Viernes 3 de junio de 2022. Center Stage, Atlanta (Georgia)

 "Al entrar en su tercer día, el metal progresivo y el power metal continúan en Atlanta"

Las masas de consumidores de rock y metal que bajaron al Center Stage Atlanta el 1 de junio para el ProgPowerUSA XXI ya habían recibido una verdadera mezcla heterogénea de elevado arte antes de que las festividades llegaran al tercer día. Pero si las pasadas entregas de este gran espectáculo de virtuosismo han dado pistas, las cosas se volverían aún más interesantes en su segunda mitad. Fieles a su forma, las bandas programadas presentaron una muy diversa variedad de expresiones estilísticas, aunque curiosamente para un evento que a menudo se destaca por la inclusión de destacados actos europeos, la mayor parte del talento que llegaría para asombrar a las multitudes eran de pedigrí decididamente estadounidense.

Frank Lucas, Keith Semple & Brian Kovacs, The Cyberiam

Al comienzo de la tarde, el recién nacido cuarteto de rock progresivo de Chicago, The Cyberiam, trajo a la mesa una interesante combinación de matices retro de la década de 1970 con otras más actuales. Pioneros del estilo tan destacados como Pink Floyd, Yes, Genesis y Rush estuvieron entre las influencias que dieron forma a las jams que formaron la lista de canciones de estos ambiciosos recién llegados, mientras que el golpe moderno del trabajo de guitarra y las sensibilidades suaves, casi pop, de las voces proporcionadas por el líder Keith Semple, dieron cuenta del estilo único que le dio a las canciones su propia identidad. En consonancia con los grandes del pasado antes mencionados, la maestría musical fue primordial en la forma en que estas epopeyas musicales mantuvieron la atención de la audiencia, con el teclista Frank Lucas a menudo canalizando el espíritu de Jon Lord, mientras que el trabajo del bajo de Brian Kovacs y el ritmo jazzístico y fluido de su contraparte, el baterista Tommy Murray aumentó aún más los segmentos alargados de solos e interludios que adornaban cada canción.

Vincent "Jake" Jones, Aether Realm

Las cosas tomarían un giro bastante impactante con la entrada de sus vecinos, artesanos del death metal melódico con infusión de folk, Aether Realm. A menudo acusados en el pasado de ser finlandeses debido a su similitud estilística con bandas similares a su estilo del norte de Europa como Ensiferum, Wintersun y Frosttide, esta banda de hermanos de madres diferentes en realidad cuelga su sombrero en Greenville, Carolina del Norte. Eso debería aclararse con la canción principal de su último LP “Redneck Vikings From Hell”, que también dio inicio a su set altamente animado. Aunque de ninguna manera se quedan atrás en el departamento técnico, los ganchos melódicos fueron los que sellaron el trato hacia la multitud, particularmente en momentos destacados como la fascinante "Tarot" y el cierre bestial de "The Sun, The Moon, The Stars".  También probarían su versatilidad con la encantadora balada "Guardian", con una exhibición vocal de corte más limpio. Demostrarían ser maestros del espectáculo al solventar con calma algunos problemas tecnológicos durante su entrada altamente pegadiza, “The Chariot".

Joseph Michael Furney, Withefall

El estado de ánimo cambió abruptamente de un aire triunfal después de una cacería salvaje, a uno moderno cargado de melancolía y cinismo cuando Witherfall de Los Ángeles subió al escenario. A menudo vistos como los sucesores espirituales de los íconos del groove/thrash progresivo Nevermore, su actuación estaría dominada por composiciones técnicamente cargadas que cierran la brecha entre el talento para el heavy metal tradicional de los 80 y el melodrama más oscuro de la escena del metal progresivo de los 90, centrándose en la destreza vocal y la versatilidad del primo más joven de Ronnie James Dio, Joseph Michael Furney. Las guerras de virtuosismo estallaron a lo largo de himnos extensos cargados de fatalismo como "Portrait", "Ode To Despair" y el cierre de 11 minutos de "Vintage", con el guitarrista Jake Dreyer rivalizando con la mezcla característica a lo Jeff Loomis de elaborados riffs profundos y pesados y un shredding a la velocidad del rayo, mientras la batería implacable sacudía el centro del escenario.

