25 de Mayo de 2018
Sala Santana, Bilbao

Desde la última visita de Skid Row a Bilbao habían pasado casi cuatro años. La anterior vez se presentaban como teloneros de Buckcherry y lo hacían en la misma sala Santana 27 de Bilbao. En esta ocasión regresaban como cabezas de cartel y con el nuevo miembro de la banda, el vocalista ZP Theart (ex-Dragonforce) en sustitución de Johnny Solinger, quién ha permanecido en la banda cerca de 16 años, tras sustituir al carismático Sebastian Bach.

Muchos seguidores acérrimos han dado la espalda a la banda tras la salida del potente vocalista Sebastian Bach y la verdad que tras sufrir algunos cambios en los puestos de batería y de voz, la banda formada por los miembros originales, Scotti Hill y Snake Sabo a las guitarras y Rachel Bolan al bajo, sigue estando activa a pesar de perder bastante tirón y popularidad tras sus grandes dos primeros discos, “Skid Row” (1989) y “Slave To The Grind” (1991). Precisamente estos dos trabajos fueron los que estuvieron presentes en la totalidad de su intenso pero corto directo. Atrás han dejado y olvidado sus demás discos salvo el “Rise Of The Damnation Army – United World Rebellion – Chapter Two” (2014), ya que al final de su actuación rescataron su primer corte, ‘We Are The Damned’. Las canciones de los otros discos parece que se han esfumado en el tiempo, ni huella de ellas. Con todo esto, hay que indicar que actualmente Skid Row viven de las rentas musicales de sus primeros dos trabajos de estudio anteriormente mencionados y que les dieron fama en la década de finales de los ochenta y principios de los noventa.

Para esta reciente gira, han reclutado como banda telonera a Double Crsuh Syndrome con Andy Brings (ex Sodom) al frente de este trío con bastante actitud punk, acompañada de cierta estética glam y con claras influencias musicales a Ramones, Mötley Crüe y Hardcore Superstar, a quiénes les han acompañado en alguna que otra ocasión.  La completan Slick Prolidol al bajo y coros, y Julian Fischer a la batería. Durante su corta actuación de no más de media hora desgranaron toda su artillería musical centrada en su único larga duración “Die For Rock N’ Roll”. Tuvieron tiempo para interpretar siete rápidos y enérgicos cortes en donde destacaron con la canción que da nombre a su único disco junto con la adictiva ‘Can’t You Be Like Everyone Else’. Los demás cortes, ‘She’s A Pistol’, ‘Yeah! Pain!’, ‘On Top Mount Whateverest’, ‘Blood On My Shirt’ y el último ‘Gimme Everything’, fueron diseccionados a todo ritmo junto con mucha actitud punk encima del escenario pero que no terminaron de cuajar ante el indiferente y estático público que reinaba durante su escueta actuación. Además Andy Brings intentaba agradar y hacer alguna que otra broma ante el respetable hablando y dialogando con las primeras filas pero a decir la verdad que no fue muy respondido por la mayoría de los allí presentes. Su actuación dejó a la gente bastante indiferente y dudo que consiguieran grandes fans de su apuesta musical que tantas veces hemos visto encima del escenario pero con mucho mejor repertorio sobre todo en cuanto a composición musical, empaque y garra.

Tras un descanso de media hora que fue destinado para acondicionar el escenario y tras la introducción del clásico de los Ramones ‘Blitzkrieg Bop’ salían a escena los deseados Skid Row y no podían hacerlo de la mejor forma posible. Comenzaron su repertorio con su himno ‘Slave To The Grind’ para dar paso a la melódica con fuerte y adictivo estribillo ‘Sweet Little Sister’. Dos puñetazos directos a la cara para los allí presentes que sin tener tiempo para asimilarlo, se veían de frente con otros dos derechazos ‘Piece Of Me’ y ‘Living’ On a Chain Grang’. Momento que serviría para valorar rápidamente el estado de forma de la banda que salían con enormes ganas al escenario y en donde ZP Theart hacía las labores de líder y que durante estos temas, agradeció al expectante público y sobre todo a las primeras filas con varios botellines de agua que cuya sustancia líquida fue a parar a más de un fotógrafo que se encontraba dentro del foso.

