Un toque de Rock n Roll Americano es lo que aporta, American Jetset, en este 'Saloon Rock Whiskey Pop' que salió el pasado mes de febrero 2020. Hay melómanos que dicen que hay un resurgimiento en la escena del Rock & Roll. Una nueva generación. Como ejemplos ponen a bandas como Greta Van Fleet, Rival Sons y The Struts aunque siempre han existido en Europa buenísimas bandas similares a estas que a diferencia, mezclan el Rock & Roll con otros ingredientes y de ahí lo mismo sale Punk & Roll que Death & Roll.

Estos chicos son los hijos de aquellos que llevaron a la fama a Sunset Strip y su escena. Un disco con canciones que puedes considerar buenas o malas, pero que tienen como elemento fundamental: ritmos sencillos y letras igualmente ligeras hechas para que pases un rato agradable con unas cuantas cervezas y un grupo de amigos y amigas, que no deben faltar.

Con un impresionante primer EP, la banda continuó su ascenso en el 2019. El hecho de conseguir ser los teloneros de Tom Keifer of Cinderella y luego trabajar sin descanso para apoyar los conciertos de Jack Russell’s Great White, Faster Pussycat, Living Colour, LA Guns, y llegar a hacer un sold out con Slaughter, les dio una presencia que tenían que aprovechar sí o sí, y ahí sale este disco.

Este es su segundo Ep. Aunque tiene siente canciones, el minutaje es breve y conciso, que aquí no hay regodeos musicales de ningún tipo ni pajas guitarreras. Un riff, un redoble, dos versos, un coro, un puente y bye bye. ¿Más claros que el agua! Las composiciones difieren y lo mismo hay una como “Walking Contradiction” hecha para bailar y corear  con la que abren que un toque acústico claramente inspirado por Keifer que cierra bajo el título de “Never Be Goodbye”. Entre medias la country “Getaway Car”, la sleazy “Gold & Nines” y la agresiva “1000 Ghosts”.

Para este año ya tenían cerradas fechas como abridores de Jack Russell’s Great White, Enuff Z'Nuff, Kix, Charm City Devils, Blackfoot y Pretty Boy Floyd. Esperemos que la situación no los suma en el olvido.

El disco fue producido y mezclado por Scott Spelbring (KIX) y masterizado por Ian Kaine MacGregor. ¡¡Ni ideologías ni filosofías, pura diversión!!