Anthrax, Testament y Death Angel (Ft Lauderdale)

Surcando las olas de alabanza y de éxito que tanto Anthrax y Testament han tenido con sus álbumes más recientes (“Workship Music” y “The Formation Of Damnation” respectivamente), era un golpe maestro el hecho que las bandas saliesen de gira juntas. Y sumando al cartel a los renovados Death Angel se ha creado una especia de factura triple que para los fans tiene un sabor similar al de la gira de Big Four. Por lo tanto, la multitud en el Revolution Live de Fort Lauderdale estaba comprensiblemente exagerada y lista para asistir a un espectáculo con una triple dosis de la realeza del thrash.

Como había comprado el ticket para el Meet And Greet con Testament llegué al lugar mucho antes de que las puertas abriesen, y allí me encontré con mi viejo conocido Raúl “Andy” Quiñones,

que también asistía a la reunión privada con Testament. Después de una corta espera y de recibir una bolsa conteniendo una excelente foto de Testament, una copia del álbum “Demonic”, un cassette del “Live At Fillmore” (si, escucharon bien, a estas alturas todavía existen los cassettes), una sudadera de la banda, varias uñas de guitarras con los nombres de los miembros y el consabido sticker que te acredita como miembro del VIP de la noche y que tienes que llevar colgado al cuello todo el tiempo; nos pasaron a la parte trasera de un bar aledaño al teatro, desde donde se podía escuchar a Death Angel afinando su sonido. Éramos alrededor de unos 15 fans y esperamos excitados unos 10 minutos hasta que los integrantes de Testament aparecieron.

El Meet And Greet fue absolutamente genial. Skolnick y compañía se sentaron alrededor de una mesa y respondieron todas las preguntas, firmaron todo lo que quisimos, permitieron todas las fotos individuales que se nos antojaron y tuvieron una actitud super distendida y absolutamente cool.

Mis preguntas en cuestión fueron las siguientes:

Yo: Eric, he escuchado que el nuevo CD está a punto de ser mezclado. Tienen una fecha de salida y una idea de cómo va a sonar?

Eric Peterson: Bueno, debemos de tenerlo listo para los primeros días de febrero. Paul (Bostaph) no ha podido estar con nosotros pero Gene (Hoglan) nos ha prestado sus excelentes servicios durante la gira y la grabación. Y va a sonar como “The Formation Of Damnation”, quizás un poco más brutal. Va a ser definitivamente un gran álbum, verdad Greg? (Risas)

Yo: Greg, cómo se siente el estar de gira de nuevo con casi la formación original después de algunos años separados y ver la aceptación que ha tenido el último CD.

Greg Christian: Es absolutamente fantástico. Siempre estuvimos en contacto aún cuando yo no estuve por un tiempo, y ahora es algo completamente natural, como si nunca Alec y yo nos hubiéramos marchado.

Yo: Alec, nosotros somos cubanos, has escuchado hablar de Cuba por casualidad?

Alec Skolnick: Cubanos? Por supuesto! De hecho hay una banda de allá que me llama la atención que se llama Escape. Pienso que son muy buenos y tienen mucho potencial.

Yo: Chuck, tienen o han pensado en planes para reeditar los álbumes clásicos como “The New Order” o “Practice What You Preach” como ya se hizo con “The Legacy”?

Chuck Billy: Han visto a este chico cubano como pregunta cosas interesantes? (Risas) Bueno, nosotros quisiéramos, pero las negociaciones con Atlantic que es la discográfica, siempre son complicadas. Ellos son los que dirán la última palabra a pesar de que seguiremos insistiendo… Yo: Muchas gracias a todos por sus palabras, han sido muy amables.

Testament: Gracias a ustedes los fans.

Esperamos que disfruten el show. Rock N’ Roll!!!

Después de terminado el excelente rato con Testament nos pasaron al interior desierto del teatro donde como colofón pudimos escoger un T-Shirt de nuestro gusto directamente en el stand que lucía los T-Shirts en venta de las tres bandas para la noche. E inmediatamente salimos hacia el exterior donde las oleadas de impacientes fans se agrupaban en la entrada del teatro. Sin embargo, gracias a nuestro pase de Meet And Greet nos arreglamos para entrar de primeros sin tener que incorporarnos a la tumultosa hilera, y 10 minutos después ya estábamos dentro del teatro cómodamente acodados a una barra esperando por el comienzo de la noche.

