. Naked Truth
05. Walk Tall
06. Circus Clown
07. Washed In Flames
08. Dear John,
09. Freedom’s Children
10. Hannah

Soldiers of Solace debutan con este disco, aunque son una banda que ya ha girado bastante por los circuitos regulares de los Estados Unidos. Ellos se definen como una banda de hard rock / heavy rock y válgame Dios, porque los encuentro mucho más fuertes e interesantes que la mayoría de bandas que se etiquetan así, a pesar del auge que el hard rock está tomando últimamente.

Desde que comienza el disco con “Rude Awakening” nos damos cuenta de muchas cosas. La principal es la voz personalísima de Jason Longo, que será la marca de la banda. Hay momentos en que nos recuerda a Dee Snyder, por ejemplo, en canciones como “Cold As A Stone” que resulta ser además de uno de los singles, una patada en el culo en toda regla por su fuerza.  En la sección final del disco, cuando pensamos que ya ha desplegado todo su arsenal vocal, canta “Dear John” en un estilo algo apegado al hardcore, y nos demuestra una vez más que es un vocalista todo-terreno.

Hay otros momentos en los que los siento más modernos, con entradas como las de “Circus Clown” o más cercanos a bandas como Disturbed, (pero sin las onomatopeyas de Dave Draiman). A esto suman que trabajan los sonidos graves, que como en “Naked Truth” le dan un ligero toque stoner.  Pensando en Twisted Sister, una pieza como “Walk Tall” nos los recordará, pero no a los Twisted de sus grandes éxitos sino los de su discografía.

Una vez escuchado el disco, nos damos cuenta que la banda crea un balance entre piezas que suenan más actuales y otras de corte más clásico. Una pieza como la penúltima, “Freedom’s Children” muy bien pudo haber sido compuesta en un maloliente local de ensayo británico de 1978 o incluso antes. Y terminar con “Hannah”, con esas influencias sureñas, es como la guinda del pastel, el toque de elegancia. Y es que la banda ha asimilado influencias de ambos continentes en su música.

El sonido de las guitarras es magnífico, y eso se debe a los riffs de Luis Cubille a quien se suma Jeff Fahy con riffs y solos de guitarra. Estos últimos tienen alma, son los de un guitarrista técnico que apuesta por los sentimientos.

Posiblemente sea Soldiers of Solace de las bandas que se queden en un discreto segundo plano. Posiblemente sean de los que les llega el éxito dentro de veinte años. Los músicos tienen carrera y edad para saber que están aquí para la minoría metalera silenciosa, esa que sigue nuestra música de corazón y no por moda. Y es que de seguro, SoS no pasaran de moda, simplemente porque no están a la moda. 

La similitud con la caratula del nuevo disco de 'Random Eyes', Grieve no More, de seguro es una simple coincidencia.

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