ROAR Rock of Angels Records © 2019

Track list:
01. The Flame Of My Soul
02. Qumrân Caves
03. In The Sky Of Athens
04. The Human Tide
05. Over The Moon
06. The End Is Near
07. Golden Knights
08. Sad Song For A Dead Child
09. Soundtrack Of My Existence
10. A Perfect World
11. Over The Moon Acoustic (Bonus Track)

Mientras iba preparándome para la reseña de este disco lo puse para ir escuchando y me he puesto muy nervioso. Recordé hace años que también otro disco me puso nervioso la primera vez que lo escuche. Fue el No Parole from Rock and Roll  de Alcatrazz que me enervó al escuchar a Graham Bonnet y ver como subía y bajaba sin perder ni la respiración, ni la entonación, ni la afinación, ni nada.

Y ahora lo mismo con el disco de KingCrown, y he ido a mirar quiénes son y pocos vocalistas pueden en estos momentos subir y bajar sin perder ni siquiera la sonrisa y en este caso es el desconocido para las masas y apreciado por los melómanos conocedores, Jo Amore.  Un hombre que resulta ser la encarnación de Ronnie James Dio como ninguno otro, incluso con cierto parecido físico, o al menos eso me pareció a mí cuando lo vi cantar con Nightmare como teloneros de Circle II Circle en Nightmare.

Y está muy bien, Jo, que hayas estado en Nightmare, en Now or Never, en Oblivion y ahora en KingCrown. Formaciones espectaculares donde lo mejor, por muy buenos que sean los músicos, es la voz de Jo, pero, ¿seguirán todas estas bandas o será solo uno y como mucho dos discos por grupo?  Y Oblivion no es más que el pasado nombre  de los que ahora son KingCrown.  ¿Será que se han cambiado el nombre para no confundirse con los Sweet Oblivion de Geoff Tate? Una huella difícil de seguir, la verdad.

Cuestiones (i)lógicas aparte, 'A Perfect World' es un disco potentísmo, una maravillosa mezcla de rock neo-clásico,  un toque prog y una tonelada de metal.  Solo hay que prepararse para la entrada de “The Flame Of My Soul” donde Jo entra bajito, pero pronto se desmadra. A todas estas, la batería de David Amore dista mucho de ser un simple acompañamiento. Cuando termina la segunda pista, “Qumrân Caves” ya te das cuenta de que esto es un disco que resonará en tu corazón de metal llenándolo de brillo.

Las guitarras de Steff Rabilloud y Florian Lagoutte combinan el heavy metal old school,  con  solos modernos, y el virtuoso bajista Markus Fortunato tiene más de una oportunidad para mostrar sus virtudes musicales. Un grupo de canciones monumentales donde destacará la que más te guste. Para mi indudablemente la entrada de “Golden Knight” me pone los pelos de punta, pero quizás tú disfrutas más de la marcha solemne de “Sad Song For A Dead Child”.

El disco fue mezclado y masterizado por Roland Grapow en los Grapow Studios (Eslovaquia). El resultado es impecable.

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