Dissonance Productions

01. The Satanist
02. Shockwave
03. Burning Hammer
04. Call of the Siren
05. La noche de las gaviotas
06. Siege Machine
07. Gateway to Hell
08. Poison Chalice
09. Roundhead
 I: Before the Battle
 II: The Inevitable War
 III: The Protectorate

Los heavys londineneses Amulet están de vuelta tras cinco años de habernos encandilado con su debut 'The First'. Ahora con tres nuevos miembros en su alineación, y la verdad que la espera ha valido la pena.

Formados 2010, y con una demo publicada en 2011, en 2014 llegó su primer LP, 'The Frist', que lo distribuyó Century Media, más tarde en 2015, sacaron un single, "Bloody Night" y el pasado 17 de mayo, mediante el sello Dissonance Productions salio su segunda entrega, 'The Inevitable War', otro refulgente disco de heavy old school.

Del line-up del anterior CD, solo quedan los guitarristas James "Nippy" Blackford y Marek "Heathen" Steven, no sé si les habrá costado mucho completar la alineación y componer estas nuevas piezas, pero nos alegramos que volvieran a sacar material nuevo.

La versatilidad sigue siendo un sello distintivo del enfoque de Amulet, cosa que personalmente agradezco mucho. Desde la primera escucha te das cuenta que han tenido mucho acierto en pillar al nuevo cantante Federico “Mace” Mazza, que tiene una genial voz y un registro amplisimo. La banda la completan el bajista Sam Mackertich y el batería Neil Ganesha, una robusta sección rítmica.

La portada es de las que dan gusto mirar y remirar en vinilo para descubrir detalles. Sonidazo y nueve piezas que recrean el heavy ochentero más puro, sin inventar nada, pero con mucha personalidad. Una nueva obra en la que Amulet demuestran cuán refinado es su metal.

La mezcla no podría ser mejor, por lo que podemos escuchar cada línea de bajo, la masterizanción se ha enfocado como un álbum tradicional, lo que les permite mantener su toque original. Si te lo ponen y te dicen que se grabó en 1984 fijo que te lo crees.

El trabajo de guitarra es sencillamente exquisito. No hay un solo riff que no sea impresionante. Menuda colección de solos. Pistas cargadas de emoción, epicidad y guapas melodías que se clavaran en tu cerebro. No te pierdas piezas como "The Satanist", o “Burning Hammer” con esos teclados futuristas, que me han recordado a los Judas Priest del “Turbo Lover”. Resulta imposible no alzar el puño con "Siege Machine", o la maideniana "Poison Chalice". Impresionante final con la épica "Roundhead", una epopeya de más de 8 minutos. Tras la escucha, una cosa queda clara, el heavy metal de doble guitarra jamás morirá.

Este es un álbum que estoy seguro hará las delicias de los más fans más true's del Heavy Metal ochentero. La espera ha merecido la pena.

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