Los músicos cubanos nunca defraudan

Sabíamos que Sintesis iba a dar un bueno concierto, no había otra variante. La banda con muchísimos años de experiencia se preparó para trabajar en una sala que habitualmente ofrece espectáculos de jazz, así que escucharíamos algunas canciones clásicas y no faltarían las improvisaciones. Habitualmente se les calfica como una banda de etno rock, pero realmente esta noche demostraron no estar encorsetados. Lo de ellos se simple y llanamente buena música.

A pesar de ser miércoles la sala se llenó. Carlos Alfonso diría después: “menos mal que la gente vino”. Y es que aunque la banda no esté en primera línea de revistas y periódicos mantiene un grupo de fieles seguidores que va aumentando con cada actuación. Y estoy seguro que después de anoche el grupo habrá aumentado, porque conozco personas que fueron por primera vez y quedaron maravillados de ver y escuchar al grupo.

La banda hizo su concierto dividido en dos partes. De alguna manera, durante la primera tocaron canciones de la Trilogía Ancestros y el disco Orishas. Comenzaron con “Elegua” y continuaron con “Ochosi”, donde se intercalaban las melodías originales del disco con improvisaciones a cargo del baterista Michel y un percusionista que recién conocieron en esta visita a Madrid y que realmente mostró ser todo un espectáculo con la percusión afro cubana y algún elemento de percusión africana. Su nombre es Yuvisney Aguilar Rojas y ha tocado con Habana Abierta, Boris Larramendi y muchos musicos mas, segun me conto Felix Mundo.

La banda, por alguna razón, no pudo venir al completo. Estaba la familia Valdes; Carlos, Ele y Eme, junto a Esteban Puebla. Para suplir las faltas coordinaron con Michel quien fuera baterista del grupo hace años y ahora al parecer reside en España más un percusionista y un saxofonista cuyo nombre no pude recoger en su momento. También Felix Mundo acudió en mi ayuda para contarme que se trata de Ariel Bringuez quien ha tocado hasta con Quincy Jones.

“Si yo fuera” no pudo faltar en esta primera parte, uno de los más recientes éxitos del grupo. Luego de un breve descanso, el grupo volvió con un segundo set donde predominaron canciones más conocidas y populares, como “Aguanileo”, “Orula” y “Eyeleo” donde Carlos Alfonso se marcó una improvisación vocal que fue seguida por la audiencia.

El piano de Esteban Puebla siempre se escuchó algo bajo y costaba trabajo seguirlo en algunos momentos, pero cuando pasaba a los teclados si el publico prestaba más atención. En ambos instrumentos demostró ser el virtuoso que sabemos que es. Uno de los momentos más interesantes fue cuando tomó prestado el bajo de Carlos, demostrando un elevadísimo nivel. Lo conozco hace más de veinte años y aun me asombra. Estoy seguro que no ha dejado de estudiar música ni un solo día de su vida.

Luego le tocó el turno a Ele de hacer una improvisación vocal que dio paso a la interpretación de “Amalia”, que es una composición que a pesar de ser un éxito, siempre sentí que faltaba algo en la grabación. Esta noche lo descubrí, porque lo que siempre juzgué como ausencia eran las improvisaciones que esta noche escuché con la canción en directo. Fue sin duda el momento en que tocamos el cielo.

Llegó el momento de cerrar el concierto y lo hicieron por todo lo alto a golpes de rumba que ligaron con “Opatereo”. El público pidió más y fue complacido con “Obatala” con el que finalizaron la noche. Luego los músicos se quedaron firmando discos, autógrafos y conversando con el público. Como escuché decir a una asistente a mi lado: “los músicos cubanos nunca defraudan” Así somos.

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