Más de 150 fotografías, más de 100 bandas, además de textos de los músicos que aparecen retratados.

Hay momentos en los que asisto a actividades culturales donde es tal el desbordamiento de talento que me entra algo así como una locura temporal. Es lo que me ha ocurrido ante la presentación del libro Ars Umbra de la fotógrafa nacida en Barcelona Ester Segarra.  He decidido aprovechar este lamentable estado de demencia para contarles no solo lo que allí sucedió sino también las ideas locas que me pasaban por la cabeza mientras hechos no totalmente ajenos a ellas corrían ante mis ojos.

Ester ha hecho una antología de fotografía musical que ha visto la luz a través del sello Season of Mist. ¿Cómo una discográfica ha hecho un libro?  Pienso que es porque se trata de un libro que ha sabido capturar de manera especial la energía de una parte importante de la historia del heavy metal.

Además, junto con el libro viene un disco. No la banda sonora con música de los grupos que están incluidos en las fotos (en la conversación ella explicó el porqué), sino música inspirada por un ritual Macumba, escrita y realizada por Uno Bruniusson (ex-In Solitude, Death Alley, Procession) y que según su concepto artístico encaja a la perfección con la esencia del libro y crea otra capa de arte a la experiencia del poseer y disfrutar del mismo.

Primero presentó una video-entrevista donde narra un poco su historia, y que me resultó muy interesante. Resumiendo: una mujer con un sueño, que es el de ser una verdadera fotógrafa profesional se va a Londres para lograrlo allí. No tiene trabajo. No tiene dinero. No tiene todo el equipo necesario. Eso sí, tiene ovarios y mente clara. Trabaja duramente en lo que aparece,  persigue su idea, persiste… y lo logra.

No es “Pretty Woman” ni “Cincuenta Sombras de Grey”. Es una mujer con talento y pasión por lo que hace, y que en quince años de carrera musical ha hecho las caratulas de incontables portadas de revistas, muchos discos y fotos promocionales. También se atrevió a tocar las puertas que consideró necesarias y alguna se le abrió, logrando conectar con un importante grupo de talentosos músicos que valoran su trabajo y le han brindado su amistad, así como fotógrafos y diseñadores.  Comenzó en Terrorizer Magazine en 2001,y después sus fotos salieron en Metal Hammer, Decibel, Rock Hard, Iron Fist, Deaforever, This Is Metal y en discos editados por los sellos Century Media, Nuclear Blast, Candlelight, Rise Above, Spinefarm y Peaceville.

Siendo una fotógrafa que se inclina hacia el metal extremo, muchos pensarían que no lograría vivir de su labor. Pero si, lo logra, y lo hace con gusto. Le han ofrecido trabajar con otro tipo de estilos musicales y lo ha intentado, pero siempre regresa donde está la música que le hacer latir el corazón.

En una serie de preguntas y respuestas hablamos de su gusto por trabajar las fotos de estudio antes de directo, de algunas anécdotas en su trabajo, entre la que destacó su experiencia con Burzum, pues ella ha sido la única fotógrafa en este mundo que ha logrado hacer una sesión fotográfica en la casa del músico, famoso más por los acontecimientos extra musicales que lo rodean que por sus creaciones. La anécdota me ratificó lo que pienso sobre Burzum, pero como se trata de una anécdota, no daré mi opinión.

Hablando sobre un libro que nada tiene que envidiarle a los También nos contó como hizo algunas fotos como la de Tom Gabriel Warrior, la de algunos músicos de Watain, Emperor, Behemoth, etc. Hace lo que le sale del alma y lo hace con talento. Y ver todo esto quizás fue lo que me hizo pensar en otros fotógrafos que lo intentan día a día.

Si me preguntas como fue que Ester lo ha logrado, diría que no sé muy bien cómo, pero que me imagino que lo ha hecho con confianza en sí misma, con talento, palabra que repito porque hay mucho talento en su obra, y también porque supo que de seguir en España no lo lograría. Ni siquiera en Barcelona que culturalmente parece estar más adelantada que el resto del estado.

España es un país que de manera general piensa que la fotografía no es una manifestación artística. Y eso se trasmite por todos los rincones, llegando a las revistas de música, que raramente pagan a un fotógrafo. Las bandas tampoco lo ven necesario en la mayoría de los casos. Todos quieren las fotografías gratis. Y por mucho amor que una persona le tenga a su arte, la barriga nos avisa cada día que hay que comer y los años nos van trayendo responsabilidades.

Disfrutando el excelente trabajo de Ester Segarra me acordé de tres fotógrafos que considero amigos y uno que conozco. Este es a Javier Bragado, un fuera de liga de la fotografía de conciertos, que no tiene todo el reconocimiento que merece fuera del gremio. Los amigos son Yalinku Melero, Oscar Gil y  Natalia Mora. ¿Qué podrán lograr trabajando en España? ¿Ya han llegado al tope de su creatividad? Para nada, pero a corto plazo tendrán que replantearse si seguir haciendo fotos de conciertos de metal o pasar a otra labor.

Más que futuro incierto, presente incierto. Me hubiera gustado que estuvieran la noche del sábado 1 de diciembre en la Cuervo Store en la Calle Velarde. Pensemos que la promoción no fue suficiente, sin embargo allí estábamos los curiosos, los conocedores, algún pariente quizás, los que trabajan en la tienda y algún que otro snob. No hacían falta muchos más, el trabajo de Ester seguro lo has visto más de una vez.

Le deseamos a la artista mucha salud y que continúe deleitándonos con las maravillosas fotografías que es capaz de realizar. También que gané mucho dinero, pero eso ya sabrá ella encontrarlo por sí misma.

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