Shatter Brain - Pitchfork Justice (2020)

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Domingo, Diciembre 22, 2024

Shatter Brain - Pitchfork Justice (2020)

Escrito por Jesús Eli

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Tracklist:

1. Talk in Fear 05:08

2. Lorem Ipsum 04:41

3. Pitchfork Justice 06:10

4. Choosing Beggars 05:26

5. Fencesitter 04:07

6. Noble Savagery 04:30

7. Silent Screams 05:32

8. Life Ephemeral... 01:06

9. Death Goes On 02:48

Con una carátula típica de las bandas de thrash, debutan los australianos Shatter Brain. Sin embargo una vez comenzado a girar el disco, la mezcla con sludge, grind, death y punk pone a vibrar el cono de las bocinas y comenzamos a temer por la salud de la garganta de Tom Santamaría.

“Talk in Fear”, el track inicial, comienza con un riff súper convincente que se acerca al thrash, y Ryan Quarrington patea durísimo los parches en una pieza que tiene ese aire de la Bay Area, que quizás sea el mismo que flota sobre la ciudad de Adelaida. Aceleran con “Lorem Ipsum,” que es mucho más thrashera.

Después de estas dos pistas ya te esperas que el resto continúe así, pero la canción titulo cambia a un tempo algo más pesado, con un doble bombo que llena muchas partes y un cambio vocal que mezcla voces más graves con otras más agudas, todas rasgadas, hasta llegar a tres timbres. La pieza tiene cambios de tiempo que no encajan del todo y el hecho de que sea precisamente la canción que la banda ha escogido como título del disco presagia que a ellos les resulta mucho más convincente que a mí.

Mucho más sencilla es “Choosing Beggars” y aunque el riff es pegadizo, la canción tiende a aburrir ligeramente. Los cambios vocales demuestran que Santamaría tiene una garganta privilegiada, pero el abuso continuo no nos lleva a ninguna parte. Pasan al deaththrash con “Fencesitter”, demostrando que la energía les va bien. Las canciones de este párrafo, con un minuto de menos hubieran quedado simplemente mortíferas.

“Noble Savagery” por alguna razón desconocida me recuerda al “Toxic Waltz”, aunque aquí con una producción más saturada. El riff de guitarra cortante y acerado arropa unos coros geniales y la canción es arriesgada con los compases. Es de esas que te actica la sangre y los deseos de moverte.

La dupla de guitarras formada por Jack Hartley y Matthew Disisto lanza riff a diestra y siniestra con total maestría. Hay momentos en los que me parece que algunos de ellos han sido empatados como cosidos a mano. ¡Vaya!, que se les nota que no están del todo bien empastados. Quizás esa sea una de las características de la banda, el componente algo errático de los riffs. Lo escribo mientras suena “Silent Scream” que es como si fuera una balada pero no lo es.

La corta “Life Ephemeral” es un agradable y bello ejercicio de guitarras que da paso el riff sencillo y efectivo de “Death Goes On”, otra pieza que a muchos atraerá. La banda es joven y no es de las que nace con experiencia, pero sí de las que nace con potencial. El disco está un poco desbalanceado, como si quisieran abarcar todo lo que saben y condensarlo en menos de cuarenta minutos, algo que no han podido lograr. Eso sí, espera noticias, que con esta fuerza lo lógico es que sigan creciendo.