Death Angel arrancó unos 25 minutos después con una gran energía. A pesar de que solo permanecen dos de los miembros originales de la banda Mark Osegueda en las voces y Rob Cavestany como guitarrista, los nuevos miembros (Ted Aguilar guitarrista, Damien Sisson bajista y Will Carroll en los parches) demostraron ser una perfecta elección, especialmente este último, que apabulló a todos los presentes con un atronador golpeo de su batería durante los poco más de 30 minutos de su actuación.

Arrancaron con “I Chose the Sky” de su última entrega de estudio, la cual conectaron inmediatamente con “Evil Priest” arrancando gritos de la multitud que se acumulaba en el graderío y provocando oleadas en la zona del mosh. Seguidamente cayeron “Claws In So Deep”, “Relentless Revolution” y “Seemingly Endless Time”, que enfureció a las tribunas. Pero el verdadero éxtasis llegó con los acordes iniciales de “The Ultra-Violence” que nos hizo mover las cabezas al ritmo desafiante de sus guitarras y provocó el momento más candente de la noche hasta el momento. Muchos gritaban pidiendo “Mistress of Pain”del CD “The Ultra-Violence” pero después de un pequeñísimo impass la banda regaló “Thrown to the Wolves” como cierre de su actuación y se despidieron ante los vítores de la multitud que se agolpaba de manera apretada, ya calentándose para el resto de la noche.

Momentos más tarde las luces se encendieron y el escenario comenzó a ser transformado, dejando al descubierto un hermoso tapiz de fondo que incluía un diseño con parte de la portada del “The Legacy” incluyendo elementos de “The Formation Of Damnation”. La hora Testament había llegado. La banda tomó el escenario unos 15 minutos después para una multitud a teatro repleto con cientos de manos ondulando en el aire con los símbolos de los cuernos en alto. Arrancaron con una favorita de los fans "The Preacher," y no pude menos que asombrarme del sonido. Era como una máquina aplastante y devoradora, y la voz de Billy atronaba el espacio y taladraba tus oídos mientras el doble bombo de Gene Hoglan te golpeaba en el abdomen.

Era inmediatamente apreciable el aire de renovación y la vida insuflada a la banda en los años recientes. Ese era el Testament de siempre, el Testament recordado y ansiado, una verdadera maquinaria despiadada de thrash metal. Siguieron sin pausa alguna con “The New Order” aclamada al máximo y después la empataron con “The Persecuted Won’t Forget”. Una breve pausa en la cual Chuck Billy agradeció al público por estar allí e inmediatamente entregaron un tema poco esperado y que me sorprendió “Envy Life”.

Me parecía estar escuchando el “Practice What You Preach” por primera vez. Pero si creíamos que ya la euforia estaba al máximo, nos equivocamos. Con el último acorde de “Envy Life”, Billy atronó los ámbitos del teatro con un grito gutural y como un mazazo directo al cráneo llegó “Over The Wall”. La audiencia sencillamente enloqueció y el mosh se elevó a límites increíbles. Siguieron con “Souls Of Black” y después Chuck se dirigió al público nuevamente para decir que la siguiente canción era dedicada a todos los que estaban en la primera fila: “Into The Pit”. Otra locura sin dirección en las filas delanteras que parecía que iban a derrumbar la hilera de miembros de seguridad que se esforzaban por detener a todos los que eran elevados por los aires y lanzados hacia el stage.

Sin detenerse atacaron con “Electric Crown” y después, mientras Billy hacía gestos de manejar una motocicleta con sus manos, llegó “Henchmen Ride”, en la cual Skolnick se lució de manera fenomenal. “More Than Meet The Eye” and “D.N.R. (Do Not Resuscitate)” cerraron la embestida y la banda se fue a los bises mientras las luces se apagaban y el público no cesaba de pedir más sangre. Regresaron 3 minutos más tarde en medio de los alaridos unánimes y destriparon “3 Days In Darkness” para concluir por todo lo alto con “Disciples Of The Watch”.

