A petición de los organizadores de Arrowslive estuvimos allí temprano, y le agradecemos a la promotora su trabajo y atención. Además, nos permitió descubrir un par de bandas que anteriormente no habíamos escuchado y que tienen un buen desarrollo dentro del panorama español.
Le tocó abrir a Cardinal con muy poca audiencia, pero los chicos lo hicieron con todo. Presentaban su disco Black Dawn. Su música es un heavy metal con tintes de modernidad cantado en inglés. Aunque su vocalista (Diego Ballestero, que canta muy bien) llevaba gorra, su estilo vocal nada tenía que ver con el nu metal u otros estilos donde la gorra forma parte de la música.
Entre las canciones que tocaron destacó “Oblivion”, que les quedó espectacular y los mostró como una banda con futuro, asi como “Cell XIII”. No pude acceder a su set list pero luego de escuchar el disco, que la banda regaló como cortesía a la prensa y parte del público, puedo afirmar que la mayoría de las canciones que interpretaron pertenecen a su segundo disco, aunque hubo algún amago a su anterior disco Sin Machine de 2007.
La segunda banda era Omerta, que ha habíamos visto en directo en el Arrowsnight y que a mí, apegado al poster inicial de este concierto, me tomó de sorpresa. Agradable momento pues el grupo suena muy bien y sus composiciones son rotundas y compactas.
Estrenaron un nuevo tema pero en general su set se basó en canciones que ya había escuchado en directo, como “Let it Burn”, “Chain”, “Ego Bias”, y volviendo a cerrar con “Shaman”.
Le tocaba el turno a Orion Child, un grupo que muestra muy buen trabajo compositivo y unos músicos más curtidos. Llamó la atención que sobre la zona izquierda del escenario, vistos dese el público, el bajista y el segundo guitarrista, Jones y Mingo, parecían hermanos. También su guitarra líder, Daedin, con una flamante viola de siete cuerdas, y muy concentrado en su esquina, todo un virtuoso, contrastaba con la fuerza gestual del tecladista Jonkol que en dos oportunidades agarro un teclado portátil.
Comenzaron con “Tragedy of Souls” continuando con “Exegesis”, “Dark Matters”, “Slave of the Dark”, “As Darkness Fall”, “Faraway”, y cerrando con “Out of the World”. La peña les pidió más y decidieron regresar y complacerlos. La mayoría de las canciones que se tocaron pertenecen al disco A New Dark Apology.
Muchas veces es injusto comparar a los grupos, pero esta noche la diferencia entre Orion Child y Mercenary estuvo clara. La banda del país vasco tiene composiciones complejas con muy buen gancho, mientras Mercenary escribe canciones mucho más sencillas y en ese aspecto Orion Child son mucho mejores. Sin embargo los daneses tienen mucha más experiencia y tablas, y enseguida supieron ganarse el público, algo que tampoco fue muy difícil porque la mayoría allí estaban por ellos.
Y entraron Mercenary a defender su más reciente disco, Through Our Darkest Days. Rene Pedersen canta muy bien, toca el bajo magníficamente, salta, gesticula, y aun tiene concentración para mirar a los fotógrafos tratando de dar una buena imagen. Magnifico músico. Lo acompañan par de guitarristas igualmente intensos, Martin Buus y Jakob Mølbjerg, y la banda la redondea el baterista Morten Løwe Sørensen que llena muy bien.
La banda arrancó con “New Dawn”, y fueron cayendo canciones de su nuevo disco y de otros. Con “Soul Decision” de The Hour That Remain, ya tenían al publico de su parte. Continuaron con “Welcome the Sickness” y “Throught the Eyes” para luego presentar detalladamente “Embrace the Nothing” de su quinto disco del 2006, Architect of Nothing.
No dejaron de repasar su discografía integra, interpretando canciones como “11 Dreams” del disco del mismo nombre, sin olvidar las nuevas canciones como “Generation Hate”, que fue muy coreada por el público, que se veía que habían estudiado el nuevo disco.
Fueron terminando con “Endless Fall” y “Black Brigade”. Y con poco más de una hora de concierto, se nos hizo escasa la actuación. Las composiciones son tan efectivas y directas que hacen que el tiempo pase volando.
Fue una noche intensa. Mercenary supo ganarse a la audiencia, que ya estaba caliente con el concierto de Orion Child. Omerta demostró que tiene madera para ser de los grandes, mientras Cardinal se defendió muy bien, y solo necesitan mayor promoción.
Si bien es muy agradable ver a una banda con experiencia y saber dar un espectáculo, como hicieron Mercenary, igualmente seductor es estar ahí delante, disfrutando con grupos que musicalmente tienen un buen futuro. Si lo logran o no, no será por falta de calidad musical. Agradecimientos especiales para ellos, y muchos deseos de que sigan creciendo.