Dog Ruff Records

Tracklist:
01. The Final Cut
02. When the Bell Tolls
03. The War In-Between
04. Treading Water
05. Buried Alive
06. Fighting Man
07. Dead Mens Bones
08. Stranger in a Strange Land
09. The Cold Wind Blows
10. Masquerade
11. The Final Cut (Full Version)

Atkins May Project regresa a la palestra del heavy metal old school con su nuevo disco “The Final Cut”. Este proyecto capitaneado por el cantante original de Judas Priest, Al Atkins y por el guitarrista y productor, Paul May, dan rienda suelta a todas sus influencias más primitivas de los primeros discos de los propios Judas Priest, Black Sabbath y Saxon. Estos dos músicos nos ofrecen canciones muy básicas y densas donde predominan memorables riffs guitarreros obra de May bajo la rocosa e intensa voz de Atkins, dejando en segundo plano el bajo y la batería que son obra del omnipresente May. Así de contundentes se muestran estos dos obreros del heavy metal más primitivo en un disco basado en una producción bastante áspera.

Tras haber editado tres obras discográficas "Serpents Kiss", "Valley Of Shadows" y "Empire Of Destruction", ahora disfrutaremos del contenido sonoro que desprende este más que logrado álbum de puro heavy metal que se abre con el corte que da nombre al álbum y que tiene dos versiones. En este su primer asalto tras una breve intro entran la batería, bajo y guitarra de May para dar paso a la voz de Atkins en una canción que contiene dos tramos, uno de pura energía metalera que recuerda a los primeros temas de los Priest y otro tramo algo progresivo y más pausado, que derivan en un denso solo de guitara obra de May. En ‘When the Bell Tolls’ obtenemos un denso riff de guitarra en la onda Sabbath que es respaldado por la magnífica labor vocal por parte de Atkins, quiénes nos ofrecen un corte con clara influencia doom metal. El heavy metal sucio aparece en la tercera descarga con ‘The War In-Between’ donde Atkins se muestra intratable en la voz con un más que inspirado May quién destaca a través de sus electrizantes riffs. La extensa canción ‘Treading Water’ que sobrepasa los seis minutos de duración es la siguiente en sonar. Aquí obtenemos una contundente batería que es respaldada por otro intenso ritmo de puro metal destacando el guitarrista May con sus constantes cambios de ritmo que dejan en segundo plano a Atkins, pese a realizar un buen trabajo en la voz. La magia que rezuma estas composiciones musicales hacen efecto y nos encontramos inmersos en su cavernoso e hipnótico crudo sonido. Y como buena prueba de ello tenemos en ‘Buried Alive’ donde unos siniestros coros dan rienda suelta a la locura guitarrera de May con una canción que va de menos a más para desembocar en una verdadera orgia sonora.

Como era de esperar, esa esencia de los primeros Judas Priest hace acto de presencia en el desarrollo de ‘Fighting Man’, con un Atkins metido en la persona de Rob Halford, junto a un May suplantando la identidad del propio K.K. Downing. Obteniendo una intensa canción de metal nuevamente con una batería que reclama su merecido trono. En cambio con ‘Dead Mens Bones’, ambos músicos se adentran en un frenético ritmo que deriva en un corte de speed metal old school muy a lo Motörhead. Cabe destacar y mencionar la fantástica labor realizada por parte de May en la guitarra, bajo y batería, ahí es nada. Como se suele decir, tras la tempestad llega la calma, y el tema ‘Stranger in a Strange Land’ ocupa ese merecido puesto. En esta ocasión nos ofrecen una canción con cierto aires de rock and roll muy denso con ligeros toques de metal y bastante doom muy a lo Led Zeppelin o incluso a los propios Uriah Heep. Siendo este uno de los mejores cortes de todo el álbum sino el más elaborado. Vamos llegando al final y nos vuelven a mostrar en ‘The Cold Wind Blows’ un corte algo similar al anterior donde definitivamente nos recuerdan a los grandes Saxon bajo una descomunal guitarra por parte de May que con sus latigazos guitarreros nos invita a alzar los puños en alto como buen amante del heavy metal. En la locura ‘Masquerade’ tenemos otro electrizante  y denso corte de puro heavy metal cavernoso y primitivo. Para después despedirse por todo lo alto con el tema que da título al disco en su segunda versión y mucho más extensa que la primera ya que con sus nueve minutos de duración, obtenemos lo mejor y destacado de Atkins May Project. Una canción que resume todo lo que nos pueden ofrecer estos dos obreros del heavy metal. Una canción que dejan sin palabras a un servidor por toda la dimensión que adquiere en todo el conjunto en sí en esta densa trama sonora.

“The Final Cut” de Atkins May Project es un trabajo crudo y cavernoso que carece de espíritu de popularidad y de virtuosismo. Un álbum de los llamados de culto para mentes selectas y para amantes del sonido más primitivo del heavy metal de la eterna vieja escuela y a la que tanto se recurre últimamente. Un dúo de músicos que creen fielmente en su música y que huyen claramente de lo sonidos actuales ofreciendo lo mejor de sí mismos en estas once canciones.

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