Lo único malo desde mi punto de vista, fue que, con la excepción de “D.N.R. (Do Not Resuscitate)” y “3 Days In Darkness” de “The Gathering”, la banda evitase por completo el interpretar canciones de sus dos no-Skolnick álbumes, “Low” y “Demonic”. Mientras parece tener algún sentido, especialmente porque no fueron álbumes especialmente bien acogidos por los fans, es una lástima que tiendan a ser ignorados en el escenario.

De cualquier manera, Chuck y su pandilla regalaron un conjunto brutal de clásicos de thrash y además de dejarme completamente satisfecho extrajeron al máximo el sudor de la multitud. Otro cambio rápido (para los estándares de metal), y era hora de que Anthrax, que oficiaban como cabezas del cartel, se subiese al escenario. Sin perder tiempo, la banda apareció ante los aplausos y gritos y ni cortos ni perezosos comenzaron con "Hell On Earth" de su album “Workship Music”, mostrando que incluso con sus ya 30 años en la historia del metal, no han perdido el don de la velocidad. Al igual que sus compañeros de Testament, los Scott Ian y compañía corrían, saltaban, y pisaban el pedal a fondo con tanta intensidad como lo hicieron en los primeros días allá por los años 80. Al parecer, el thrash es inmune al envejecimiento.

Casi prácticamente acabando de regresar a la banda (solo un par de años atrás), Joey Belladonna suena más fuerte que nunca, y realmente parece disfrutar de estar de vuelta en la agrupación que lo hizo famoso (o quizás, por el contrario, en la banda que él ayudó a hacer famosa). Uniendo perfectamente las pistas antiguas y nuevas, la audiencia disfrutó de los esperados clásicos ("Caught in a Mosh", "Antisocial", "Got the Time" y "Madhouse"), así como una serie de canciones de su último y muy buen álbum de estudio, durante las cuales el público enloqueció hasta el paroxismo. Siguiendo el ejemplo de Testament, Anthrax evitó casi en su totalidad los álbumes sin Belladonna (menos el obligatorio "Only" de “The Sound Of The White Noise”). Joey Belladona, en una muestra de su excelente desempeño como frontman, se encaramó varias veces por encima de una barra que bordeaba el escenario y chocó manos con los fans, les tomó fotos con sus propias cámaras y se divirtió, todo ellos sin parar de cantar.

Después de irse a los bises, regresaron para entregar “Efilnikufesin (N.F.L.)” y “Metal Thrashing Mad” la cual usualmente usan para cerrar las presentaciones y que elevó la temperatura a niveles insospechados. A esa altura ya mis oídos estaban a punto de explorar (De hecho me pasé los dos días siguientes al show casi sordo).Pero no, Anthrax todavía tenía más. Belladona se trepó en la parte trasera de la vistosa y gigantesca batería de Charlie Benante, tomó dos baquetas adicionales y al conteo de 4 gritado por Scott Ian en español, la banda fusiló a la audiencia con los primeros dos minutos de “Refuse / Resist” de Sepultura, mientras Belladonna se encargaba de la percusión adicional del tema desde su nueva posición en las espaldas de Benante (tal vez como un guiño a la breve presencia de Andreas Kisser con la banda mientras que Scott daba la bienvenida a su primer hijo), lo cual fue una agradable sorpresa, que dejó a la audiencia aullando de rabia y placer antes de terminar de manera definitivamente con “I Am The Law”, de manera completamente arrolladora y dejando a los presentes totalmente exánimes.

Al igual que las giras del Big 4 que han estado ocurriendo durante el último año más o menos, la más evidente conclusión después de este espectáculo, como ya mencioné anteriormente, es que la edad no parece haber afectado a estas bandas clásicas de ninguna manera. Mientras que los nuevos grupos extremos pueden estar empujando los límites más lejos que nadie, nadie puede negar el impacto que Anthrax, Testament y Death Angel tuvieron y tienen sobre el mundo del metal. Es reconfortante saber que todavía están en extrema forma y que existe la esperanza de que al menos uno de ellos pueda llegar a ser los Rolling Stones del thrash.

Fotos por cortesía de Betty Alvarez (puedes encontrar más en http://www.facebook.com/#!/media/set/?set=a.10150346340662918.345405.650502917&type=1)

Anthrax, Testament y Death Angel (Ft Lauderdale)

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