Jason Bieler

La capacidad de cambiar el tono de una manera tan impactante como estilística se adelantó cuando la tarde dio paso a la noche y el famoso guitarrista de Saigon Kick tomó las riendas. Volando bajo el estandarte de Jason Bieler and The Baron Von Bielski Orchestra, el músico caminaría sobre la línea entre la nostalgia de principios de los 90 y el rock moderno con una conducta afable y a menudo cómica, repleta de bromas autocríticas entre canciones sobre temas de su la elección como la vestimenta en el escenario (el overol con un enfoque extrañamente Hillbilly para cortejar a las masas en ProgPower) o su estatus de bicho raro como un camaleón del hard rock convertido en estrella de la balada pop a través de su exitosa canción de 1992 "Love Is On The Way", que culminó su actuación. Sea como fuere, algunas de las selecciones consistieron en melodías del debut recientemente lanzado de este proyecto, “Songs For The Apocalypse”, en una versión actualizada del collage de influencias del rock que caracterizó a Saigon Kick y les valió comparaciones frecuentes con Soundgarden y Alice In Chains. Probablemente el elemento más interesante fue el trabajo de armonía vocal de tono más ligero cortesía de Bieler y el guitarrista principal Andee Blacksugar que recuerda a Staley y Cantrell, con Blacksugar en una gama altamente lograda de magia de guitarra, además.

Jeff Scott Soto

Se podría haber pensado en una especie de competencia de los cabezas de cartel de esta noche, aunque en el caso del veterano vocalista de hard rock Jeff Scott Soto, su actuación elevaría la interacción de la multitud a una forma de arte. Optó por pasar su set extendido de 90 minutos cubriendo principalmente las ofertas clásicas de los pioneros del hard rock Queen; Soto haría una réplica fiel de uno de los héroes más queridos del rock con su propia voz más ronca pero igualmente hábil. Se aprovecharon numerosas ocasiones para romper con la tradición de que toda la banda trabajara como una unidad continua, con Jeff manejando el escenario solo para realizar una brillante demostración de gimnasia vocal y auto armonización durante su interpretación de "Now I'm Here" y una actuación sencilla y sincera con un acompañamiento de guitarra acústica en solitario de "Love Of My Life". Piezas de corte rockero como "Fat Bottom Girls" y las trituradoras proto-metal de "Stone Cold Crazy" y "I Want it All" hicieron retumbar los muros de manera estelar, y la actuación tuvo un gran final de sabor agridulce con las notas de "The Show Must Go On", recordando a Freddy Mercury, posiblemente uno de los artistas que haría posible la existencia del ProgPower USA.

Roy Khan, Conception

En completo contraste con la glorificación de las conquistas pasadas del rock, el segundo cabeza de cartel y los pioneros del power progresivo noruego, Conception, dejaron que su música hablara la mayor parte del tiempo y mostraron cómo su sonido único tipificaba el evento en sí. Dirigido por Roy Khan, el set de hora y media que comenzaría a través de la obra de este enigmático cuarteto equivaldría a una elaborada danza entre la oscura modernidad de su reciente material y el clasicismo más ligero y matizado de su material de los 90. Los momentos destacados de la última era incluirían el encuentro a lo Queensrÿche con la estética espacial de "A Virtual Love Story" y "Getsemaní" de su obra maestra “Flow” de 1997, con la improvisación tribal extendida de "A Million Gods" de “In Your Multitude” de 1995 robando gran parte del espectáculo. Su material más nuevo vio a estos cirujanos escandinavos continuar brillando, con el tema conciso de ritmo medio "No Rewind" y el cruce teñido de tecno "She Dragoon" que fueron momentos particularmente fascinantes en una verdadera galería de alto arte con música.

Conception

A medida que se llegaba una vez más a su inevitable final, la sensación de victoria que se había logrado sobre el flagelo del COVID se cernía sobre la audiencia y los artistas, incluso después de que cesaron los aplausos. De manera única, cada banda transmitió a la multitud de espectadores la euforia de poder escapar de sus domicilios convertidos en celdas para entregarse una vez más a través de un escenario y un sistema de megafonía, siendo Jeff Scott Soto el más elocuente con un simple "¡Cómo echaba de menos esto!". Incluso aquellos que sabrán lo que sucedió esta noche solo a través de un artículo impreso o algunos videos, tenían interés en su éxito, ya que ninguna de estas bandas tenía la intención de retrasar sus giras después de una tarde / noche de finales de primavera en Atlanta. Al igual que el tema de la inmortalización de Freddy Mercury, un día como este, ProgPower USA (o cualquier evento musical activo) podría cerrar para siempre con la cabeza en alto.

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