Su timbre de voz agradaba a cierta parte del público mientras que el resto se mostraba desafortunado ya que no era del todo de su agrado. Peso a todo ello, la banda se mostraba contundente y bien engrasada gracias a los tres miembros originales, los dos guitarras y el bajo, quién por derecho propio llevan con bastante honor el nombre de Skid Row. Mención especial hay que dedicar al batería Rob Hammersmith, quién solventó con buena nota sus labores. En un abrir y cerrar de ojos, la banda apuntilló su directo con otros cuatro tremendos trallazos sonoros que vienen incluidos en su debut, los cuales fueron ‘Big Guns’, ’18 and Life’, ‘Makin’ a Mess’, y ‘Rattlesnake Shake’.

Tras disfrutar de estos cuatro temazos, Rachel Bolan, ejerció de anfitrión y líder de la banda para capitanear con su voz la famosa cover de Ramones, ‘Psycho Therapy’ que no puede faltar en su repertorio  y que añadía ese plus de punk que tanto les gusta gastar y ofrecer la banda en directo. Seguido de dicho momento, desgranaron otros dos enormes himnos que fueron coreados por el público y que fueron la semi balada ‘Quicksand Jesus’ con Shake Sabo con guitarra acústica al comienzo del corte y que finalizó con un tremendo y efectivo solo de guitarra por parte del mismo guitarrista,  junto con una de las canciones que les lanzaron a la fama mundialmente, la metalera ‘Monkey Business’. En mitad del corte y aquí vino la gran e inesperada sorpresa para muchos, los dos  guitarristas ofrecieron un largo y extenso duelo de guitarras que a más de uno dejó bastante descolocado ya que realmente dejaron enfriar el tema para regresar nuevamente con el apoteósico final de dicha canción.

Momento que al finalizar el tema y tras estar encima del escenario de la Sala Santana 27 cerca de una hora, se despidieron para abandonarlo durante un breve corto espacio de tiempo. Para sus bises, prosiguieron escogiendo su grandes himnos, los cuales comenzaron con la sentida balada ‘I Remember You’ que fue coreada a pleno pulmón por cerca de las 300 personas que asistían a su concierto, y siendo éste unos de los momentos cumbres de su actuación. Para dar paso después a la anteriormente citada, la canción de su “Rise Of The Damnation Army” que tras acabar de ejecutarla ZP Theart amenazaba sutilmente con abandonar el escenario. Tras su intento de abandono el público respondió con los clásicos coros que sirvieron para animar el ambiente y de esa forma, encarar el tramo final de su corto concierto con otros dos cortes, los cuales fueron ‘Get the Fuck Out’ y como colofón final, la emblemática ‘Youth Gone Wild’.

Una noche hard rockera con cierto toque punk que más de uno tardará en olvidar ya que tras su directo pudimos contemplar que la banda actual se encuentra en buena forma a nivel musical y en donde el puesto del vocalista, esta vez ocupado por el medio solvente ZP Theart, se mira con demasiada atención y lupa, quizás añorando los grandes momentos que tuvo la banda con Sebastian Bach. Su presencia encima del escenario se terminó cuando el propio vocalista se despidió en perfecto castellano con un rotundo ‘Muchas gracias, hasta luego’, no sin antes hacer la merecida y aclamada presentación de los demás restantes compañeros de la banda.

Por último un detalle a tener en cuenta. El puesto de merchandasing de Skid Row estaba compuesto por cerca de seis modelos diferentes de camisetas, junto con los ya famosos setlist firmados por los músicos pero ni rastro de compact discs y ni tampoco del resucitado vinilo, a pesar de contar con cinco discos de estudio, tres EP y dos recopilatorios. Reafirmando con este anecdótico detalle de que la banda sigue sobreviviendo dentro del panorama musical actual gracias a sus dos primeros trabajos de estudio facturados en 1989 y 1991 respectivamente, y que fueron la columna vertebral de su concierto en Bilbao.

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