El pasado jueves 16 de agosto no acercamos a ver los canadienses The Real McKenzies que tocaban en el escenario principal de las fiestas de Portugalete. El combo liberado por incombustible vocalista Paul McKenzie descargo un set de aproximadamente hora y media en la que dio un buen repaso a su carrera que arranco en Vancouver, Columbia Británica allá por 1992.
La plazoleta del paseo de La Canilla tenía un buen aspecto pero me lo esperaba mucho más petado, teniendo en cuenta la entidad de este combo y siendo gratis. Aunque creo que peso que era entre-semana y que los conciertos comienzan muy tarde (23:30). La verdad es que me esperaba mucho más peña y vi pocos punkys, pero da igual el que no fue se perdió una intensa actuación que casi no tuvo respiro en la primera hora, sin apenas pausa entre canción y canción. La verdad es que fue un no parar.
La banda ataviada con sus kilt se encargaron de mover al personal desde el primer acorde, el frontman Paul con pañuelo amarillo de las fiestas al cuello, a diferencia de la Rosario Flores que la noche anterior dijo que no quería nada amarillo en el escenario jejeje.
Este señor tiene unas energías del carajo, fue el maestro de ceremonias y se atrevió a dar las gracias en Euskera (Eskerrik Asko) solo que él decía todo el rato Eskerrik Katxo jejeje. Nos contaba batallitas entre tema y tema para presentar algunas de sus piezas más conocidas, como cuando se fueron a Rusia en pleno invierno y para combatirlo no pararon de beber vodka y así compusieron "Midnight Train to Moscow", otras que tocaron fueron "Due West", "Fool's Road", "Chip" piezas que hicieron las delicias de los asistentes, los bailes se arremolinaban a mi alrededor de gente de todas las edades, chicas, vendedores africanos y todo hijo de buen vecino que se dio cita. En "Fuck the Real McKenzies" para la que tuvieron la participación de buena parte del público.
A muchos sorprendió que el gaitero es gallego y se hace llamar Aspy Luison, es miembro de los gallegos Bastards on Parade. Los guitarras Jono Jak y Dan Garrison no pararon de moverse y hacer coros, lo mismo que el bajista Troy Zak. Ni la leve llovizna empaño la fiesta punk céltica que los The Real McKenzies trajeron a Portugalete. Más de uno se arrepentirá no de no haberse acercado a verles. Una agradable velada.